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Las remesas y el impuesto “más bello” de Trump casi una realidad

El Congreso de Estados Unidos con una apretada votación de 215 votos a favor y 214 en contra dio paso al proyecto de ley “One Beautiful Bill act”, impulsado por el presidente Donald Trump con el que impondrá un impuesto de 3.5% a las remesas que salen del país y que actualmente son el sostén de la economía guatemalteca. 

El 22 de mayo de 2025, la Cámara de Representantes aprobó “un gran y hermoso proyecto de ley”, traducción literal de la legislación que contiene el proyecto político del segundo mandato de Donald Trump, que tiene como uno de sus principales objetivos un impuesto a las remesas que salen del país, y que según datos oficiales son más de US$135 mil millones al año. 

La medida obligará a todas las personas que no sean ciudadanas estadounidenses a pagar 3.5% por cada remesa que envíen a sus familias. Inicialmente, la propuesta de Trump pretendía imponer un arancel del 5% a la remesas pero durante una maratónica sesión legislativa que se extendió toda la noche del 21 de mayo se acordó reducirla para obtener el apoyo de todas las facciones del partido Republicano. Además, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, calificó de positiva la reducción del 1.5% del impuesto inicial. 

Distintas instituciones financieras están en contra de este impuesto. Por ejemplo, el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Emilio Romano, quien durante su nombramiento al cargo de esta organización calificó de “discriminatorio el impuesto”. Mientras que el Banco Mundial generó una advertencia donde evalúan la posibilidad de que este tipo de medidas obliguen a los migrantes a desviar sus remesas a mercados no regulares causando un golpe a los ingresos fiscales. 

Dentro de Estados Unidos, la Asociación de Banqueros Americanos (ABA) rechazó desde 2019 la intención de gravar las remesas, por considerar que es dar paso a una posibilidad de mercados clandestinos para la salida del dinero de las fronteras estadounidenses. 

El proyecto, compuesto por mil páginas, también tiene como objetivo reducir el presupuesto para el seguro médico, así como para programas de asistencia nutricional, pretende además reactivar los recortes de impuestos que Trump había autorizado en 2017 y aumentará unos US$70 mil millones a la seguridad fronteriza para la construcción de barreras y aumentar salarios a agentes fronterizos. 

El conjunto de reformas, “un acto hermoso”, según Trump, que entre tantas cosas, condicionará las remesas que envían miles de guatemaltecos cada mes a sus familias, aún no está vigente por el momento. 

El impuesto de Trump a las remesas podría afectar la economía de Guatemala. Foto: White House
El impuesto de Trump a las remesas podría afectar la economía de Guatemala. Foto: White House

Estados Unidos, legislativamente funciona de manera bicameral, y tras la aprobación de la Cámara de Representantes, ahora la decisión ha quedado en manos del Senado, donde será revisada y modificada. De acuerdo con el senador republicano Jhon Thune la medida estará en manos de Trump para ser aprobada antes del 4 de julio. 

En Estados Unidos, la cámara baja, que cuenta con 435 miembros se encarga principalmente de discutir de forma primaria los proyectos de ley, son procesos muy dinámicos y visibles públicamente, mientras que la alta, con 100 miembros, analiza minuciosamente cada ley y realiza cambios drásticos de fondo antes de que las propuestas lleguen a manos del presidente. 

La amenaza contra las remesas no es asunto nuevo, el pasado 7 de enero en No Ficción te contamos cómo el ahora vicepresidente, James David Vence impulsó como senador de Ohio desde diciembre de 2023, una propuesta para imponer el 10% de arancel a las remesas. 

La propuesta fue modificándose hasta entrar en el paquete de reformas más ambicioso de Trump y está a un paso de ser realidad gracias a hombres como Jason Smith, el congresista de Oklahoma, que redactó la propuesta final y defendió las disposiciones fiscales, según los reportes de los medios locales. 

El grupo republicano más cercano a Trump logró convencer de dar su voto a favor a representantes como los hispanos Tony González y Juan Ciscomani, quienes inicialmente criticaron el impuesto por los posibles impactos en la comunidad latina. Sin embargo, terminaron aportando dos votos claves a favor.  

