NARRATIVA – INVESTIGACIÓN – DATOS

Ilustración de mujeres mayas cocinando para podcast sobre cocina maya y su importancia política cotidiana. Por Diego Orellana.

La cocina, una acción política cotidiana

De la mano de la historiadora K’iche, María Jacinta Xon, el cocinero K’iche, Willy Barreno, y la cocinera y especiera Kaqchikel María Us, nos adentramos en la resignificación de  la cocina más allá de un espacio de opresión para las mujeres de pueblos originarios, y que en los últimos años ha sido posicionado  por las propias mujeres mayas.

Transcripción:

 La gente come su frijol, su pepita, sus hierbas, su tamalito,entonces uno empieza a ver que hay otra comida fuera de la idea de civilización.

Transición de música.

La cocina: una acción política cotidiana

Efecto de sonido:   Sonido de un fósforo y mujer soplando el fuego, sonido de Nixtamal hirviendo, sonidos de instrumentos en la cocina, viento al fondo y canto de gallos. 

Es de mañana en  las comunidades de pueblos originarios de Guatemala y en las cocinas el fuego es lo primero que se prende, con leños, ocote y fósforos. Humo en las chimeneas de las casas, acompañado del canto de los gallos, anuncian que otro día ha comenzado. 

Efecto de sonido:  Agua en una jarra, sonido del fuego y tortillas, ambiente de casa.

Dentro de las cocinas ya está  puesto el comal, el café en una jarra de barro, en otro lado, los frijoles o el nixtamal.  Ese lugar que pareciera ser el corazón de la casa y que le da calor a los demás espacios, es un lugar donde se gesta la vida y una acción política cotidiana. Es un lugar en el que millones de mujeres mayas han construido conocimientos y manifiestan resistencia. 

Música de transición. 

Soy Amanda Chiquitó y en este primer episodio del año 2024 y último de nuestra serie Poblaciones Originarias. En esta ocasión, queremos narrarte a través del pensamiento político y la experiencia culinaria  de nuestras invitadas e invitados lo que ha significado la alimentación como base importante para la subsistencia, la historia e identidad de las poblaciones. 

Exploraremos junto a la historiadora K’iche María Jacinta Xon, Willy Barreno cocinero K’iche, y la cocinera y especiera Kaqchikel María Us, la resignificación de  la cocina más allá de un espacio de opresión para las mujeres de pueblos originarios, y que en los últimos años ha sido posicionado  por las propias mujeres mayas. 

Efecto de sonido piedra de moler.

El libro sagrado de los Kiches, el Popol Vuh hace referencia a la creación de la humanidad  a través del maíz siendo moldeados con el metate por la abuela Ixmukane como dadora de  vida y  fuerza.  

En el testamento de los Xpantzay de Tecpán Guatemala podemos encontrar el siguiente relato, que tiene que ver con la comida y una celebración: “Salieron de allí las parcialidades llamadas Sotzil y Tukuché. Pasaron por Kox y Chobajichal.  Estaba reinando el señor Chimal acat, cuando llevaron a sus mujeres y asus hijos allá donde celebraron con una tajada de venado y una gallina de la tierra y tamalitos envueltos en hojas de canak y una olla de chilate cocido y cigarros”

Desde estos relatos, que cobran gran relevancia para las poblaciones originarias en Guatemala, podemos entender que la alimentación ha sido trascendental desde el inicio de su civilización y creación. 

No obstante, en esta época contemporánea, la cocina y todos los elementos que la componen han ido perdiendo relevancia debido a la incesante globalización y en buena medida a la incomprensión de la visión y estilo de vida de estas poblaciones.  

Efecto de sonido: Ambiente de Sonido cocina, platos, cubiertos y voces. 

Maria Jacinta 

La comida, el qué comer, en dónde comer o con quien comer está atravesado por todas las políticas civilizatorias.

