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El 8M choca contra la ley provida

Guatemala vivió una jornada histórica para las mujeres. Decenas de organizaciones, estudiantes, colectivos de mujeres indígenas, trabajadoras domésticas, transexuales, salieron a marchar para “vivir y no sobrevivir”. La alegría duró poco, los diputados del Congreso decidieron aprobar, este mismo 8 de marzo, la Ley para la Protección de la Vida y la Familia, retrocediendo en derechos sobre el aborto. Mientras tanto, muchas mujeres del país, la mayoría, vivieron un día más, invisibles.


Santa María Chiquimula, Totonicapán

Juana Angélica Chic una mujer bajita, de 30 años, se despertó antes que el sol saliera. Lavar trastes, limpiar, barrer, prender el fuego para cocinar los alimentos. Esas son algunas de las tareas que debe organizar todos los días sin modificación alguna. Se siente incómoda hablando en idioma español, prefiere hablar su idioma materno, el k’iche. Desde hace cinco años, es secretaria de la Red de Mujeres de su municipio, Santa María Chiquimula, Totonicapán a 265 kilómetros de distancia de la ciudad de Guatemala.  

Su grupo la ha elegido para ser secretaria porque es una de las escasas mujeres que sabe leer y escribir, con mucho esfuerzo logró terminar la primaria. En su canasta de viajes no debe faltar el libro de actas y su sello. En ese libro van registradas unas 35 actas una por cada reunión. 

Chic camina apresurada, viste su mejor traje colorido y un suéter elegante, a toda actividad va con dos hijos, una a la espalda y otro jalando de la mano, ese ha sido un acuerdo que ha tenido con sus padres para poder minimizar los malentendidos que puedan susurrar los vecinos de su comunidad por tener esta participación política y ponerla en mal con su esposo.  

Es martes 8 de Marzo, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.  Para Chic no es un día común. “No es como la celebración del día de la madre, hoy es un día de pelear por nuestros derechos”. Juana Chic está invitada, como panelista, para el foro “diversas formas de violencias que enfrentan las mujeres indígenas desde los territorios” , evento organizado por motivo del 8M.

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Juana Chic es la secretaria de la Red de Mujeres de Santa María Chiquimula, Totonicapán. El 8M asistió como panelista a un foro en Momostenango. (Foto: Gilberto Escobar)

Plaza de Derechos Humanos, Ciudad de Guatemala

Maykelline Ortega, la rapera y grafitera hondureña conocida como Mayki Graff, se prepara para su primer 8 de marzo en Guatemala, después de levantarse muy temprano, tomar un baño, arreglarse y desayunar, con mucha alegría y entusiasmo se dirige a la Plaza de las Niñas para la prueba de sonido del Festival Vivas Nos Queremos. Es la primera vez que rapeará en un festival de mujeres en su nueva ciudad.

Pero cuando Mayki llega al Parque Central todavía no hay mujeres. Como cada año, la Coordinadora 8 de Marzo, un conglomerado de organizaciones de mujeres en Guatemala, se reúne unas cuadras más arriba, en la Plaza de los Derechos Humanos, frente al Organismo Judicial. Bajo un cielo completamente azul, van juntándose mujeres indígenas, campesinas, trabajadoras domésticas, defensoras de derechos humanos y mujeres trans, así como un pequeño bloque de mujeres jóvenes. Forman parte de la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas -UNAMG-, el Sector de Mujeres, la Red Multicultural de Mujeres Trans de Guatemala -REDMMUTRANS- y el Sindicato de Trabajadoras Doméstica, Similares y A Cuenta Propia -SITRADOMSA-, así como varias mujeres autoconvocadas. 

Alrededor de las 9:30 de la mañana inician camino por la 18 calle, recorriendo toda la 6ta avenida de la zona 1. Con carteles y su propia voz, manifestan su descontento hacia la violencia del Estado y criminalización del actual sistema de justicia a mujeres operadoras de justicia. 

En algunos carteles y consignas mencionan la persecución a la ex mandataria de la Cicig, Leily Santizo. También Virginia Sosa, Aliss Morán, Paola Escobar y Virginia Laparra, quienes enfrentan procesos penales por realizar su trabajo de fiscales y abogadas de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI). También a la jueza de mayor riesgo, Érika Aifán, denunciada por el Instituto de Magistrados -IMAOJ- y por lo que actualmente enfrenta un proceso para retirarle el antejuicio, como ella contó en una reciente entrevista a No-Ficción. 

