NARRATIVA – INVESTIGACIÓN – DATOS

TEDEFE elecciones del deporte federado

La cooptación del deporte en Guatemala empieza por el control de las elecciones deportivas. En los procesos democráticos del deporte se eligen a los dirigentes, que tienen la última palabra sobre el manejo de los recursos asignados a CDAG, COG, federaciones y asociaciones nacionales. Hay un árbitro, el Tribunal del Deporte Federado (TEDEFE), pero ante los vicios de la democracia deportiva sus poderes son limitados.


Aquí la democracia tiene reglas que se cuestionan. Los procesos electorales del deporte federado guatemalteco son una competencia en la que todos –como jugadores de un torneo de Fortnite o Last Men Standing (solo el último puede ganar)– buscan que los otros contendientes queden eliminados a toda costa; que nadie quede en pie ya sea antes, durante o después de la batalla; que nadie quede intacto.

Este es el lado B del deporte, el lado democrático donde se esconden las formas más desleales de competencia. Un mundo que en general a casi nadie le importa, pero en el que se juega la representatividad, el gobierno, de todo el deporte federado.

Más de 100 convocatorias electorales en un año.

Más de media centena de renuncias y puestos vacíos que se deben “reparar” con nuevos candidatos.

Un limbo político con decenas de comités interinos que no ganaron por la vía electoral la representación de cada disciplina, y funcionan –puestos a dedo– como pequeños caciques de los altos mandos del deporte de alto rendimiento.

En juego está el control de Q250 millones de quetzales (la cuarta parte del presupuesto constitucional que se asigna al deporte en Guatemala) repartidos entre 46 federaciones y asociaciones cada año.

La democracia del deporte federado transcurre entre boicots, afrentas legales y cuestionamientos. Y así los participantes de las contiendas electorales del deporte se van anulando unos a otros. Las planillas desaparecen. Los competidores hacen trampa. Y la legitimidad, al final, queda envuelta en supersticiones judiciales y demasiada incertidumbre.

Hay un árbitro, un Tribunal Electoral del Deporte Federado (TEDEFE), que en esta democracia deportiva, busca que las reglas se respeten. Pero es un árbitro casi maniatado. Un árbitro supeditado a la decisión de los ganadores de cada elección y sus componendas entre asociaciones y federaciones deportivas. El padrón (nombre y número de votantes), por ejemplo, no les pertenece. Y su autonomía está subordinada a la Confederación Deportiva Autónoma Guatemalteca (CDAG), quienes deciden (y condicionan) su presupuesto cada año. El TEDEFE es un árbitro del cual es fácil burlarse desde los graderíos, porque, aunque lo intente, todo lo deja pasar. Los que compiten saben muy bien que su árbitro tiene poderes limitados.

Elecciones de Comité Ejecutivo de Asociaciones Deportivas Departamentales
La cooptación del deporte en Guatemala empieza por el control de la democracia deportiva. FOTO: Sandra Sebastián.

Quetzaltenango, Quetzaltenango, 21 de julio de 2018

Nunca había estado en una elección deportiva. Es algo que pocos saben que ocurre y apenas tiene publicidad. Uno ve los estadios, de cada pueblo, de cada ciudad, los albergues deportivos o las casas del deportista y eso es todo: edificios gigantes y derruidos. Se piensa que dentro ocurre algún partido, algún torneo y una que otra competencia o entrenamiento. Pocas veces algo más. Pocas veces unas elecciones.

Por ejemplo: el 21 de julio de 2018 se convocaron a más de 25 elecciones para puestos de comité ejecutivo y algunos órganos disciplinarios, entre asociaciones municipales, asociaciones departamentales y federaciones nacionales en distintos lugares de Guatemala. Rugby, Natación, Pentatlón Moderno, Atletismo, Fisiculturismo, Tenis de campo, Softbol, Boliche, Voleibol, Esgrima, Bádminton, Gimnasia… Ese día, sin embargo, solamente dos de todos los procesos electorales se llevaron a cabo.

Según el TEDEFE, muchos candidatos o no cumplieron con los requisitos legales para participar o recibieron impugnaciones (quejas) por parte de sus propias asambleas, y sus planillas fueron desechadas. O nadie, como ocurrió en algunos casos, atendió la convocatoria.

Más de 20 elecciones se han pospuesto desde entonces sin fecha clara de realización definitiva.

Las que sí se llevaron a cabo –Esgrima y Softbol de Quetzaltenango– lograron llenar los requisitos y sus elecciones fueron un hecho, pero con una única planilla. Es decir, elecciones de un solo candidato sin competidores. La paradoja consiste en que, a pesar de que todos saben quién será el ganador, todos los electores registrados tienen que votar. Es un poco absurdo y decididamente complejo.

Ese día de julio de 2018, no obstante, a la hora programada de la convocatoria, nadie se había presentado. Ni candidatos, ni deportistas, ni entrenadores, ni delegados del TEDEFE. En Quetzaltenango, la casa del deportista es pequeña. Unas ocho habitaciones con colchonetas, pesas, mesas de ping pong. Únicamente el conserje, llamado Víctor, se encargaba de que un par de mesas estuvieran listas para llevar a cabo las elecciones de Esgrima y Softbol. Lo demás era silencio, acompañado de una tarde extraña de sol radiante pero con aire gélido. Media hora… una hora… Nadie. El conserje se sorprendía (y se compadecía) de que hubiera cobertura periodística para este tipo de elecciones tristes. “Por lo regular es así”, decía el conserje resignado, intentando matar el tiempo y el aburrimiento. “El primer día no viene nadie. El segundo día solo se necesita un voto para que alguien gane”, sonreía.