A quien estamos escuchando, es Maria Jacinta Xón historiadora Kiche de Chichicastenango y quien tiene a su cargo una iniciativa culinaria llamada “Proyecto Tux, cocina de origen”. En este proyecto, María Jacinta desafía a la industrialización de la comida y mediante las recetas y técnicas de cocina ancestral resalta los sabores de cada elemento y especies utilizados en los platillos que ofrece. 

María inicia este proyecto inspirada en la conservación de los conocimientos de sus ancestras para revalorizarlas, pero también desde la necesidad del cuidado hacia su hijo.  A partir de que María se convirtió en madre comenzó a pensar en la importancia  de comer bien,  comer sano y de gestionar su propia alimentación.

María Jacinta

 Empiezo a ver la vida desde otra perspectiva y empiezo a entender que  comer, hacer de comer y dar de comer tiene todo un proceso. Y luego dije, pero la gente no supo esto por saberlo y fue cuando de alguna manera empieza mi interés por entender mejor que cocinar. 

Efecto de sonido: Azadón y persona trabajando

Existen  recetas que parecieran ser fáciles, pero que en realidad  requieren de un proceso de espera bastante largo, por ejemplo la pepita de ayote o chilacayote, como se conoce en las comunidades.  Para lograr extraer las semillas de este fruto, las familias esperan que este esté maduro,  esa espera dura alrededor de 6 meses después de haberlo sembrado.  Para cuándo las semillas se han extraído del ayote o chilacayote,  se lava y se pone bajo el sol para que se seque. Cuando las semillas están secas, se ponen a dorar en el comal, para luego molerlas en el  metate o más conocida como piedra de moler. Con ello, se logra una pasta que se agrega  en diversas verduras cocidas, un platillo que se conoce como “Iguashte”, o bien se coloca en los tamalitos. Estos procesos cotidianos son de los que habla María Jacinta, todo tiene un trabajo minucioso. 

Efecto de sonido: Olla hirviendo y sonido de reloj al fondo.

María Jacinta

 Requiere de tiempo, requiere de esfuerzo, requiere de inversión de conocimientos para plantar comida, y eso implica que tenemos que tener cierta seguridad sobre la tierra para decir qué podemos plantar, qué podemos producir semillas, que podemos guardar semillas, que podemos comer semillas al mismo tiempo que tenemos que saber cómo se hace, luego que es lo que se come, luego cómo se cocina. 

Según María Jacinta cada receta es producto de muchos siglos de experimentación,  generación tras generación, de resguardo de conocimiento, de cuidado  y de trabajo en conjunto, algo que no se ve a simple vista porque es cotidiano. 

María Jacinta

 La gente come su frijol, su pepita, sus hierbas, su tamalito,entonces uno empieza a ver que hay otra comida fuera de la idea de civilización.

A lo que María Jacinta se refiere cuando habla de procesos de civilización es que, se nos ha enseñado que lo que las familias cultivan y recolectan en sus pequeñas porciones de tierra, como el frijol, el maíz, las hierbas, semillas y otros son catalogados como sinónimo de pobreza y a lo que tendríamos que aspirar es a ser consumidores de carne y comida rápida.  La crítica y el prejuicio a la forma de alimentación deja por fuera los elementos históricos y políticos que se mezclan con la alimentación.

Yo siento que a lo largo de la historia  hubieron momentos y situaciones que le fueron robando las formas de comer a la gente, otras que resistieron. 

Y así es como en la actualidad son estas poblaciones quienes más han sufrido despojos, ¡de todo tipo! de sus territorios, su idioma, indumentaria, espiritualidad. También de sus recetas culinarias y su  forma de comer. 

Todo esto tiene un impacto directo y negativo en la alimentación, puesto que, al no tener tierras, las oportunidades para cultivar se reducen. 

Antecedentes históricos del país nos remontan hacia los años de 1871-1944, cuando las fincas de café acaparaban a familias enteras o existía  la figura de los  mozos colonos, y ¿qué tiene que ver esto con la alimentación y la cocina? pues mucho, la mayoría de estás familias eran despojadas de todo, no tenían el tiempo para cocinar, no contaban con los recursos económicos  y otros elementos que les permitieran la reproducción del conocimiento en la cocina. 

