En Guatemala existen normativas para pescar tiburones y se contemplan sanciones si se capturan especies que estén consideradas en peligro.
Aunque la pesca de tiburones en Guatemala está regulada (por medio de la Ley General de Pesca y Acuicultura y normativas regionales) monitoreos independientes dan cuenta de que en el país se captura un alto número de tiburones juveniles, en especial de tiburones martillo (Sphyrna lewini), especie en peligro crítico de extinción.
Según datos oficiales de pesca industrial de tiburones, proporcionados por la Dirección Social e Información Pública del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación -MAGA-, en el último año “no se han reportado capturas ilegales”.
Sin embargo, el trabajo de monitores comunitarios cuenta otra historia. La Fundación Mundo Azul, que lleva un registro detallado de la pesca artesanal en comunidades pesqueras de la costa del Pacífico y el Caribe en las playas de El Quetzalito, Champerico, Sipacate, Buena Vista, El Rosario y Las Lisas, señala que la captura de tiburones juveniles es alta.
Los datos de los monitores comunitarios, que registran datos sobre especies capturadas, tallas, sexo y método de pesca de tiburones, señalan que en Champerico el 96.7% de los tiburones martillo desembarcados eran inmaduros y en Buena Vista, el 99.8% estaban en la misma condición.
Otras especies vulnerables que registron capturas aún jóvenes fueron el tiburón puntas negras y el tiburón zorro, ambas en riesgo de extinción.
“Aunque se puede inferir que la captura de estos tiburones jóvenes pone en riesgo la reproducción de la especie, es importante destacar que la captura de hembras reproductoras es casi nula. Por ello, necesitamos hacer un análisis integral de lo que ocurre para determinar el efecto que esta pesca tiene en las poblaciones”, señala Julio Sánchez, de la Fundación Mundo Azul.
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Dos inspectores para el país
La Dirección Social e Información Pública del MAGA, al consultársele sobre el tema, dio a conocer que sólo cuentan con dos inspectores para vigilar la descarga de tiburones en el país y que quienes los pescan de forma ilegal “enfrentan sanciones que van de Q8 mil a Q80 mil, con decomiso del producto y equipo utilizado. En los casos más graves, se suspende la licencia y, en caso de reincidencia, se cancela el derecho a operar”.
Otro problema que identifica la Fundación Mundo Azul relacionada con la pesca de tiburones es la falta de rastreo que se le hace a su comercialización. Aunque la Dirección de Normatividad de la Pesca y Acuicultura (Dipesca) emite certificados de pesca responsable, en la práctica no se controla el destino final de los productos.
“No tenemos evidencia directa de que haya exportaciones ilegales, pero tampoco podemos verificarlo”, indica Sánchez.

La pesca del tiburón en el Caribe guatemalteco estuvo vedada del 1 de mayo al 31 de agosto de 2024, acorde a un acuerdo ministerial emitido por el MAGA, para proteger su ciclo de reproducción.
Mientras tanto, “en el Pacífico oriental, está vigente la Resolución C-23-07 emitida con respecto a la pesca de tiburones por parte de la Comisión Interamericana de Atún Tropical y el 1 de julio de 2025, empieza a aplicarse la Resolución C-24-05” señala el departamento de comunicación de MAGA.
Ambas obligan a los barcos a liberar los tiburones capturados de forma accidental, prohíben usar líneas especiales para sus capturas y exigen que, en el caso sea una pesca legítima, las aletas permanezcan unidas al cuerpo para el desembarque.
Las resoluciones también piden fortalecer la recolección de datos con respecto a su pesca y llaman a poner en marcha mejores prácticas para su liberación, para promover una pesca más responsable.
Esta nota es producto del Diplomado Fundamentos de la Conservación de la Naturaleza, apoyado por la Fundación Luis von Ahn y Defensores de la Naturaleza, coordinado por Laboratorio de Medios. Los autores son los responsables del contenido.