Dirigiéndose a la Plaza de las Niñas, las manifestantes se detienen frente al Congreso de la República. Especialmente las mujeres trabajadoras domésticas, pero ningún diputado o diputada sale a escucharlas o a atender sus peticiones. 

Quizá en ese momento, los diputados estaban ocupados ya preparando su golpe a las mujeres, y preparando los votos para aprobación de la iniciativa 7252, “ley de protección de la vida y la familia”. Una ley para criminalizar el aborto en todas su formas. La iniciativa nació en abril del 2017 en la bancada del partido conservador Viva y encendió las alertas de diferentes sectores de la sociedad civil,  porque al entrar en vigor castigará a las mujeres que aborten, incluso los abortos involuntarios o espontaneos. 

En 2018, aún durante el gobierno de Jimmy Morales, se realizaron las primeras dos lecturas de la iniciativa en el legislativo. Aprofam, advirtió en aquel momento que en Guatemala del 10 al 15% de embarazos terminan en abortos espontáneos, por lo que advertían que el artículo 10 de la ahora ley aprobada criminaliza a las mujeres, con penas de carcel de 5 a 10 años.  Y ese mismo 8 de marzo 2022, durante la histórica jornada de conmemoración del Dia de la Mujer, los diputados decidieron poner sobre la mesa nuevamente el dictamen para aprobar esta iniciativa de ley.


Colonia La Libertad, zona 3, inmediaciones del basurero

A tan solo 4 kilómetros de distancia, en la colonia La Libertad de la zona 3, Karina Dávila, una mujer de 45 años, vive en un mundo diferente, ignorado. Karina, prepara su costal para dirigirse al gigantesco relleno sanitario lugar donde labora como recicladora o “guajera” desde hace más de tres décadas, día a día.

Se reúne con dos vecinas que también se dedican a la “cacha”, como dicen ellas para referirse a la recolección de latas y plástico. Entre las montañas de desperdicios que llegan de toda la ciudad y bajo un sol potente de marzo, las señoras buscan recolectar lo suficiente para ganar al menos Q50.00 este día y si es una buena jornada puede ganar máximo Q100.00.

“Yo he salido adelante gracias al bendito basurero, acá ganamos nuestros centavos, si no hay material de reciclaje; a veces encontramos pan, azúcar, comida que hoteles y restaurantes tiran, para mí y  mis hijos es bendición. Cuando eran niños hasta juguetes les encontraba acá”, expresa entre risas Karina. 

Mientras Karina camina entre los patios del basurero, de vuelta en el centro histórico de la ciudad, mujeres jóvenes empapelan las paredes con consignas de lucha, de protesta, sentenciando su descontento por la violencia sistemática que se ensaña en su contra, alzando la voz principalmente por aquellas que ya no están.

“Sí es bueno que las muchachas ya no se queden calladas como antes que uno le daba miedo, he visto fotos de como llenan las calles, yo no sé de marchas, no puedo dejar de trabajar porque vivo al día, pero acá con lo peligroso que es nuestro trabajo y por las penas que a veces pasamos nos apoyamos entre mujeres, entre madres que sabemos lo difícil que es salir adelante solas, hay que apoyarse entre mujeres”. 

Aldea el Platanar, San José Pinula

A las afueras de donde fue el Hogar Seguro Virgen de la Asunción en la Aldea el Platanar, San José Pinula, como todos los años desde la tragedia de 2017, cuando coincidiendo funestamente con el 8 de marzo, 41 adolescentes murieron entre las llamas de un incendio sin que la policía las socorriera. Familias y activistas con flores y fotografías realizan un acto en memoria y reclamo de justicia por la tragedia que este cumple 5 años. En una manta también visibilizan los rostros de los implicados y posibles culpables.  Las niñas de Asociación Coincidir llegaron con sus batucada de tambores y panderetas, llegaron también a unirse al reclamo. 