Por otra parte los sistemas de cofradías, gobiernos comunales y otras formas de organización comunitaria han sido un contrapeso a la pérdida de las recetas y la alimentación. Las herencias culinarias como atoles, recados, semillas, bebidas embriagantes tienen vigencia hasta hoy día, gracias a todas estas redes de personas y expresiones de organización.

María Jacinta

Yo si creo que toda la herencia culinaria es también una herencia en resistencia porque justo todas las recetas corresponden a todos los momentos políticos, a todos los momentos económicos que se van imponiendo a lo largo de las vidas de las personas.

Y es aquí en donde cobra relevancia el papel fundamental de las mujeres en la conservación y el resguardo del conocimiento que por siglos se ha mantenido.  La cocina y la alimentación tienen una estrecha relación política en el quehacer de las mujeres. En los últimos años mujeres mayas de distintas nacionalidades han posicionado la importancia de entender y ver la relación Mujer-Cocina como un centro de gestión de la vida y no solamente como lo plantea la mirada occidental la relación Mujer-Cocina como espacio  privado de opresión. 

María Jacinta

Para entender la cocina, el comer, el qué comer, cuándo comer desde las comunidades tiene muchísimo más que ver con las lógicas de poder que las lógicas del patriarcado solamente. 

Para María Jacinta el poder contra el que pelean las mujeres de pueblos originarios no se centra solamente en el patriarcado ejercido por hombres. Este poder es mucho más integral, la violencia también viene de mujeres ladino mestizas, de clase alta, de clase media, incluso también pobres, siempre y cuando no se consideren mayas.  El prejuicio y la desvalorización del que hacer de las mujeres en lo privado se desata cuando se intenta educar o civilizar a las mujeres con narrativas distintas a las de su cosmovisión. 

¿Cuáles han sido las olas feministas en contra de la opresión del patriarcado? (youtube.com)

Video del trabajo de cuidado, 5:55 6:07

#8MSustentable: Ecofeminismos y la opresión de las mujeres y la naturaleza (youtube.com)

Video 4:38 a 4:32 

En este audio escuchamos una conferencia de la Universidad Pontificia de Chile en el que Teresa Echenique, del Observatorio de género y equidad, habla de los espacios públicos y privados, espacios en donde se asignan roles de género pero además habla también del espacio público como único lugar para hacer política. 

María Jacinta

 Una de las cosas que yo veo, que estas formas de cotidianidad 48:11 están chocando mucho es que el hecho de que las mujeres se forman en ciertos temas de género vienen y les dicen a las mujeres mire, fíjese que lo que usted está haciendo está muy mal, eso de estar en lo doméstico porque venimos y les decimos a las mujeres, usted que ha sido ama de casa 40 años déjeme decirle que ha perdido su tiempo, su vida no ha valido la pena, pero si le preguntamos a esta persona, mire ¿qué es lo que más le gusta hacer a usted?

La lingüista y escritora Mixe Yasnaya aguilar, en su ensayo “Mujeres Indïgenas, fiesta y participación política”, publicado en la revista de la Universidad de México dice, y cito textualmente: “No podemos enmarcar la lucha de las mujeres sin considerar el ambiente imbricado en donde se mezclan el patriarcado, el colonialismo y el capitalismo creando un mundo en el que, a estas alturas, son inseparables” “Los anhelos de las mujeres indígenas serán distintos y responderán a su propio proceso e historia”.  En este ensayo la autora Yasnaya nos plantea un análisis sobre los feminismos y cómo las lógicas de poder siguen permeando en los discursos al no reconocer las propias formas de hacer política de las mujeres indígenas desde sus espacios.   

Esta otra cita, también de Yasnaya, describe perfectamente una de las posturas de las mujeres mixes en México. “Algunas mujeres mayores de mi comunidad no entendían a cabalidad por qué en ciertos discursos las labores de la cocina se veían como un espacio de opresión cuando la preparación y la venta de alimentos les habían conferido a ellas espacios de decisión que antes estaban vedados en la organización política de nuestra comunidad”.  