Entérate: por extraño que parezca cada elección de dirigentes deportivos contempla dos días de proceso electoral. El primer día, para que se lleven a cabo las elecciones, debe haber un quorum mínimo de la mitad más uno de todos los votantes registrados. Si esto no se cumple, las elecciones se repiten el siguiente día, donde sólo es necesario un elector para validar el proceso y escoger un ganador.

“Entonces todos saben que el primer día no es necesario llegar. Que el segundo día es el importante”, dice el conserje, que por su tono, a esta hora, ya no espera que suceda nada. Incluso bromea con cerrar las instalaciones. Pero no lo hace; la sonrisa siempre intacta.

En su trabajo, explica, ha sido testigo de distintas elecciones deportivas. Padrones de 600 personas que no llegan a quorum el día de las elecciones y repiten al siguiente día con tan solo 5 o 7 votos. O padrones con más de la mitad de personas que ni siquiera practican una disciplina deportiva. O bien, padrones triples o quíntuples al momento de llegar a las votaciones y lo complican absolutamente todo.

Se trata, en todo caso, de una democracia extraña. Pero que poco a poco explica una cooptación de todo el sistema deportivo federado.

Elecciones de Comité Ejecutivo de Asociaciones Deportivas Departamentales
El conserje de la Casa del Deportista de Quetzaltenango se prepara para dar inicio a las elecciones de las asociaciones departamentales de Esgrima y Softbol. FOTO: Sandra Sebastián.

Ciudad de Guatemala, Guatemala. Congreso de la República, 27 de julio de 2018

“Las elecciones del deporte básicamente son ridículas”, exclamaba la diputada Karina Paz, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), en su oficina del Congreso de la República de Guatemala. Frente a ella, las máximas autoridades del TEDEFE buscaban alguna salida a la batería de preguntas durante la citación formal ante la parlamentaria.

–¿Por qué no se publican las convocatorias a elecciones de cada federación? – lanzaba acuciosa la diputada.

Y acá, en esta pregunta, la ciudadanía entera (aunque sea mucho decir), se entera de que los dirigentes deportivos de cada federación guardan herméticamente el aviso del TEDEFE sobre la apertura a elecciones dentro de un círculo muy pequeño de personas. Los deportistas no se enteran. Los entrenadores no se enteran. La asamblea tampoco. Es un modus operandi de cooptación electoral, dice la diputada. Saben los que tienen que saber y son los que exactamente participan. Es decir, los que vuelven a ganar. Los que inscriben sus planillas.

–La ley no nos lo permite señora diputada. Cada federación debe hacer la publicidad de los eventos electorales– tartamudea el presidente del TEDEFE, Jacobo Reyes Ruiz. Esta es quizá la primera vez que el mayor árbitro electoral del deporte en Guatemala, de manera oficial en el Congreso de la República, tiene la forma de una persona humana. Se deja ver en público. Aunque de momento, las palabras no le salen. 

Entérate: Los integrantes del TEDEFE son seis, cuatro titulares y dos suplentes. El Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG) escoge a dos titulares. El Colegio de Profesionales de Ciencias Económicas (CPCE) escoge a otros dos. Y los suplentes corren a cargo de la Confederación Deportiva Autónoma Guatemalteca (CDAG) y del Comité Olímpico Guatemalteco (COG). (Paréntesis: “Los suplentes son como buitres que observan y respiran sobre el hombro, son exactamente como esbirros mandados a avisar sobre cada movimiento electoral. Son los suplentes los que trabajan sucio para los altos mandos del deporte federado. Así saben la agenda y cómo controlar las elecciones a nivel nacional”, dice un ex miembro titular del TEDEFE durante una breve entrevista bajo el acuerdo de confidencialidad.)

–¿Por qué nadie sabe el nombre de los candidatos a los distintos cargos del deporte federado hasta apenas horas antes de una elección? ¿Por qué nadie sabe quiénes participan? – interroga la diputada Paz. Su tono es inclemente.

Aunque para beneficio de nosotros, en esta nueva pregunta, nos enteramos de que el TEDEFE (por ley, la Ley del Deporte y la Recreación) convoca a participar tan sólo 15 días antes de cada evento electoral. Y el listado de electores (el padrón), es recibido en un plazo previo de 72 horas a las votaciones. En otras palabras, los deadlines son sumamente ajustados. Sólo quien esté verdaderamente interesado sabe lo que pasa a nivel electoral en cada federación u asociación deportiva. Lo que quiere decir, casi nadie.

 –Lo que pasa señora diputada, el problema señora diputada, está en el diseño de las elecciones del deporte. Hecha la ley, hecha la trampa. Hay que recordar que la asamblea de CDAG es la que aprobó y armó nuestro reglamento como Tribunal del Deporte Federado– se queja el presidente del tribunal, Reyes Ruiz.

