Santa María de Jesús quedó incomunicada tras el sismo que derrumbó casas, cortó servicios y dejó a cientos sin refugio. Entre los escombros, Mateo Rancho Pío revive el miedo de una noche que lo cambió todo.
Entre láminas y adobe, Mateo Rancho Pío, de 70 años, camina entre lo que en algún momento fue la cocina de su casa, en Santa María de Jesús, Scatepéquez, anes de que un sismo la dejara inhabitable. Relata los momentos de pánico que vivió junto a su familia durante el segundo sismo.
Don Mateo cuenta que, al momento de la actividad sísmica, se encontraba descansando en su habitación. El techo cayó sobre sus piernas. Su nieta resultó con lesiones en la espalda y su esposa, Emilia Mixtún, fue llevada de emergencia al hospital Pedro de Betancourth, en Antigua Guatemala.
Mateo Rancho Pío
Vecino de Santa María de Jesús
Cuando vimos ni siquiera podíamos respirar por el polvo que el adobe soltó, nuestros hijos nos ayudaron a salir”.

El rostro de Mateo muestra preocupación. La mitad de su vivienda, una herencia de su suegro ya fallecido, quedó totalmente destruída. Ahora desconoce cómo hará para reconstruirla.
Enjambre sísmico deja muertes y bloqueos en Sacatepéquez
Tres derrumbes de gran proporción bloquean el paso para llegar a Santa María de Jesús. Este municipio es el más afectado por el enjambre de sismos que han dejado a siete personas fallecidas, más de 2,000 afectadas y 145 viviendas con dañadas en al menos seis departamentos del país. Así lo dio a conocer el presidente Bernardo Arévalo en conferencia de prensa el jueves 10 de julio.

Un día después de los temblores, decenas de personas caminaron cuesta arriba, algunas con víveres sobre su cabeza, aprovechaban a documentar con videos y fotografías los trabajos de limpieza que los cuerpos de socorro realizaban para retirar piedras y ramas de árboles que cayeron sobre la carretera que conduce al municipio, el cual quedó totalmente incomunicado.
Santa María de Jesús, sin servicios básicos y con viviendas destruidas
Los sismos de distintas magnitudes se presentaban alrededor de una vez por hora, el crujir de las ramas y el movimiento telúrico alertaban a quienes operaban la maquinaria que removía los escombros que se encontraban en la carretera, quedando estáticos por algunos segundos hasta que la calma daba pauta a continuar con las labores de limpieza de las áreas afectadas.

Al llegar a Santa María de Jesús se observa que muchas de las viviendas quedaron reducidas a escombros, sobre todo las construcciones de adobe. Todos en el municipio quedaron incomunicados, sin internet, sin luz y totalmente desabastecidos con la mayor parte de las tiendas sin insumos ni víveres.
Réplicas mantienen en alerta a la población afectada
La mayoría de personas pernoctaron en las calles por el temor a las réplicas que dejaron debilitadas algunas estructuras y otras completamente destruidas. En la pila municipal, carpas improvisadas con sábanas albergan a un pequeño grupo que aprovecha a descansar luego de los momentos de terror vividos un día antes.

En ocasiones algunas personas indican a los periodistas el camino para llegar a Santa María de Jesús, las áreas más afectadas como la iglesia católica El Calvario, cuya fachada de grandes columnas cayó desde casi quince metros de altura.

Vecinos contaron que gracias a una camioneta que se encontraba parqueada frente a la iglesia, evitó que los escombros dañaran las casas alrededor, bajo toldos instalados a media calle las personas aseguran que realizan turnos para cuidar sus pertenencias ante la alerta de ladrones que ingresan a las viviendas, aprovechando la distracción de los vecinos, quienes por temor deben dormir en la calle.