Efecto de sonido: Mercado.

Las cocinas también significan espacios de negociación para las mujeres,  suelen ser los primeros espacios comunitarios y de creación. También de ciencia, como los procesos químicos que realizan las mujeres en su cotidianidad, al mezclar la cal o ceniza para lograr nixtamalizar el maíz, este es un proceso químico que se repite todos los días. 

El libro “los entramados estructurales, históricos y contemporáneos de las violencias y femicidio contra las mujeres indígenas en Huehuetenango, Sololá y Quiche” publicado por el Movimiento de Mujeres Indígenas Tzúnunija, dice que las acciones políticas rebeldes de las mujeres no son una conducta reciente. Esas acciones son una lucha constante, de estrategias, de voces de sublevación privadas, de rebeliones indirectas y directas que van agrietando la dominación. Las mujeres indígenas construyen y transfieren conocimientos codificados en la oralidad, en el textil,  en los espacios de dominación/resistencia “Las Cocinas” funcionan como agencias de emancipación. 

Efecto de sonido, ambiente de cocina.  

Si bien no hay que romantizar y obviar el hecho de que en los espacios privados existe violencia hacia las mujeres, no significa que  sea cultural, pasa en cualquier espacio por los roles asignados y las tareas impuestas. 

No es un espacio pacifico ojalá lo fuera lo que digo es que hay que politizar los espacios domésticos y no creer lo contrario, que las mujeres que están en lo público van a llevarle luz y armonía, si no más bien desde adentro hay que politizar esos espacios, bueno eso que yo hago aquí es conocimiento, eso que yo hago aquí es aporte a la humanidad, eso que yo hago aquí me da bienestar, eso que yo hago cuidando la tierra, da la oportunidad a las futuras generaciones a que tengan tierra, que tengan alimento, de que sepan de que tienen que cuidar la vida y empieza desde lo que como, de lo que cocino, donde lo obtengo, cómo lo obtengo. 

Y es que es innegable pensar y cuestionar por qué se asignan roles y tareas desde nuestras infancias. Y para entender cómo es salir de las prácticas patriarcales hablamos con Willy Barreno, maya K iche originario de Quetzaltenango.  Él es cocinero desde hace 26 años, es migrante retornado y a raíz de su regreso a Guatemala creó una red binacional, abrió un restaurante llamado café red y fundó una escuela de cocina llamada Red kat.  Para Willy, hablar de sus inicios en la cocina es hablar de su abuela mamá Galla, como cariñosamente le llamaba,  es imaginar el olor al culantro, hierbabuena, cebolla, ajo, tomate junto a la gallina de patio cociéndose en una olla de barro.  Sus primeros acercamientos a la cocina fueron sin duda a través de su abuela y de su madre. Su niñez la recuerda en la cocina de su abuela, una cocina con paredes de palopique, con una estufa de barro y piedra, ollas de barro y la infaltable  piedra de moler.  Además de describirnos la cocina de su abuela, Willy recuerda su infancia con algunas tareas asignadas para él  que por ser hombre le correspondía hacer. No obstante, la necesidad lo llevaría a desafiar estos roles asignados.

Willy Barreno.

Me traes a mi memoria cuando mi papá le encantaba componer los carros aunque no era mecánico pero quería forzarme a mí a querer manejar una llave o un tricket, cambiar una llanta y hasta el día de hoy no lo puedo hacer, entonces en las regañadas me decía ándate con tu mamá, entonces yo me metia a la cocina con mi mamá aunque mi mamá desde este punto de vista, son los años 70 un niño un hombre no está capacitado o correcto que cocine yo siempre disfrute ver a mi mamá cocinar y disfrute su comida.

Efecto de sonido: Sonido de pasos y tren.

Cuando Willy tenía 23 años se vio en la necesidad de desplazarse y migrar solo hacía los Estados Unidos, fue entonces cuando Willy  encontró un empleo en un restaurante.  Durante los 14 años que estuvo viviendo fuera de Guatemala se dedicó a la cocina 

Efecto de sonido: Sonido de ambiente cocina.