De nuevo –y todo está grabado– conocemos otra intimidad de este gran árbitro electoral del deporte ahora mismo encarnado por Reyes ante la parlamentaria, y que se antoja aquí describir la escena un tanto en código freudiano: el TEDEFE se queja de quién lo alimenta. Tras un berrinche o dos (quizás cuatro) nos enteramos de los múltiples esfuerzos abnegados del TEDEFE por modificar la ley y los procedimientos electorales, en aras de la transparencia. Pero hay un detalle: si se quejan o cuestionan a sus patronos en la CDAG, su presupuesto se viene abajo. “Ya ha ocurrido. Ya hemos planteado reformas a las elecciones deportivas. ¿Qué pasó? Nos bajaron el presupuesto señora diputada”. Reyes y su asesor, el abogado Diego Montufar, emocionados y conmovidos, se lanzan a la apología de la conmiseración y la clemencia –su tono, no obstante, se enfatiza y percibe como verdadero– y así señalan que los máximos dirigentes de CDAG y COG los tienen maniatados.

El máximo juez electoral del deporte federado se presenta a sí mismo como un ente que expela derrota y un poco de baja autoestima. Al menos es la idea que instala sobre el arbitraje que desempeña el TEDEFE.

«Este es el lado B del deporte, el lado democrático donde se esconden las formas más desleales de competencia». 


Quetzaltenango, Quetzaltenango, 21 de julio de 2018

De regreso a la casa del deportista de Quetzaltenango, finalmente –hora y media después de la hora establecida– se ha presentado un pequeño grupo de señoritas muy arregladas. Hay vestidos y zapatillas de tacón. Hay mucho maquillaje. El ambiente huele a perfume. Y hay una mezcla de aromas extraño en todo el lugar: sudor seco y flores.

Las señoritas preguntan dónde tienen que votar. Se trata del equipo de softbol femenino de Quetzaltenango en pleno. Y básicamente integran toda la asociación deportiva departamental de ese deporte. Algunas de ellas se han arreglado para venir a votar.

Al mismo tiempo, los delegados del TEDEFE han entrado al lugar y ordenan las mesas de votación. También los representantes del TEDEFE hacen su aparición. Nos enteramos que delegados y representantes no son la misma cosa. Unos son más importantes que otros. Por ejemplo, los representantes del tribunal, traen consigo las boletas electorales. El padrón. Y el nombre de los candidatos de las planillas únicas que buscan dirigir Esgrima y Softbol en Quetzaltenango.

Toda la organización del “evento deportivo” electoral se torna vertiginoso y ocurre estresantemente muy rápido. Al cabo de diez minutos –papelería, folders, bolsas, registros, lapiceros en orden– todo está listo para que inicien las elecciones. Sin embargo, nadie de los deportistas se mueve.

Elecciones de Comité Ejecutivo de Asociaciones Deportivas Departamentales
Los delegados deportivos preparan el espacio para las elecciones en Quetzaltenango. FOTO: Sandra Sebastián.

En un respiro, los delegados electorales –prácticamente encargados de todo el evento una vez que reciben las boletas y las planillas– conceden una entrevista. Jaqueline Barrientos se encarga esta tarde de la elección de Esgrima. E Ignacio Saenz es responsable de la elección de Softbol. El pequeño grupo de señoritas/deportistas se acerca y forma un círculo alrededor de las preguntas. Se antoja pensar que tienen una predisposición interesada similar a la que se puede tener cuando uno está alrededor de una fogata. A lo mejor quieren escuchar a los delegados deportivos contar sobre la mayor leyenda (casi surrealista) en la democracia deportiva: la gran batalla legal de 2013 por el control del Comité Olímpico Guatemalteco (COG).

Probablemente el gremio de deportistas no recuerda todos los detalles, pero los delegados lo resumen así:

Decenas de cuestionamientos a los árbitros electorales.

Docenas de amparos e impugnaciones en contra de uno y otro candidato.

La anulación y repetición completa de todo el proceso electoral.

El retorcimiento ad infinitum de las reglas para la inscripción de cada una de las planillas.

La manipulación legal de las decisiones del gran tribunal del deporte federado.

El juego sucio de los candidatos para dirigir el deporte de alto rendimiento.

La necedad de participar y ser electo a toda costa.

Los arreglos económicos previos con federaciones, asociaciones y trabajadores en general de todo el deporte federado.

La cooptación electoral para la captura del deporte federado.

En octubre de 2013, Sergio Arnoldo Camargo (expresidente del COG 2009-2013) y Gerardo Aguirre Oestmann (expresidente de CDAG 2009-2013 y actual presidente del COG 2018) se disputaron la máxima dirigencia del deporte olímpico guatemalteco haciendo trampa. Ninguno podía participar. Ninguno cumplía los requisitos. Y a pesar de todo, desafiaron el sistema electoral del deporte. Las zancadillas legales fueron los recursos más relevantes que finalmente permitieron tener un ganador.

planillas COG

Entérate: Hay límites específicos para dirigir el deporte guatemalteco. No cualquiera puede hacerlo. Hay reglas. Por ejemplo: Nadie puede ser reelecto inmediatamente a un cargo de directivo hasta transcurrido un periodo igual al puesto que ocuparon (Sergio Camargo como ex presidente del COG 2009-2013 intentando ser candidato del COG para 2013-2017). Otra: Nadie puede ser candidato a un cargo dentro del deporte federado si ocupa algún puesto dentro de algún comité ejecutivo del deporte federado (Aguirre siendo presidente de CDAG 2009-2013 postulándose como candidato para dirigir el COG para 2013-2017).