En el Congreso, en la vigésima segunda sesión ordinaria del año, el diputado Edgar Batres de la bancada Winaq, pidió que se incluyera en agenda un punto resolutivo para cumplir el decreto 16-2018 con el que se aprobó una pensión vitalicia para las sobrevivientes del Hogar. Este decreto declararía el 8 de marzo como Día Internacional de las Víctimas de la Tragedia Hogar Seguro Virgen de la Asunción; el Ministerio de Desarrollo y el Ministerio de Salud brindarían atención a las 15 sobrevivientes. Batres también pidió que el Congreso exhorte al Organismo Judicial para que agilice el caso penal de esta tragedia en la que hasta ahora nadie ha sido condenado. 

Sin embargo, 42 diputados votaron a favor y 86 en contra, por lo que se rechazó la petición del diputado. 

La marcha del Bloque de Jóvenas, Ciudad de Guatemala

En la Plaza de Derechos Humanos, de nuevo, frente al Organismo Judicial, alrededor de la 1:30 de la tarde ya se reúnen las Jacarandas Rebeldes o Bloque de Jóvenas, como se hace llamar el grupo de jóvenes organizadas y autoconvocadas que todos los 8 de marzo manifiestan en Ciudad de Guatemala.

A cada minuto que transcurre se puede ver llegar a la Plaza de Derechos Humanos a más y más mujeres estudiantes, artistas, fotógrafas y defensoras de derechos humanos. Alrededor de las 2:40 PM la segunda marcha empieza. 

Con una caravana con sonido y música, se dirige a la 18 calle, pero antes, un grupo de manifestantes vestidas de negro, realiza varias pintas, marcando la fachada principal del Organismo Judicial, el momumento de las Manos de Paz y en el busto del expresidente fallecido Álvaro Arzú.

En la misma 18 calle, algunas de las manifestantes realizan empapelados en la parada de Transmetro con el rostro de distintos hombres que han sido denunciados penal o públicamente por agresión o violación a mujeres. Entre los nombres y rostros están el artista Benvenuto Chavajay, el diputado Amílcar Pop, el artista Ronald Peralta, el abogado Juan Castro, el catedrático de la Universidad de San Carlos Edmundio Urrutia, por mencionar algunos. Ahí mismo, aún con el descontento de algunas personas que transitan el área, algunas jóvenes quiebran vidrios de la fachada y realizan pintas.

Las pintas, empapelados, los gritos a viva voz en reclamo por derechos y cese de violencia, continúan por toda la sexta avenida. La mayoría de los negocios del área han cerrado sus persianas y las jóvenes realizan pintas sobre ellas. Uno de los negocios que no ha cerrado sino que sale a saludar a las manifestantes, se trata de  la Tacita de Plata.  

Las jóvenes también bailan y cantan, hacen performance preparados para ese dia, se ven muchas formas de expresión, todas en denuncia de derechos básicos y justicia a violaciones de los mismos. “Arroz con leche yo quiero encontrar a una compañera que quiera soñar, que crea en sí misma y salga a luchar por conquistar sus sueños de más libertad. Valiente SÍ. Sumisa NO. Feliz, alegre y fuerte te quiero yo”, cantan.


Santa María Chiquimula y Momostenango, Totonicapán.

La secretaria de la red de mujeres de Santa María Chiquimula no tiene vehículo se desplaza caminando y deprisa. Para llegar a Momostenango, al lugar donde tendrá lugar el foro, Chic debe abordar al menos tres vehículos particulares, y eso le va a demorar una hora y media, pero para ella ese tiempo no es molestia. Un grupo de mujeres la siguen y ella va al frente dirigiendo. Ya es tarde dice en su idioma materno. 

“Cuando empecé a participar mi esposo puso dos condiciones; no desviar mi camino en el alcohol y no buscar otro hombre” dice Chic quien se acomoda a su hija de 13 meses en la espalda, y va jalando al otro.

El foro, promovido por SERJUS y el Movimiento De Mujeres Indígenas Tz’ununija’, dos organizaciones que trabajan en Totonicapán para fortalecer la participación y organización de las mujeres, se celebra en un salón grande y frío. Más de 60 mujeres indígenas de distintas comunidades de Totonicapán se han unido para escuchar a Chic, pero no solo a ella, sino a otras más. Momostenango fue el lugar que definieron los organizadores para el evento. 

Otras cinco mujeres acompañan a Chic en la mesa de panelistas. Ella va hablar sobre lo difícil que ha sido la participación de las mujeres en la comunidad, la barrera machista y la violencia que deben enfrentar a diario. 