Willy Barreno

No puedo dejar de hablar de la comida sin hablar de migración, la migración guatemalteca especialmente de los departamentos del altiplano ha sido masiva hacia los Estados Unidos, la gran mayoría que vamos a los Estados Unidos trabajamos en agricultura, limpieza, cuidado de niños, jardinería y una de las grandes industrias en las que trabajan nuestros compatriotas es la cocina.

A pesar de que Willy estaba a más de 3321 kilómetros de distancia pensaba en los sabores y olores de la comida de sus ancestras, la comida también migraba con Willy. 

Willy Barreno

Una cultura no es solamente el idioma, la forma en la que vestimos y nos comportamos,  la esencia de una cultura es lo que comemos.

 En medio de la añoranza por la sazón de su familia y el consumo voraz de la comida procesada e industrial decidió que a su retorno de Estados Unidos Willy tenía una meta clara: revitalizar la gastronomía y el conocimiento de sus ancestros.

Willy Barreno

Nosotros proponemos que el café red iba a ser un contrapeso y ha sido por 13 años para resistir la influencia de la comida rápida.  Nosotros le llamamos la comida lenta 4:45 mi mamá se toma todo el día para hacer un recado, entonces para mí fue una reculturización y reaprender que son comidas más lentas, una dinámica diferente.

Efecto de sonido: Avión aterrizando.

A su regreso no solo le tocó reaprender, si no también traía consigo un posicionamiento político de lo que significa la alimentación y la importancia para las comunidades de poblaciones originarias de conservar sus tradiciones y recetas milenarias. Además de eso le tocó acostumbrarse a las miradas y en cierta medida a la extrañeza que sentían las mujeres al verlo en la cocina. 

Willy Barreno

Cuando yo regresé a Guatemala a muchas mujeres se les hacía raro que un hombre entrara a la cocina y que cocinara, no es normal especialmente en las comunidades rurales hacer masa o tortillas.Una vez vino un niño del área de sololá, entra a mi casa y él se sorprende porque yo estaba cocinando y mi esposa no y bueno eso es como nos han educado. 

A diferencia del caso del abuelo y padre de María Jacinta, que estaban totalmente familiarizados con el cocimiento de nixtamal y la cocina, el padre de Willy no lo estaba. Sin embargo, los hermanos y sobrinos de Willy han roto con los prejuicios y las asignaciones de roles dentro de sus hogares.  Para este cocinero K’iche’ es sumamente importante que tanto hombres y mujeres cocinen por subsistencia misma.

Willy Barreno

Nosotros vivimos ahora en un sistema rápido de competitividad en donde absolutamente no hay tiempo para cocinar y eso crea un desligue entre madres e hijas o padres e hijos. 

María Jacinta también opina que cocinar nos da la posibilidad de comer rico y saludable,  con el paso de los años eso nos permite tener mejor salud y vidas más longevas, por el contrario no todo lo que creemos empoderador nos permite un bienestar a nuestras vidas.

En la mayoría de los países de Mesoamérica la alimentación está atravesada por su historia con el campo, el maíz, el frijol, las calabazas, las hierbas, estas son infaltables en los hogares. Así lo han demostrado múltiples estudios realizados en la comunidad de Nicoya en Costa Rica, esta comunidad es uno de los puntos del planeta en donde mayor número de personas centenarias habitan, y ¿cuál ha sido la clave? claro hay muchos factores, pero la alimentación ha sido determinante.

Súper Humanos Cerca de 800 habitantes con más de 90 años viven en localidad de Nicoya (youtube.com)

En estos casos la relación de la comida, cocina y mujeres ha sido fundamental para conseguir también vidas plenas.

María Jacinta

comer rico y saludable permite muchísimas cosas más, que pasar horas y horas en el tráfico creyendo que ganar dinero en una oficina nos permite mayor calidad de vida, 53:03 nos permite mayor dinero para gastar más en otro tipo de comida. 

