La política “America first” del presidente Donald Trump da un giro a los tradicionales mecanismos de influencia por medio de la cooperación internacional con el anunciado cierre de USAID. Guatemala, que ha conocido tanto las intervenciones directas estadounidenses, como el “softpower” de los proyectos de cooperación, se replantea esta nueva fase en su relación con Estados Unidos.
El viernes 7 de febrero a la medianoche el personal de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) pasó a licencia administrativa a nivel mundial. Todo apunta al cierre de una era en materia de política de cooperación internacional, luego de 64 años de creación de la agencia con la Ley de Ayuda al Exterior de 1961 durante la administración de John F. Kennedy.
Heredera de la Guerra Fría y planteada como una respuesta al bloque comunista a nivel global. USAID jugó distintos roles según el paso del tiempo para proyectar el “poder blando estadounidense”, el “softpower”, en diferentes zonas de influencia.
Historial de asistencia
Según el portal foreignassistance.gov/, entre 2001 y 2024 Guatemala recibió en fondos de cooperación $2,421 millones, alrededor de Q19 mil millones, en diferentes programas de desarrollo.
Educación y servicios sociales, paz y seguridad, asistencia humanitaria, desarrollo económico, salud, democracia y derechos humanos, entre otros rubros, concentraron la mayoría de estos fondos ejecutados en Guatemala.
En su mayoría estos proyectos eran llevados a cabo a través de intermediarios, tanto por parte de organizaciones no gubernamentales como de subcontratistas. En otros casos contaban con una contraparte estatal para dar seguimiento a los mismos.
Estos proyectos han ejercido influencia en la política exterior estadounidense en la región. En Centroamérica, inicialmente para mostrar una alternativa al bloque comunista, entre los años 60 y los 80 del siglo pasado. Posterior a las guerras civiles en la región, con fondos orientados a la construcción de la paz y desarrollo democrático, en los años 90 y principios de los 2000. Y, en las últimas dos décadas, como mecanismos para generar desarrollo económico y reducir la migración irregular.
![Protestas USAID, Washington D.C..](https://no-ficcion.com/wp-content/uploads/2025/02/1e5c7207_VOA.jpg)
La “motosierra” de Elon Musk y el pulgar abajo de Trump
La agenda establecida en campaña bajo el slogan de America First, establece “un enfoque de la política exterior basado en la idea de que Estados Unidos está mejor situado para liderar el mundo y preservar la paz y la estabilidad cuando antepone la seguridad, la prosperidad y el bienestar general del pueblo estadounidense”.
Bajo este lineamiento, el lunes 3 de febrero, el empresario Elon Musk, nombrado mediante una orden ejecutiva de Trump al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), anunció la anuencia del mandatario para la suspensión de USAID.
“No tiene arreglo”, dijo Musk en una charla en su red social X y añadió que el presidente Trump está de acuerdo en su cierre.
Musk, convertido en una especie de “zar de eficiencia”, viene a encarnar el ideal de recortes presupuestarios en el Estado que mandatarios de otros países. Al igual que el presidente argentino Javier Milei, ha puesto en práctica la política de la “motosierra”. Recortes en rubros como la asistencia social, oficinas de derechos humanos, equidad o políticas de género, que ahora se replican en Estados Unidos.
![Musk en la Casa Blanca](https://no-ficcion.com/wp-content/uploads/2025/02/musk-768x1024.jpeg)
La agenda del secretario Rubio
El secretario de Estado, Marco Rubio, asumió el mando de USAID durante el periodo de 90 días de su evaluación. En su reciente gira por Centroamérica, dijo en respuesta sobre la continuidad de la agencia: “Mi frustración con USAID se remonta a mi época en el Congreso. Es una agencia que no responde en absoluto. Se supone que debe responder a las directrices políticas del Departamento de Estado y se niega a hacerlo”.
En declaraciones durante su visita a El Salvador, aseguró que “hay muchas funciones de USAID que van a continuar, que van a ser parte de la política exterior estadounidense, pero tienen que estar alineadas con la política exterior” de ese país.
La decisión de Trump alrededor del cierre de USAID, al igual que otras políticas, será sujeto a una lucha judicial, ya que la institución fue creada por el Congreso estadounidense, y su asignación de fondos también fue aprobada por el Legislativo.
El viernes 7 de febrero, el juez federal Carl Nichols, ordenó de manera provisional frenar la suspensión de labores de 2,200 empleados de la agencia de cooperación. Dos sindicatos de empleados federales, la Asociación Estadounidense de Servicio Exterior y la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno, señalan que Trump no puede cerrar la institución sin aprobación del Congreso, algo señalado también por congresistas demócratas.
![La primera visita al exterior del secretario de Estado, Marco Rubio, fue una gira por Centroamérica que coincidió con el anuncio del desmantelamiento de USAID. FOTO: US Embassy Guatemala.](https://no-ficcion.com/wp-content/uploads/2025/02/rubio_arevalo-USemb-1024x735.jpg)
¿Qué clase de proyectos tienen visto bueno y cuáles no?
En su visita a Guatemala, Rubio, se reunió con el presidente Bernardo Arévalo. Al cierre de la cita, el mandatario guatemalteco indicó que se dará seguimiento a los programas de cooperación para el combate al narcotráfico, en especial contra el fentanilo, el tráfico ilegal de personas, la seguridad fronteriza y la prevención de la migración irregular.