“Buenos días a todas” dice Chic en su idioma materno. Y prosigue “en nuestras comunidades no somos tomadas en cuenta, aunque propongamos y tengamos ideas no nos escuchan. Nos levantamos temprano y dormimos tarde (de último), trabajamos el doble en casa, y si trabajamos afuera no nos pagan bien, como mujeres sufrimos más la pobreza, somos maltratadas” con esas palabras Chic congela a la audiencia, la escuchan más de 60 mujeres en un salón grande y frío, otras más la escuchan desde las redes sociales.  El evento está siendo transmitido por varios canales de la localidad. 

Chic sigue: “a nosotras nadie nos quiere escuchar, ni las autoridades como la Defensoría de la Mujer Indígena (DEMI) menos en el Ministerio Público (MP), ni el juzgado de paz, estamos desamparadas, si denunciamos todo se queda en papeles”.

Al finalizar el foro Chic prepara sus cosas, las guarda. Se acomoda en la espalda a su hija y jala de nuevo a su hijo del brazo. Para ella la jornada no ha terminado, apenas empieza. 

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Juana Chic expuso en un foro de mujeres en Momostenango la situación a la que se enfrentan las mujeres indígenas en el área rural. (Foto: Gilberto Morales).

La Plaza de las Niñas, Ciudad de Guatemala

Alrededor de las 4:20 de la tarde la manifestación en Ciudad de Guatemala llegó a la Plaza de las Niñas. Ahí estaba justo iniciando el Festival Vivas nos Queremos con la música del grupo de mujeres Naik Madera. Con cumbias pusieron a bailar a todas las manifestantes y a otras personas que cotidianamente habitan la Plaza. En medio del público se podían observar también a hombres adultos y jóvenes cantar y bailar. 

Mayki ya se encontraba lista para el festival. Junto a las otras artistas, con alegría esperaba el momento. Sería la artista que cerraría el evento. Pero mientras ese momento, conversamos con ella.

“Me he sentido bastante dichosa de ser mujer, de lo que ser mujer representa, de todas las luchas que día que día tenemos y creo que hoy es un día donde se debe reconocer también las luchas de nuestras ancestras que por años se han invisibilizado, nosotras hoy podemos hacerlo visible”, expresa la rapera. 

Mayki Graff migró hace dos años a Guatemala desde Honduras para poder desarrollar su carrera como artista y rapera. Las mujeres hondureñas, según la mirada de Mayki, viven en condiciones donde la violencia es el orden del día. El año pasado tuvo la oportunidad de visibilizar las historias de 6 mujeres hondureñas que se enfrentan a situaciones de riesgo en el documental de MTV, “Tenemos que hablar de Honduras”. “Honduras es uno de los países más peligrosos para ser mujer, cada 16 horas asesinan a una mujer, en ese documental de 6 entrevistas, 4 eran mujeres migrantes, que hoy en día migramos igual o más que los hombres por esas situaciones sociales, políticas, económicas”, explica.

Se enorgullece de ser una rapera migrante, “he sabido abrirme con los codos en Guatemala, desarrollarme, potencializar todo mi talento”, dice, y agradece que el Bloque de Jóvenas reconozca su talento y la hayan invitado al festival para tener su música en ese espacio.

Aunque su rap no lo considera feminista o contestatario, considera que habla en sus raps sobre las realidades que vive. Tanto lo que le incómoda de la sociedad y del Estado, como de sus emociones y lo que siente. “Mis mismas condiciones me han llevado a hacer música rebelde. Me gusta empoderarme y me gusta empoderar a las demás compas (compañeras) que me escuchan”. 

A unas horas de subir al escenario, Mayki expresa emoción, se siente llena de poder. La llena de emoción que muchas otras chicas van a conocer su música, van a sentirse identificadas y poder transmitir su energía y recibir la de otras. 

A la tarima del festival subieron a cantar, a rapear, a bailar y a mezclar, la artista Ch’umilkaj; el colectivo de raperas Colectiva Urbana integrado por Mc Suina, Pkdo, Gavirus, Jelissa Big Mama, la Dj Mandy, Komus Rap y las bailarinas de break dance Lore y Chikita; la artista Raysa Morales y la Dj Camila Camaleon. Todas ellas con música contestataria y de alegría mantuvieron a todas las mujeres felices. Entre bailes, abrazos, saltos y cantos, el 8 de marzo se había convertido en una fiesta para las guatemaltecas.