La cocina es y seguirá siendo la aliada de muchas mujeres, que en medio de su cotidianidad ven en ese espacio un intercambio de conocimientos, momentos de alegría y ritualidad.  Ese es el caso de María Us,  una cocinera y especiera Kaqchikel de San Juan Sacatepéquez, Guatemala.  María Us tiene 63 años y es la encargada de realizar platillos ancestrales en su comunidad. Desde hace 13 años las familias sanjuaneras y cofradías la buscan para cocinar en bodas, bautizos, cumpleaños y pedidas de mano.  La historia de Maria es similar al de muchas mujeres en Guatemala, desde niña emprendió su camino hacía la ciudad para trabajar en los mercados de la ciudad capital.

Efecto de sonido: Mercado

Maria Us

Cuando yo era niña solo vendiendo en el mercado allá en la placita, ahí vendía, ahí crecí y después luego cambié de lugar, vine aquí en la Florida, hace poco dejé de vender  y ya me vinieron a buscar para cocinar. 

María no tuvo un acercamiento a la cocina y a las recetas ancestrales a través de su familia, por el contrario ella aprendió a cocinar fuera de su círculo familiar, aprendió porque compartía con las familias en donde trabajaba.  Con el paso de los años se involucró cada vez más y participaba en fiestas comunales ayudando,  ahí aprendió el cálculo de los ingredientes y cuando se sintió con la capacidad de cocinar en una festividad lo hizo.  

María Us

Pues fíjese pues, que yo hacía mi comida aquí en mi casa, entonces y digo somos tanto, tanto se hecha, yo solo vendía y después que me llamaron, poco a poco fui así en fiestas grandes. 

María ahora es conocida por la comunidad, no solamente por ser portadora de conocimientos en la cocina, sino que comparte un ritual ancestral muy especial. Ella le habla al fuego, a las ollas, dice que cada elemento tiene una energía y para que la sazón le salga perfecta ella no puede dejar de pedir permiso a las cocinas antes de usarlas. 

María Us

Siempre bendicen la gallina, echan su incienso, su pom, sirven la primera copa entonces uno lo recibe,entonces lo que uno lo recibe lo riega pues atras de las ollas en donde uno hace la comida, entonces te dan la otra copa para regar detrás de donde están los baños de gallina, ahí al lado, digamos que ahí está el fuego y ahi saca uno la gallina. 

Las cocinas en las comunidades de pueblos originarios son así, están llenas de historias, de rituales, de elementos que cobran vida, de resistencias y de alegría. 

María Us

13:02 Para mi es bonito ir a cocinar, pues como le digo uno conoce más personas, platicamos, sonreímos, otros cuentan un chiste, tras otro. Ese espacio para mí es como que uno se relaja un poco también porque conoce a varias personas.

Efecto de sonido: Marimba

A María le gusta cocinar, María no busca un empoderamiento por fuera, encuentra solidaridad, apoyo, distracción y satisfacción al momento de servir su comida.  Por lo general las jornadas festivas en las comunidades son extensas, requieren de mucho esfuerzo y tiempo, pero el trabajo en comunidad, en colectividad, hace que la carga de trabajo no se sienta, el apoyo entre mujeres aquí es fundamental, tal y como lo dice María Jacinta. 

María Jacinta

Siento que es muy poco probable que haya una politización de la vida realmente que traspasa por uno, si no se descubre la ternura, el conocimiento, lo que significa el conocimiento de las otras mujeres, no solo como mujeres víctimas de la historia y del patriarcado sino como mujeres en esos espacios domésticos que han luchado, que resisten, que transmiten, que descubren, que conocen, que construyen conocimiento y ternura 

Transición de música. 

En pleno siglo XXl, en esta época contemporánea,estamos ante un inminente peligro de industrialización de la alimentación, un inminente peligro de perder siglos de conocimiento culinario, si dejamos de ver a la cocina como un espacio de castigo y opresión y volverlo un espacio resiliente de subsistencia vamos a poder gestionar nuestra propia vida. 

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