En las comunidades indígenas, la menstruación no es considerada como un tabú, sino como un ciclo natural que merece respeto. En esta entrevista, Juana Sales, maya mam y licenciada en Historia, nos cuenta cómo, desde niñas, las mujeres aprenden a cuidarse y a entender sus cuerpos a través de las enseñanzas heredadas de generación en generación. Las abuelas y madres tienen un rol importante, guiando y aconsejando a las más jóvenes con tradiciones y cuidados que refuerzan el vínculo con la tierra, el cosmos y la vida.
A lo largo de su carrera, Juana Sales, maya mam, historiadora, quien también cuenta con estudios de maestría en Antrpología Social, ha trabajado en diversas ONGS nacionales e internacionales dedicadas a la defensa de los derechos humanos. En esta entrevista, comparte su visión sobre la menstruación desde la concepción y cosmovisión de los pueblos originarios de Guatemala.
Para Juana, la menstruación va más allá de un simple proceso biológico. Es una conexión profunda entre la mujer, la naturaleza y el cosmos. (en Mam la menstruación se denomina k’ulb’il xjaw = encuentro con la luna)
El compromiso de Juana con los derechos de las mujeres se ha reflejado en su trabajo como la ONU, donde ha colaborado en la elaboración de informes sobre pueblos indígenas y tortura en América Latina, y en la creación de recomendaciones al Comité CEDAW para mejorar la situación de las mujeres indígenas. Sales fue catedrática en la Universidad Rafael Landívar, activista y defensora indígena. También ha representado a los pueblos indígenas en espacios importantes, como el Consejo Nacional de los Acuerdos de Paz (2010-2011), y ha formado parte del equipo asesor de ONU Mujeres en Guatemala (2019-2021).
A lo largo de su carrera, se ha enfocándo en la violencia contra mujeres indígenas Mayas, Garífunas y Xinkas, así como en la lucha contra el racismo y la discriminación.
Con esta entrevista, Juana nos invita a valorar las prácticas ancestrales y a reflexionar sobre cómo la menstruación puede vivirse de una forma más fluida, natural y libre de prejuicios.
La menstruación: conexión con la madre tierra
¿Cómo le ha influido su experiencia personal y profesional para hablar sobre la menstruación desde la perspectiva de los pueblos originarios?
Bueno, yo crecí en una comunidad donde el tema de la menstruación siempre fue tratado de una manera natural directa e indirecta. En nuestras casas no se veía como algo que debía ocultarse o sentirse vergüenza. Al contrario, las mujeres mayores siempre nos enseñaron que era un signo de salud y de conexión con la madre tierra. Desde muy pequeña, mi abuela me contaba que la menstruación era un ciclo de vida y renovación.
Recuerdo que, desde niña, mi madre me enseñó a cuidar con discreción su ropa menstrual, recomendándome lavar su corte en un río apartado de otras prendas a lavar, para evitar que no se mezclen por respeto y orden. Estas enseñanzas no se daban de manera directa, sino a través de consejos que comprendí mejor al crecer, darme cuenta que todo lo que me decían tenía sentido con el pasar de los años.
También mi madre aconsejaba evitar bañarse en agua fría durante la menstruación para prevenir dolores abdominales. Estas prácticas son vistas desde una perspectiva occidental como supersticiones, pero para nosotras tienen un profundo sentido en la salud y el bienestar de las mujeres en nuestra comunidad.
Juana Sales
maya mam e historiadora
“Como mujer indígena y catedrática, para mí es importante compartir estos conocimientos y saberes ancestrales y contrastarlas con las visiones más occidentales”.
No existe tabú de la menstruación
¿Cómo se percibe la menstruación en las comunidades indígenas, cree que existen tabús?
En nuestras comunidades no existe el tabú de la menstruación. Para nosotras, es parte del ciclo de la vida, algo que todas las mujeres vivimos y que está profundamente conectado con la fertilidad y la naturaleza.
En las culturas indígenas se le otorga un valor simbólico. “Cada vez que menstruamos, es como si la tierra misma estuviera renovándose. Se trata de un momento de introspección, donde las mujeres deben escuchar su cuerpo y cuidarse a sí mismas.”
Desde su experiencia, ¿cómo se aborda la menstruación en las comunidades de los pueblos originarios?
En las comunidades indígenas, la menstruación siempre ha sido considerada algo natural, no es vista como un tabú. Desde pequeñas, somos educadas para ver este proceso como una conexión con la naturaleza. Es un ciclo de vida, es algo que no debe esconderse ni sentirse o como algo de qué avergonzarse.
No hay esa idea de que es algo sucio o malo, sino un ciclo natural que nos vincula a todas las mujeres con la tierra. Hay una profunda comprensión de que el cuerpo de la mujer tiene una conexión con las fases de la luna, y que esto es parte de la armonía natural.
Juana Sales
Maya mam, antrpológa social
La menstruación no es solo un fenómeno físico, es una armonización con la naturaleza y el cosmos.
