NARRATIVA – INVESTIGACIÓN – DATOS

Ilustración podcast Esto No es Normal. Por Diego Orellana.

¿Dónde están los parques del siglo XXI en Guatemala?

En este episodio de “Esto no es normal”, exploramos una realidad invisibilizada: la falta de parques y áreas verdes en las ciudades de Guatemala. Aunque muchos no lo notan, este déficit afecta nuestra calidad de vida, incrementa el calor urbano y refleja un modelo de ciudad que privilegia el concreto sobre la naturaleza.

En las últimas décadas, las ciudades de Guatemala han crecido sin una planificación que priorice espacios verdes y áreas de recreación pública. Este déficit no solo limita el esparcimiento de la población, sino que también agrava problemas ambientales, como el aumento de temperaturas urbanas.

Un país sin parques suficientes

En Guatemala, la falta de parques y áreas verdes es una problemática que ha pasado desapercibida debido a su normalización. Según datos de la Municipalidad de Guatemala, en la capital existen 335 áreas recreativas, de las cuales 242 son parques y 40 son áreas verdes. Sin embargo, la mayoría son pequeños, están en barrancos o son de difícil acceso para la población.

Un estudio de la Encuesta de Evaluación de la Calidad de Servicios Públicos Básicos (ENCASBA, 2019) reveló que, aunque un 72% de los capitalinos considera que los parques están cerca de sus hogares, solo un 42% los percibe como seguros. Además, la distribución es desigual: mientras zonas como la 16 y la 10 cuentan con más espacios verdes, áreas densamente pobladas como la 18, la 7 y la 21 tienen muy pocos.

El modelo de ciudad: prioridad al concreto sobre lo verde

El Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de 2008 ha permitido la construcción en zonas urbanizables, pero no ha garantizado la creación de parques accesibles. Asier Andrés, periodista de No Ficción, explica que el POT ha fomentado la densificación sin corregir el déficit histórico de áreas verdes: “En los años 90 ya había un faltante de 400 hectáreas de parques en la ciudad. Hoy, con más edificios, el problema persiste”.

Además, los pocos parques creados en los últimos años, como el Ecológico La Asunción (zona 5) o el de Pinares del Norte (zona 18), están en barrancos, lo que limita su uso. Bill Barreto, coanfitrión del podcast, señala que estos espacios “son recuperaciones de zonas abandonadas, pero no solucionan la carencia de parques en zonas centrales”.

Consecuencias: islas de calor y menos calidad de vida

Expertos consultados en el programa coinciden en que la falta de vegetación urbana genera “islas de calor”, donde la temperatura puede ser hasta 13°C más alta que en áreas con árboles. América Alonso, arquitecta e investigadora del Iarna-URL, detalla que “en zonas como la 3, 8 o 12, el calor se acumula por la falta de vegetación, mientras que la zona 10 o 16 tienen mejor regulación térmica gracias a sus áreas verdes”.

Luis Olayo, arquitecto del CEUR-USAC, critica que el mercado inmobiliario decida el uso del suelo: “Los desarrolladores priorizan construcciones sobre parques, y las municipalidades no exigen compensaciones suficientes”.

¿Cuál es nuestro panorama, según los expertos?

Para 2050, se estima que el 70% de los guatemaltecos vivirá en ciudades. Sin políticas que prioricen parques accesibles, el problema empeorará. Alonso sugiere que “se necesitan normas claras que obliguen a incluir áreas verdes en nuevos proyectos”, mientras Olayo insiste en que “los municipios deben ejercer su competencia para crear más espacios públicos”.

Mientras tanto, la reflexión queda en el aire: ¿por qué hemos normalizado que nuestras ciudades sean de concreto y no de áreas verdes?

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