Para el guatemalteco promedio, escuchar la pronunciación del nombre de sus jefes siempre es algo incómodo. Pero también produce morbo. Mencionar a los altos mandos del deporte federado hace que los representantes del TEDEFE se acerquen al círculo formado por delegados, deportistas, un conserje y un periodista. Ellos son Damaris Oliva y Mario Delcompare. Y con su presencia, la historia se vuelve más interesante.

Según los archivos de TEDEFE, tres planillas se disputaron el COG en 2013. Durante la primera calificación, la planilla de Sergio Camargo fue aprobada con “Ok” para participar debido a que un acuerdo de 2003 y otro de 2011 del TEDEFE, en conjunto, establecieron que la prohibición a ser reelecto, con base a la Carta Olímpica, no aplicaba para los candidatos del COG por tener “autonomía internacional”. Pero fue hasta el día de las elecciones, ya en horario de votaciones, que un tribunal de amparo del municipio de Villa Nueva determinó que la planilla de Camargo podía participar.

La planilla de Gerardo Aguirre, en cambio, quedó fuera. Y era claro el por qué: sin haber terminado su mandato como presidente de CDAG no podía participar. Era ilegal. Pero había renunciado un poco a destiempo con el propósito de participar en las elecciones del COG. Y su candidatura era, como se expone en su expediente de participación ante el TEDEFE, “una amenaza constitucional”.

Había otra planilla. Pero anodina. “Sin votos potenciales”, dice uno de los delegados acá en Quetzaltenango. La única legal. Con Sandra Yanira Hernández a la cabeza. Una desconocida. Y una metáfora de que llenar todos los requisitos para participar en una elección del deporte no sirve para nada.

El día de las elecciones (19/10/2013) Camargo ganó la reelección en el COG con 25 votos a cero (y 21 ausencias). Todo un campeón, con poco más de la mitad del padrón más uno. Aunque tras ocho amparos, tres impugnaciones, y un juicio de cuentas en el que se le acusaba de haber entregado uniformes a personas ajenas a la delegación guatemalteca de los juegos Panamericanos de Guadalajara en 2011, Camargo tendría que renunciar como candidato. El tribunal de cuentas ratificó la sentencia en junio de 2013 –unos meses antes de las elecciones en el COG–, y Camargo (aunque no sepamos si cumplió) fue sentenciado a pagar Q157 mil 142 para resolver su caso.

Dice la ley del deporte: “Limitaciones en el cargo: el que haya sido condenado en sentencia firme en cualquier juicio de cuentas”. Y Camargo encajaba en esta limitante.

La Corte de Constitucionalidad (CC), en un amparo provisional, explicó que “Camargo participó sin poder participar” (SIC) y los magistrados de la alta corte, como recuerdan ahora los delegados deportivos, decidieron anular las elecciones de COG 2013. La repetición de todo el proceso electoral fue una orden.

elección camargo

En este punto de la historia, un chico de unos 16 años vestido de gimnasia –guantes con polvo de magnesio, licra y vendajes en las muñecas– ha entrado estrepitosamente a la casa del deportista de Quetzaltenango e interrumpe la entrevista. Su presencia corta el diálogo y hace recordar que las elecciones de esta tarde de julio de 2018 deben realizarse.

La anécdota de Camargo vs. Gerardo Aguirre de 2013 se ha vuelto tediosa y hay varios bostezos, una tos y varias muecas de cansancio por parte del equipo de softbol. El desenlace se retomará más adelante, al final de la tarde. Mientras tanto, el chico estrepitoso de gimnasia pregunta dónde le toca votar. Y los delegados y representantes del TEDEFE son amables al decirle que las elecciones de gimnasia no se llevarán a cabo. Al parecer, no hubo candidato.

Ahora todos vamos a ver la elección departamental de Esgrima de Quetzaltenango. Por fin, una elección en vivo y a todo color. El evento se realizará en una de las ocho habitaciones de la casa del deportista. La delegada Barrientos inicia la ceremonia. Abre el folder con el padrón que enlista el nombre de nueve personas y mira a su alrededor. Hay dos personas únicamente en el salón (y un conserje y un periodista). Uno de los electores, para colmo, no ha traído su DPI. Y la otra practicante de esgrima es menor de edad. Anotamos: “Las elecciones deportivas de Guatemala suman absurdo tras absurdo hasta que se tornan algo encantador”. Tras 20 minutos de silencio, el evento se declara desierto. Se repetirá el siguiente día. Y mientras eso sucede, los dos atletas que practican esgrima se ponen de acuerdo para que sólo uno de ellos regrese a votar. Es decir, un voto único para una planilla única: un ganador.

*****

He asistido a diversas coberturas electorales. Por lo general están acompañadas de mucho alboroto. Mucha gente. Incluso las que uno pensaría que no son importantes, como las elecciones de abogados para cargos en cortes judiciales o la de Contralor General de Cuentas, que mediante comisiones de postulación, mueven interés, dinero. Elecciones para escoger decanos de facultad. Elecciones presidenciales. Los días de elecciones generales hay gente que es llevada en buses para votar. Gente que almuerza a costas de los partidos políticos. Gente enojada. Gente feliz. Pero en cada proceso, a pesar de todo, existe (y es constante) la ilusión de que no te están tomando el pelo. Que la democracia funciona. Que hay alguna legitimidad.