El 12 por ciento de los jóvenes ha migrado de Guatemala en los últimos años según una encuesta reciente. Foto: Edwin Bercián
El 12 por ciento de los jóvenes ha migrado de Guatemala en los últimos años según una encuesta reciente. Foto: Edwin Bercián

El impacto para el migrante y la economía guatemalteca

“Si los migrantes logran llegar a Estados Unidos esquivando peligros mortales, encontrarán las formas más económicas de enviar dinero a sus familias”, opina Ricardo Barrientos, director ejecutivo del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), al enterarse de que el impuesto sobre las remesas está a un paso de hacerse realidad. 

Barrientos señala que el impacto inmediato del impuesto será encarecer los porcentajes que los migrantes pagan a empresas como MoneyGram, Ría o cualquiera de estas para enviar su dinero desde Estados Unidos. 

“Si el costo del envío sube de un 7% a un 13% los migrantes van a seguir pagándolo, por eso creo que el impacto no será visible a nivel microeconómico individual, el problema real será si Trump cumple las amenazas de deportar a millones de personas indocumentadas, porque el dinero dejará de fluir”, indica el experto. 

Finalmente, Barrientos considera que el escenario más factible ante un impuesto a las remesas es que estas se estanquen y no crezcan durante 2025 pero que existe “suficiente margen” como para que el flujo de dinero siga siendo significativo como para mantener el consumo interno en Guatemala. 

De acuerdo con el Servicio de Control y Administración de Aduanas (ICE), durante 2025 Trump ha deportado a 15,800 guatemaltecos y en enero el Departamento de Estado y el gobierno de Bernardo Arévalo se comprometieron a aumentar un 40% las deportaciones. 

Por su parte, Humberto López, un guatemalteco que labora como bodeguero en el puerto de Los Ángeles, dijo que su preocupación principal es ser deportado y que “mientras pueda seguir trabajando acá puedo seguir enviando dinero pese al alto costo, aunque no tiene sentido porque pese a que no tenemos papeles, pagamos impuestos y con lo que ganamos también consumimos internamente acá”. 

López explicó que muchos migrantes centroamericanos piensan aumentar sus envíos de remesas en las próximas semanas para que guarden dinero en sus casas ante la incertidumbre que provoca cómo funcionará el costo de los envíos si la “bella ley” de Trump entra en vigencia en el segundo semestre de 2025. 

El nuevo impuesto de Trump a las remesas de migrantes podría ser del 3.5%. Foto:WhiteHouse
El nuevo impuesto de Trump a las remesas de migrantes podría ser del 3.5%. Foto:WhiteHouse

La dependencia de remesas

De acuerdo con el Banco de Guatemala (Banguat), en 2024 los guatemaltecos en el extranjero, principalmente Estados Unidos, enviaron US$21,510 millones en concepto de remesas, un 8% más que los US$14,488 millones reportados en 2023. 

Está cantidad representa un 20% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, siendo muy superior a las cifras de exportaciones de bienes y servicios, así como del presupuesto estatal ejecutado por el gobierno de Bernardo Arévalo en 2024. 

Guatemala es el segundo país que más remesas recibe de Estados Unidos, solo por detrás de México que en 2024 registró US$64,760 millones. Sin embargo, la economía guatemalteca depende mucho más de las remesas que el vecino del norte porque la inversión extranjera y la producción del país para exportación no tienen un impacto significativo. 

Durante los últimos dos meses de 2025, Guatemala recibió US$2,003 millones en marzo y US$1,984 millones en abril en concepto de remesas, superando por un 16% las cantidades registradas en el mismo periodo de tiempo durante 2024. 

Además, en 2024 el Banguat detalló que el 30% de la población guatemalteca, ósea unos 6 millones de pobladores, recibió remesas de unos 2.4 millones de migrantes radicados en Estados Unidos y unos 1.7 millones de hogares utilizaron estos dólares para mantener gastos como vivienda, salud y alimentación. 

Durante la aprobación de la ley en la Cámara de Representantes, el congresista demócrata Chuy García criticó el impuesto a remesas argumentando que anualmente la población migrante en Estados Unidos paga un aproximado de US$700 mil millones en impuestos. “Esta medida lastima a nuestra familias pero también a la economía y puede causar más pobreza y migración”, externó García. 

Los impuestos a las remesas que cobraría Estados Unidos a los migrantes guatemaltecos a partir de la implementación del “bello impuesto” de Trump estaría en un promedio de US$69.7 millones cada mes. 

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