Colonia La Libertad, zona 3, inmediaciones del basurero

A las 5:00 de la tarde, las ventas de comida abarrotan los estrechos callejones de la colonia La Libertad en la zona 3. Los vecinos vuelven de trabajar, la mayoría trabajan en reciclaje, fletes, o cualquier oficio que gire en torno al basurero. Karina ha vivido desde los 8 años en esta colonia a las orillas del basurero, para ella este polémico relleno sanitario es parte fundamental de su vida, “gracias al reciclaje que encontramos en el basurero logré alimentar y sacar adelante a mis hijos como madre soltera que soy”. 

“Creo que el mejor ejemplo como mujer que le puedo dar a mis dos hijas es el del trabajo digno, les he enseñado que el basurero es una bendición porque aquí no hay otra forma de trabajar”.

Karina finaliza su 8 de marzo cocinando en casa a las seis de la tarde luego de una jornada de trabajo en el basurero no muy satisfactoria, pues durante los últimos 5 años la recolección de material reciclable a reducido considerablemente por la cantidad de personas trabajando en el basurero y por las restricciones municipales que limitan sus jornadas de trabajo. Pero la jornada, el 8M en Guatemala, no terminó ahí. Aún faltaba algo que iba a dar la vuelta a toda la alegría, la fuerza y las sinergias que se generaron en favor de los derechos de las mujeres.

Congreso de la República, Ciudad de Guatemala

Un poco más tarde de las 6, cuando Karina ya había terminado de cocinar y en la plaza finalizaba el set de la Dj Camila Camaleón, que se había convertido ese momento, en una fiesta y emancipación de la existencia de todas, a tan solo unas pocas cuadras, en Congreso de la República, 101 diputados decidieron dar un golpe fuerte a las mujeres con la aprobación de la iniciativa 7252, “ley de protección de la vida y la familia”.

La iniciativa que llevaba ya tres años rondando logró ser aprobada. Esta supone un retroceso a los derechos por la diversidad. Prohibe a las entidades educativas, publicas y privadas, “políticas o programas que tiendan a desviar la identidad”. Incluye ademas frases como “toda persona tiene derecho a su libertad de conciencia y expresión, derecho que implica no estar obligado a compartir conductas y prácticas no heterosexuales”. o “Se prohibe expresamente la declaratoria de unión de hecho a personas del mismo sexo”. 

Además, la ley criminaliza aún más el aborto en el país. En Guatemala el aborto ya estaba penalizado pero la pena contra las mujeres era de 1 a 3 años, la nueva legislación aumentó de 6 a 12 años. Además la reforma al código penal fija penas de prisión de 6 hasta 10 años por difundir o promover el tema del aborto en público o privado, según plantea el artículo 12. 

Los médicos que asistan un aborto también podrían ir a prisión entre 12 a 24 años y enfrentar multas de hasta Q200 mil y ser inhabilitados de su ejercicio hasta 20 años. 

En su justificación la ley dice que tiene como fin proteger a la familia de las corrientes de pensamiento de “minorías” que atentan contra la “moral cristiana”; por lo tanto  prohíbe la educación sexual en los centros educativos públicos y privados. Además, impide que se enseñe sobre diversidad sexual e ideología de género. 

La 5272 que ahora se llama decreto 18-2022, cuando habla de proteger a la familia, se refiere únicamente a las nucleares o tradicionales formadas por un padre, una madre y sus hijos y desconoce la existencia de familias diversas.  

En su justificación la ley dice que tiene como fin proteger a la familia de las corrientes de pensamiento de “minorías” que atentan contra la “moral cristiana”; por lo tanto  prohíbe la educación sexual en los centros educativos públicos y privados. Además, impide que se enseñe sobre diversidad sexual e ideología de género. 

La 5272 que ahora se llama decreto 18-2022, cuando habla de proteger a la familia, se refiere únicamente a las nucleares o tradicionales formadas por un padre, una madre y sus hijos y desconoce la existencia de familias diversas. 

De la Plaza de las Niñas al Congreso.