Todo lo contrario sucede en las elecciones del deporte federado. Las contradicciones se suman a cada instante. Y uno simplemente deja de creer.

Elecciones de Comité Ejecutivo de Asociaciones Deportivas Departamentales
El delegado deportivo del TEDEFE revisa que haya quórum suficiente para llevar a cabo las elecciones de la asociación departamental de Softbol de Quetzaltenango. FOTO: Sandra Sebastián.

A esta hora, al parecer, por fin veremos un proceso de elección deportiva llevarse a cabo. En el espacio habilitado para las votaciones de Softbol de la casa del deportista de Quetzaltenango, el delegado del TEDEFE, de apellido Saenz, anuncia que hay quorum suficiente. De 17 personas en el listado, 15 esperan poder votar. Son las señoritas de vestido y tacones las que podrán emitir el sufragio.

Marcela Contreras, la candidata a presidenta de Softbol, es rubia, joven y tiene ojos de avellana. Para estas elecciones porta un vestido de noche y zapatillas descubiertas. Dice que la historia es sencilla: hace un año el presidente de la junta directiva renunció y en consecuencia, junto a sus compañeras, se organizaron para que hoy finalmente exista un gobierno para su asociación. Caso contrario, dice, hay problemas para ejecutar el presupuesto equivalente a Q15 mil.

Entonces nos enteramos de que una asociación sin presidente puede desaparecer. Lo cual es un problema para el deporte federado. Para que exista una Federación deportiva, se necesitan al menos cinco asociaciones nacionales. Softbol solo tiene tres y por lo tanto no es Federación, solamente Asociación Nacional.

En tanto sus compañeras votan, Contreras muestra real interés por el desenlace en la leyenda (surrealista) de las elecciones del COG de 2013. “¿Quién ganó?”, pregunta. Y a pesar de que Gerardo Aguirre es todavía presidente del COG en 2018 (y a pesar de haber sido presidente de la Asociación Nacional de Softbol en los años noventa), su nombre le resulta particularmente lejano y ajeno. No obstante, la candidata tiene curiosidad por saber la clase de mundo a la que enfrentará en caso se convierta en dirigente deportivo. Pero los delegados han dejado la historia sin desenlace.

Según el archivo del TEDEFE –visitado más tarde y que se puede describir como un lugar donde resulta fácil imaginar a Kafka siempre aburrido–, la repetición para elegir junta directiva del COG en 2013, se programó para el 7 de Diciembre de ese año. Camargo fuera. Y Gerardo Aguirre pues… apenas minutos antes de la elección llegaba la notificación de la CC en la que se le permitía participar a pesar de haber renunciado, en términos dudosos, a la presidencia de CDAG. 

Con 28 votos a favor, 6 nulos y 2 para la otra candidata de apellido Hernández, Gerardo Aguirre fue electo presidente del COG en 2013. En 2017 logró su reelección para otros cuatro años. Esta vez, nadie apareció para oponerse.

elección Aguirre

*****

Cuando uno examina varios de los procesos electorales en el archivo del TEDEFE, hay una nuevas características que resaltan oportunas para describir a este árbitro electoral del deporte: casi todos los procesos electorales necesitan algún permiso de CDAG.

Sin el consentimiento de CDAG, el padrón no es aprobado.

Sin la firma de CDAG, la aprobación de los candidatos y sus respectivas planillas no es autorizada.

Si la CDAG no acredita las renuncias y puestos vacantes, la convocatoria a una elección resulta imposible.

La sensación que queda es que CDAG es quien realmente controla los procesos electorales del deporte. El TEDEFE es un gran observador. Un árbitro que aparenta ser juez pero que recibe órdenes de sus subordinados.


Quetzaltenango, Quetzaltenango, 21 de julio de 2018
De regreso a la casa del deportista de Quetzaltenango, finalmente –hora y media después de la hora establecida– se ha presentado un pequeño grupo de señoritas muy arregladas. Hay vestidos y zapatillas de tacón. Hay mucho maquillaje. El ambiente huele a perfume. Y hay una mezcla de aromas extraño en todo el lugar: sudor seco y flores.
Las señoritas preguntan dónde tienen que votar. Se trata del equipo de softbol femenino de Quetzaltenango en pleno. Y básicamente integran toda la asociación deportiva departamental de ese deporte. Algunas de ellas se han arreglado para venir a votar.
Al mismo tiempo, los delegados del TEDEFE han entrado al lugar y ordenan las mesas de votación. También los representantes del TEDEFE hacen su aparición. Nos enteramos que delegados y representantes no son la misma cosa. Unos son más importantes que otros. Por ejemplo, los representantes del tribunal, traen consigo las boletas electorales. El padrón. Y el nombre de los candidatos de las planillas únicas que buscan dirigir Esgrima y Softbol en Quetzaltenango.
Toda la organización del “evento deportivo” electoral se torna vertiginoso y ocurre estresantemente muy rápido. Al cabo de diez minutos –papelería, folders, bolsas, registros, lapiceros en orden– todo está listo para que inicien las elecciones. Sin embargo, nadie de los deportistas se mueve.

Elecciones de Comité Ejecutivo de Asociaciones Deportivas Departamentales
Los delegados deportivos preparan el espacio para las elecciones en Quetzaltenango. FOTO: Sandra Sebastián.