Las prioridades de la agenda de seguridad contemplada por el secretario Rubio obtuvieron el beneplácito del gobierno guatemalteco. La administración de Arévalo también aceptó un incremento del 40 por ciento en las repatriaciones de guatemaltecos desde Estados Unidos.
En una transcripción de la visita de Rubio a la sede de USAID en Guatemala, publicada por el New York Times, el secretario le dijo a trabajadores de la entidad: “la ayuda exterior es la cosa menos popular en la que gasta el dinero el Gobierno. Y dediqué mucho tiempo en mi carrera para defenderla y explicarla. Pero es cada vez más difícil hacerlo en todos los ámbitos”.
Además, les aseguró que “Estados Unidos no se alejará de la ayuda exterior”. Sin embargo, advirtió: “pero tienen que ser programas que podamos defender. Tienen que ser programas que podamos explicar. Tienen que ser programas que podamos justificar. De lo contrario, ponemos en peligro la ayuda exterior”.
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Rubros de los proyectos de cooperación en Guatemala
Durante el año 2024, los programas de cooperación estadounidense en Guatemala, según el sitio gubernamental foreignassistance.gov/, incluían en sus siete mayores rubros:
· Democracia, derechos humanos y gobernanza, US$49.15 millones.
· Desarrollo económico, US$45.63 millones.
· Programas de apoyo, US$29.78 millones.
· Asistencia humanitaria, US$ 27.59 millones.
· Salud, US$ 17.82 millones.
· Paz y seguridad, US$12.16 millones.
· Educación y servicios sociales US$12.67 millones.
El portal de la Casa Blanca utilizó como ejemplo de mal uso de fondos de cooperación estadounidense: “US$2 millones para cambios de sexo y activismo LGBT en Guatemala”.
Sin embargo, la organización responsable del proyecto, Lambda, ha ejecutado fondos por US$350 mil. Según los registros de ejecución del propio gobierno estadounidense, eran para “reforzar las organizaciones dirigidas por transexuales a fin de que presten una atención sanitaria” y prevención del VIH, en ningún momento se reportó el pago por cirugías de cambio de sexo.
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Proyectos recortados en Guatemala
Los recortes también alcanzan, sin embargo, a proyectos de producción o comercialización. Como los contemplados en el proyecto Alianzas Sostenibles para la Innovación, Investigación y Emprendimiento -ASPIRE, el cual colaboraba incluso con AGEXPORT, la Asociación de Exportadores de Guatemala.
El proyecto buscaba la mejora en las cadenas de valor de la comercialización de productos. Se enfocaba en cardamomo, aguacate, arvejas y vegetales, turismo sostenible, aceites esenciales, cacao y chocolate diferenciado, entre otras iniciativas de pequeñas productoras y productores.
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Esta iniciativa, que además contaba con la contraparte de la Universidad del Valle de Guatemala, también ha recortado a todos sus trabajadores. Un ex colaborador de este proyecto, señaló que entre sus beneficiarios se encontraban productores de comunidades indígenas del país. Su objetivo era diversificar sus productos y llegar a otros mercados. Estos proyectos económicos quedarían suspendidos.
En otros ámbitos, dos ex trabajadores de proyectos relacionados con derechos humanos, diversidad de género y promoción de valores democráticos, le señalaron a No-Ficción que recibieron la comunicación que sus proyectos no serán renovados al terminar la evaluación de 90 días. Pero además, sus contrapartes les indicaron que debían evitar identificarse como ex colaboradores de agencias de cooperación estadounidenses.
Esta publicación de No-Ficción enumeramos los proyectos vigentes para Guatemala contemplados entre los recortes.
Un modelo de cooperación a debate
Para el economista y director del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, ICEFI, Ricardo Barrientos, el anunció de los recortes de cooperación pone de relieve la precariedad de políticas del Estado en áreas clave como la salud pública.
“Hay todo un sector no gubernamental que ha venido a complementar la deficiencia del Estado. Por ejemplo, en la atención del VIH, u otras enfermedades crónicas. Y estos recortes nos muestran lo que el Estado no atiende”, señala Barrientos.
Los proyectos de cooperación, sin embargo, no han estado exentos de críticas. Por cobros excesivos en comisiones de intermediarios o despilfarro de fondos. También por su uso para una intervención más directa en las políticas o movimientos sociales de los países, señaló Barrientos. Lo que plantea la necesidad de una visión más crítica del rol de este tipo de agencias.
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El economista resaltó, además, que la cooperación internacional ha respaldado otras áreas sobre las cuales el Estado difícilmente puede tener interés en brindar apoyo. “Por ejemplo, la labor de centros de investigación como el propio ICEFI u otros, no tendrían un trabajo independiente de evaluación de la política fiscal si dependieran de los fondos gubernamentales” señaló.
Para Barrientos, la tarea de fiscalización e investigación de los medios de comunicación independientes puede entrar en esta categoría. “Hay un valor social que se ve amenazado cuando se producen esta clase de recortes tan abruptamente. Por ejemplo, la fiscalización que hace el periodismo del poder gubernamental y que tampoco tiene el respaldo del poder privado para operar. También el periodismo se ve restringido por estos recortes en su labor a la ciudadanía”, destacó.
El inicio del mandato de la segunda administración de Trump en la Casa Blanca está replanteando la agenda de cooperación para Centroamérica de una forma aún incierta. Recortes, priorización a tareas de seguridad, narcotráfico, migración y en contra de la influencia de otras potencias como China surgen en el horizonte como los lineamientos de esta nueva política.