Las mujeres pasaron de la fiesta a la protesta. A pocos minutos de haber subido al escenario Maiky Graff junto a la artista y dj Leena Bae, una de las jóvenes manifestantes pidió el micrófono para convocar a que todas las presentes se movilizaran en bloque al Congreso de la República para manifestar el rechazo a la ley recién aprobada. Los diputados y diputadas habían aprovechado la manifestación y la fiesta por el 8 de marzo para pasar una ley regresiva y que violenta los derechos humanos de las mismas mujeres y de la comunidad disidente y diversa en el país. La indignación era grande.

Todas caminaron con dirección al Congreso de la República. Algunas esperaron a que finalizara la presentación de Maiky y otras se anticiparon al Congreso. Primero llegó un bloque al lado de enfrente. Pegaron carteles en la puerta y con furia gritaban “no son providas, son asesinos”. Después de al menos 20 minutos de situarse allí y manifestar, el bloque se dividió. Los dos grupos de jóvenes bloquearon la entrada y salida de la 8a. avenida, justo en la 10 calle donde está el parqueo del Congreso. Por al menos media hora las jóvenes impidieron que salieran los vehículos de los congresistas. Gritaban “no nos vamos hasta que se retracten”. El enojo estaba en el ambiente y pocos minutos después, ya siendo 8:30 PM llegó el Procurador de Derechos Humanos a la manifestación. 

Luego, salió del Congreso la diputada Vicenta Jerónimo, quien dijo “ellos pasan una iniciativa que viola todos los derechos de las mujeres, de la niñez y de los pueblos originarios de todos los territorios. La diputada Patricia (Sandoval) fue quien presentó la iniciativa junto a otros diputados, a ella le duele cuando decimos la verdad. En este caso hubo una contradictoria fuerte contra mi persona (por oponerse a la ley)”. Así como los diputados Samuel Pérez, Román Castellanos, Ligia Hernández y Lucrecia Mack. Mack dando declaraciones a las y los manifestantes y a la prensa, enfatizó en que esta ley debía ser vetada por el presidente, Alejandro Giammattei por contener varias inconstitucionalidades. “Él no debió haber vetado la ley de vacunación pero esta ley que tiene a todas las luces, muchas inconstitucionalidades, que irrespeta y viola el derecho a la libre expresión y emisión del pensamiento, también viola la libertad de credo, debería ser vetada”.

El bloqueo se mantuvo al menos 40 minutos más, pues la presencia policial empezaba a aumentar. Al menos 100 agentes fueron enviados para diluir, y aunque podía estimarse que actuarían con violencia para hacerlo, no fue así. Realizaron una cadena humana con la que lograron apartar del portón de salida del parqueo del Congreso a quienes manifestaban, consiguiendo que salieran los vehículos y poco a poco, manifestantes empezaron a retirarse hasta que no quedó nadie.

Plaza de las Niñas (9 de marzo)

El Gobierno de Alejandro Giammattei tomó la Plaza de la Constitución para presentar a Guatemala como “Capital Pro Vida de Iberoamérica”, un nombramiento otorgado por el Congreso Iberoamericano Por La Vida y la Familia, que es dirigido por el méxicano Aáron Lara, conocido por ser un opositor de las legislaciones que buscan despenalizar el aborto en su país.  

“Guate Capital Pro Vida” se lee en una manta colocada en la plaza a pocos metros del altar de 41 cruces que recuerdan que en marzo del 2017, 41 niñas murieron quemadas dentro del Hogar Seguro Virgen de la Asunción. El presidente Giammattei fue el último en tomar la palabra durante el evento. Durante su discurso llamó a la “unidad nacional” y dijo que Guatemala es un país que respeta las disidencias, aunque el decreto 18-2022, dice que las personas no heterosexuales son incompatibles con aspectos biológicos del ser humano. 

Los pronunciamientos en redes sociales fueron vastos y ya varias colectivas, organizaciones y personas planean y realizan acciones en contra de esta ley. Hoy Guatemala amaneció con menos derechos y libertades para las mujeres y comunidad diversa. Hoy está penado legalmente existir afuera de la heteronormatividad, tener un aborto inducido o espontáneo, está penado amar a una persona de tu mismo género. Las mujeres de Guatemala ayer celebraron un día histórico, las calles de la ciudad nunca habían visto una marcha femenina con tanta fuerza y asistencia. Y, aunque finalmente los diputados lograran amargar un poco el día, el recuerdo que queda es el de la fuerza del #8M en Guatemala.

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