En un respiro, los delegados electorales –prácticamente encargados de todo el evento una vez que reciben las boletas y las planillas– conceden una entrevista. Jaqueline Barrientos se encarga esta tarde de la elección de Esgrima. E Ignacio Saenz es responsable de la elección de Softbol. El pequeño grupo de señoritas/deportistas se acerca y forma un círculo alrededor de las preguntas. Se antoja pensar que tienen una predisposición interesada similar a la que se puede tener cuando uno está alrededor de una fogata. A lo mejor quieren escuchar a los delegados deportivos contar sobre la mayor leyenda (casi surrealista) en la democracia deportiva: la gran batalla legal de 2013 por el control del Comité Olímpico Guatemalteco (COG).
Probablemente el gremio de deportistas no recuerda todos los detalles, pero los delegados lo resumen así:
Decenas de cuestionamientos a los árbitros electorales.
Docenas de amparos e impugnaciones en contra de uno y otro candidato.
La anulación y repetición completa de todo el proceso electoral.
El retorcimiento ad infinitum de las reglas para la inscripción de cada una de las planillas.
La manipulación legal de las decisiones del gran tribunal del deporte federado.
El juego sucio de los candidatos para dirigir el deporte de alto rendimiento.
La necedad de participar y ser electo a toda costa.
Los arreglos económicos previos con federaciones, asociaciones y trabajadores en general de todo el deporte federado.
La cooptación electoral para la captura del deporte federado.
En octubre de 2013, Sergio Arnoldo Camargo (expresidente del COG 2009-2013) y Gerardo Aguirre Oestmann (expresidente de CDAG 2009-2013 y actual presidente del COG 2018) se disputaron la máxima dirigencia del deporte olímpico guatemalteco haciendo trampa. Ninguno podía participar. Ninguno cumplía los requisitos. Y a pesar de todo, desafiaron el sistema electoral del deporte. Las zancadillas legales fueron los recursos más relevantes que finalmente permitieron tener un ganador.

planillas COG

Entérate: Hay límites específicos para dirigir el deporte guatemalteco. No cualquiera puede hacerlo. Hay reglas. Por ejemplo: Nadie puede ser reelecto inmediatamente a un cargo de directivo hasta transcurrido un periodo igual al puesto que ocuparon (Sergio Camargo como ex presidente del COG 2009-2013 intentando ser candidato del COG para 2013-2017). Otra: Nadie puede ser candidato a un cargo dentro del deporte federado si ocupa algún puesto dentro de algún comité ejecutivo del deporte federado (Aguirre siendo presidente de CDAG 2009-2013 postulándose como candidato para dirigir el COG para 2013-2017).
Para el guatemalteco promedio, escuchar la pronunciación del nombre de sus jefes siempre es algo incómodo. Pero también produce morbo. Mencionar a los altos mandos del deporte federado hace que los representantes del TEDEFE se acerquen al círculo formado por delegados, deportistas, un conserje y un periodista. Ellos son Damaris Oliva y Mario Delcompare. Y con su presencia, la historia se vuelve más interesante.
Según los archivos de TEDEFE, tres planillas se disputaron el COG en 2013. Durante la primera calificación, la planilla de Sergio Camargo fue aprobada con “Ok” para participar debido a que un acuerdo de 2003 y otro de 2011 del TEDEFE, en conjunto, establecieron que la prohibición a ser reelecto, con base a la Carta Olímpica, no aplicaba para los candidatos del COG por tener “autonomía internacional”. Pero fue hasta el día de las elecciones, ya en horario de votaciones, que un tribunal de amparo del municipio de Villa Nueva determinó que la planilla de Camargo podía participar.
La planilla de Gerardo Aguirre, en cambio, quedó fuera. Y era claro el por qué: sin haber terminado su mandato como presidente de CDAG no podía participar. Era ilegal. Pero había renunciado un poco a destiempo con el propósito de participar en las elecciones del COG. Y su candidatura era, como se expone en su expediente de participación ante el TEDEFE, “una amenaza constitucional”.
Había otra planilla. Pero anodina. “Sin votos potenciales”, dice uno de los delegados acá en Quetzaltenango. La única legal. Con Sandra Yanira Hernández a la cabeza. Una desconocida. Y una metáfora de que llenar todos los requisitos para participar en una elección del deporte no sirve para nada.
El día de las elecciones (19/10/2013) Camargo ganó la reelección en el COG con 25 votos a cero (y 21 ausencias). Todo un campeón, con poco más de la mitad del padrón más uno. Aunque tras ocho amparos, tres impugnaciones, y un juicio de cuentas en el que se le acusaba de haber entregado uniformes a personas ajenas a la delegación guatemalteca de los juegos Panamericanos de Guadalajara en 2011, Camargo tendría que renunciar como candidato. El tribunal de cuentas ratificó la sentencia en junio de 2013 –unos meses antes de las elecciones en el COG–, y Camargo (aunque no sepamos si cumplió) fue sentenciado a pagar Q157 mil 142 para resolver su caso.
Dice la ley del deporte: “Limitaciones en el cargo: el que haya sido condenado en sentencia firme en cualquier juicio de cuentas”. Y Camargo encajaba en esta limitante.
La Corte de Constitucionalidad (CC), en un amparo provisional, explicó que “Camargo participó sin poder participar” (SIC) y los magistrados de la alta corte, como recuerdan ahora los delegados deportivos, decidieron anular las elecciones de COG 2013. La repetición de todo el proceso electoral fue una orden.