Además, las fases lunares influyen en nuestro cuerpo, desde la menstruación hasta el carácter de los recién nacidos. Este conocimiento, transmitido de generación en generación, nos ayuda a las mujeres a comprender y respetar nuestros cuerpos en sintonía con los ciclos naturales.
Consejos para las niñas que comienzan a menstruar
¿Qué consejos suelen dar las mujeres mayores a las niñas que comienzan a menstruar?
Las abuelas siempre han sido muy sabias. Ellas aconsejan a las niñas que, durante sus primeros días de menstruación, descansen, se hidraten bien y, sobre todo, no realicen trabajos pesados. Estas recomendaciones no solo tienen una base física, sino también espiritual. Creemos que es importante que la mujer respete su cuerpo durante estos días y se permita un tiempo de descanso.
En las comunidades, se cree que durante el ciclo menstrual la mujer debe tener un contacto más cercano con la naturaleza. El cuidado del cuerpo durante estos días no es solo físico, es también un acto de respeto hacia uno mismo.”
Otro de los consejos importantes es el uso de hierbas medicinales. Las infusiones de plantas como la ruda, altamiza y la manzanilla son muy recomendadas para aliviar los cólicos. Además, se dice que estar en contacto con la naturaleza durante estos días ayuda a equilibrar la energía del cuerpo.
Una pequeña ceremonia para celebrar la primera menstruación
Entiendo que en algunas comunidades se celebra la menstruación, cuando ocurre la primera vez. ¿Nos podría contar sobre alguna de estas tradiciones?
Sí, en algunas comunidades, cuando una niña tiene su primera menstruación, se organiza una pequeña ceremonia/encuentro para celebrarlo. Esto es muy significativo porque marca el inicio de su transición hacia la adultez. Las mujeres mayores de la comunidad suelen participar y compartir sus consejos, pero también es un momento de alegría y orgullo.
Es una manera de decirle que lo que está viviendo no es algo malo o vergonzoso, sino todo lo contrario, es un momento importante de su vida. Estas tradiciones ayudan a que la niña entienda su cuerpo y los cuidados que debe tener de ella, comprender los cambios que de la mestruación se generan.
No solo se trata de una tradición, sino de una manera hacer entender y comprender a la niña que lo que está experimentando es parte de su crecimiento y es algo que debe sentirse orgullosa de vivir. Las mujeres de la comunidad se reúnen para guiarla y recordarle que está acompañada en este proceso.
A mí me toco ir con la pariente de una amiga en Sololá. Cuando acompañé a una niña en su primera menstruación, le dije: “Este es un momento especial, es tu conexión con la luna y con la tierra”. Esto me permitió aplicar y transmitir las enseñanzas que había recibido de mi madre y abuela.
Le dije a la niña: “No te bañes en agua fría durante tu menstruación, porque eso puede afectar tu cuerpo y tu energía” . Esta recomendación, que podría parecer superstición desde una perspectiva occidental, tiene un profundo significado cultural y refleja el cuidado y el respeto por el ciclo natural para nosotras.
Además, la menstruación es el inicio de una nueva fase, no solo en el cuerpo de la niña, sino también en su relación con el entorno. Esta primera menstruación se convierte en una enseñanza sobre el respeto hacia el cuerpo y la naturaleza.
Sales: Creencias intactas sobre la menstruación pese a la “modernidad”
¿Cree que actualmente ha cambiado la percepción de la menstruación en estas comunidades?
La modernidad, por supuesto, ha traído algunos cambios. Sin embargo, muchas de nuestras creencias y prácticas se han mantenido intactas. A pesar de que ahora existen productos comerciales como toallas sanitarias, la esencia de nuestros conocimientos, saberes y aprendizajes, sigue siendo vivas. Y, en cierta forma, practicadas y respetadas.
Las mujeres ahora intentan combinar la información moderna con los conocimientos y saberes ancestrales. Hay más apertura para hablar del tema, especialmente en las escuelas, aunque no siempre desde un lugar de respeto hacia las creencias ancestrales.
¿Qué cree usted que deberíamos aprender de la manera en que los pueblos originarios perciben la menstruación?
Creo que lo más importante que podemos aprender es el respeto hacia nuestros cuerpos. La menstruación no debería ser vista como algo que se debe esconder o sentir vergüenza. En las comunidades indígenas, se entiende que es una parte esencial de la vida interconectado con el cosmos y la naturaleza.
Si adoptamos estas enseñanzas, podemos cambiar la manera en que las mujeres se relacionan con sus cuerpos, entendiendo que la menstruación es un proceso natural, poderoso y digno de respeto.”
La conversación con Juana Sales nos permite comprender que la menstruación, vista desde conocimientos y saberes de los pueblos originarios, es mucho más que un simple proceso biológico. Es un símbolo de vida, de conexión con el cosmos, la naturaleza, y una oportunidad para las mujeres de reencontrarse consigo mismas. Rescatar estos conocimientos, saberes, ensñanzas/aprendizajes no solo es importante para mantener viva la cultura, sino también para cambiar la forma en que entendemos y vivimos nuestra propia feminidad.