elección camargo

En este punto de la historia, un chico de unos 16 años vestido de gimnasia –guantes con polvo de magnesio, licra y vendajes en las muñecas– ha entrado estrepitosamente a la casa del deportista de Quetzaltenango e interrumpe la entrevista. Su presencia corta el diálogo y hace recordar que las elecciones de esta tarde de julio de 2018 deben realizarse.
La anécdota de Camargo vs. Gerardo Aguirre de 2013 se ha vuelto tediosa y hay varios bostezos, una tos y varias muecas de cansancio por parte del equipo de softbol. El desenlace se retomará más adelante, al final de la tarde. Mientras tanto, el chico estrepitoso de gimnasia pregunta dónde le toca votar. Y los delegados y representantes del TEDEFE son amables al decirle que las elecciones de gimnasia no se llevarán a cabo. Al parecer, no hubo candidato.
Ahora todos vamos a ver la elección departamental de Esgrima de Quetzaltenango. Por fin, una elección en vivo y a todo color. El evento se realizará en una de las ocho habitaciones de la casa del deportista. La delegada Barrientos inicia la ceremonia. Abre el folder con el padrón que enlista el nombre de nueve personas y mira a su alrededor. Hay dos personas únicamente en el salón (y un conserje y un periodista). Uno de los electores, para colmo, no ha traído su DPI. Y la otra practicante de esgrima es menor de edad. Anotamos: “Las elecciones deportivas de Guatemala suman absurdo tras absurdo hasta que se tornan algo encantador”. Tras 20 minutos de silencio, el evento se declara desierto. Se repetirá el siguiente día. Y mientras eso sucede, los dos atletas que practican esgrima se ponen de acuerdo para que sólo uno de ellos regrese a votar. Es decir, un voto único para una planilla única: un ganador.
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He asistido a diversas coberturas electorales. Por lo general están acompañadas de mucho alboroto. Mucha gente. Incluso las que uno pensaría que no son importantes, como las elecciones de abogados para cargos en cortes judiciales o la de Contralor General de Cuentas, que mediante comisiones de postulación, mueven interés, dinero. Elecciones para escoger decanos de facultad. Elecciones presidenciales. Los días de elecciones generales hay gente que es llevada en buses para votar. Gente que almuerza a costas de los partidos políticos. Gente enojada. Gente feliz. Pero en cada proceso, a pesar de todo, existe (y es constante) la ilusión de que no te están tomando el pelo. Que la democracia funciona. Que hay alguna legitimidad.
Todo lo contrario sucede en las elecciones del deporte federado. Las contradicciones se suman a cada instante. Y uno simplemente deja de creer.

Elecciones de Comité Ejecutivo de Asociaciones Deportivas Departamentales
El delegado deportivo del TEDEFE revisa que haya quórum suficiente para llevar a cabo las elecciones de la asociación departamental de Softbol de Quetzaltenango. FOTO: Sandra Sebastián.

A esta hora, al parecer, por fin veremos un proceso de elección deportiva llevarse a cabo. En el espacio habilitado para las votaciones de Softbol de la casa del deportista de Quetzaltenango, el delegado del TEDEFE, de apellido Saenz, anuncia que hay quorum suficiente. De 17 personas en el listado, 15 esperan poder votar. Son las señoritas de vestido y tacones las que podrán emitir el sufragio.
Marcela Contreras, la candidata a presidenta de Softbol, es rubia, joven y tiene ojos de avellana. Para estas elecciones porta un vestido de noche y zapatillas descubiertas. Dice que la historia es sencilla: hace un año el presidente de la junta directiva renunció y en consecuencia, junto a sus compañeras, se organizaron para que hoy finalmente exista un gobierno para su asociación. Caso contrario, dice, hay problemas para ejecutar el presupuesto equivalente a Q15 mil.
Entonces nos enteramos de que una asociación sin presidente puede desaparecer. Lo cual es un problema para el deporte federado. Para que exista una Federación deportiva, se necesitan al menos cinco asociaciones nacionales. Softbol solo tiene tres y por lo tanto no es Federación, solamente Asociación Nacional.
En tanto sus compañeras votan, Contreras muestra real interés por el desenlace en la leyenda (surrealista) de las elecciones del COG de 2013. “¿Quién ganó?”, pregunta. Y a pesar de que Gerardo Aguirre es todavía presidente del COG en 2018 (y a pesar de haber sido presidente de la Asociación Nacional de Softbol en los años noventa), su nombre le resulta particularmente lejano y ajeno. No obstante, la candidata tiene curiosidad por saber la clase de mundo a la que enfrentará en caso se convierta en dirigente deportivo. Pero los delegados han dejado la historia sin desenlace.
Según el archivo del TEDEFE –visitado más tarde y que se puede describir como un lugar donde resulta fácil imaginar a Kafka siempre aburrido–, la repetición para elegir junta directiva del COG en 2013, se programó para el 7 de Diciembre de ese año. Camargo fuera. Y Gerardo Aguirre pues… apenas minutos antes de la elección llegaba la notificación de la CC en la que se le permitía participar a pesar de haber renunciado, en términos dudosos, a la presidencia de CDAG. 
Con 28 votos a favor, 6 nulos y 2 para la otra candidata de apellido Hernández, Gerardo Aguirre fue electo presidente del COG en 2013. En 2017 logró su reelección para otros cuatro años. Esta vez, nadie apareció para oponerse.

elección Aguirre

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Cuando uno examina varios de los procesos electorales en el archivo del TEDEFE, hay una nuevas características que resaltan oportunas para describir a este árbitro electoral del deporte: casi todos los procesos electorales necesitan algún permiso de CDAG.
Sin el consentimiento de CDAG, el padrón no es aprobado.
Sin la firma de CDAG, la aprobación de los candidatos y sus respectivas planillas no es autorizada.
Si la CDAG no acredita las renuncias y puestos vacantes, la convocatoria a una elección resulta imposible.
La sensación que queda es que CDAG es quien realmente controla los procesos electorales del deporte. El TEDEFE es un gran observador. Un árbitro que aparenta ser juez pero que recibe órdenes de sus subordinados.

«La sensación que queda es que CDAG es quien realmente controla los procesos electorales del deporte. El TEDEFE es un gran observador». 


Pequeño café en el Centro de la Ciudad de Guatemala, Guatemala, Agosto de 2018

¿Puede haber todavía más? ¿Pueden las elecciones deportivas caer más bajo? ¿Ser todavía un poco menos confiables, un poco más extrañas, absurdas, surreales?

La abogada Yessenia Monzón, presidenta de la Federación Nacional de Tiro (FENATIR) piensa que sí. Es su caso en la FENATIR. Y ella habla no de mitos sino de “momentos clásicos” en el deporte, algo así como uno de esos popurrís de grandes jugadas que editan las grandes televisoras dedicadas al deporte. Aunque la abogada llama a esos “grandes momentos” como “malas jugadas”, “tácticas turbias”, “movidas”, “chanchulles” a lo largo de la conversación.

Así conocemos un nuevo listado de imágenes que podrían describir la cooptación del deporte en Guatemala.

Cuando los dirigentes renuncian días antes de una elección para que alguno de sus familiares (hijos, nietos, cuñados) pueda participar.

Dice la Ley: “Limitaciones para el cargo: Los conyugues o parientes consanguíneos (hasta el cuarto grado) y de afinidad (hasta segundo grado) de cualquier dirigente deportivo que ocupe un cargo dentro de los distintos organismo directivos en el deporte federado”.

Cuando los dirigentes de las federaciones y asociaciones deportivas secuestran (sí, secuestran) a los electores antes de una elección.

Porque, entérate: el 12 de septiembre de 2015 –día de elecciones de la FENATIR–, el delegado del TEDEFE, Julio Vega, escribió en su informe: “Se tiene conocimiento que, con el ánimo de impedir la elección, las autoridades de la federación ante su inminente derrota convocaron a asamblea a los votantes incluso reteniendo a algunos en contra de su voluntad”.

Cuando los dirigentes controlan federaciones y asociaciones durante décadas, utilizando redes familiares y empresas a las que adjudican negocios para la compra de equipo deportivo.

En la FENATIR, hasta 2015, la familia Gonzalez Nájera (Mauricio René como el abuelo, Alma América como la hija, y Sergio Iván como el nieto) habían creado una estructura familiar para capturar una parte del deporte federado, según Monzón.

El control por décadas en la FENATIR, dice Yessenia Monzón.

Y en efecto, los González Nájera secuestraron a todos los asociados de la FENATIR en 2015 en un hotel de la capital el día de las elecciones. En 2007, el abuelo renunció para que su hija pudiera participar. En 2015, la hija renunció para que el nieto pudiera participar. Y al nieto, Sergio Iván, le negaron la inscripción.

secuestro FENATIR

Entonces, dice Monzón, en la FENATIR sucedieron todos los “momentos clásicos” de cualquier elección del deporte federado: secuestros del padrón, renuncias imprevistas de los dirigentes, redes familiares, negocios, amparos, denuncias, cooptación. “En las 46 disciplinas de Guatemala la democracia deportiva es el origen de cualquier tipo de corrupción”, afirma.

La FENATIR durante dos largos años (2015-2016) no tuvo gobierno deportivo. La familia González Nájera logró que el nieto ocupara la presidencia de manera interina. Y hoy el Ministerio Público acusa a Sergio Iván González por abuso de autoridad y uso de documentos falsificados como presidente interino de la FENATIR.

denuncia penal fenatir

Hasta el 4 de diciembre de 2016, la FENATIR logró repetir sus elecciones. El primer día nadie se presentó. El segundo, Yessenia Monzón ganó las elecciones con una única planilla y con solo dos votos de un padrón de nueve.

Quetzaltenango, Quetzaltenango, 21 de julio de 2018

Última escena electoral surrealista:

En Quetzaltenango, a media tarde, la asociación se softbol está a la espera de los previsibles resultados. Hay ansiedad. Hay gente acá que hace el gesto de comerse las uñas. Lo cual resulta un poquito absurdo porque todos sabemos que sólo participó una planilla. Marcela Contreras, la candidata vestida de gala de softbol es convocada a gritos por sus compañeras. Gritan con emoción porque ya los delegados del TEDEFE van a anunciar los resultados. Y ella, ya terminada la entrevista, corre al salón mientras sonríe quizás envuelta en la ironía de unos obvios resultados.

Ha ganado. Pero todavía tendrá que esperar tres días a que nadie plantee alguna argucia legal que pueda desbaratar aún más esta extraña y triste democracia deportiva.

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