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Ingrid Sub Cuc es intérprete kakchiquel ingles en EE.UU. Foto: Cortesía Ingrid Sub

Voces Mayas en la migración: intérpretes tejen puentes lingüísticos en EE.UU.

Cada año miles de personas en toda la región latinoamericana migran hacía EE.UU. Muchas de ellas provienen de pueblos indígenas en condición de monolingüismo y con desconocimiento del idioma inglés o español. A raíz de esto, los migrantes indígenas establecidos en ese país han creado redes de apoyo en temas de interpretación de idiomas mayas al inglés. Los intérpretes facilitan la comunicación en actividades como el acceso a la salud, la educación y procesos judiciales.

“Nunca imaginé que iba a estar aquí en Estados Unidos, no fue algo planificado.  La verdad es que yo estaba muy apegada a mi tierra” Dice Ingrid Sub Cuc, actual intérprete de kakchiquel al inglés, al preguntarle sobre los motivos de su desplazamiento hacía Estados Unidos.  

Ingrid es originaria de Sololá, Guatemala. En 2003 emigró junto a su familia hacía la ciudad de Spokane, en Washington. La madre de Ingrid había contraído matrimonio con un ciudadano estadounidense, lo que las llevó a establecer una nueva vida en EE.UU. 

Para ese entonces su madre, hermana y ella enfrentarían un cambio drástico en la forma de ver el mundo, vivirlo y entenderlo: aprender a hacerlo en inglés.

Dos décadas después Ingrid se ha convertido en una intérprete del idioma Kaqchikel y forma parte de una de las redes de intérpretes de idiomas indígenas al inglés que trabajan para ayudar a sus congéneres en Estados Unidos. Ella al igual que otros intérpretes impulsan el fortalecimiento de sus idiomas en el país norteamericano.

Ingrid Sub Cuc con un libro de traducción. (Foto cortesía de Ingrid Sub)
Ingrid Sub Cuc con un libro traducido inglés-kakchiquel. (Foto cortesía de Ingrid Sub)

Intérprete desde niña: kaqchikel-español  

De niña Ingrid pasaba gran parte de su tiempo al lado de su abuela materna, de quien aprendió a hablar el idioma kaqchikel. Su abuela era monolingüe, todo lo que  conocía en su entorno, lo vivió y entendió en kaqchikel. Esto para Ingrid sería fundamental, incluso sin siquiera saberlo o pensarlo. Ya que desde niña tuvo un rol de intérprete acompañando a su abuela a distintos servicios de la comunidad. 

“Desde pequeña yo interpretaba para mi abuela. Cuando ella empezó con problemas de salud íbamos a diferentes clínicas y los médicos por lo general solo hablaban en español”, explica Ingrid, al hablar de cuando aún vivía en Sololá.

A pesar de que Ingrid se estableció en Estados Unidos cuando tenía 12 años, comenta que no se apartó del idioma e indumentaria del todo. Viajaba de vez en cuando a Sololá, Guatemala, para visitar a su abuela, con quien siempre se comunicó con el idioma materno.   

El nuevo reto lo encontraría en el aprendizaje del inglés. Ambas hermanas invirtieron gran parte de su tiempo para asimilar este idioma, que les sería necesario para entender la  dinámica de vida en ese país. 

Ingrid Sub Cuc durante un proceso de formación a intérpretes de idiomas indígenas. (Foto cortesía de Ingrid Sub)
Ingrid Sub Cuc durante un proceso de formación a intérpretes de idiomas indígenas. (Foto cortesía de Ingrid Sub)

Intérprete de adolescente: español-inglés

El espacio familiar se vio obligado a integrar otro idioma, ya no solo serían el Kaqchikel y el español, sino también el inglés. Esto sería de más dificultad para la madre de Ingrid, quien también había crecido escuchando y hablando el kaqchikel gran parte de su vida.

“Al mudarnos a Estados Unidos el inglés nos puso otra barrera lingüística. Entonces nos tocó a mi hermana y a mí aprender inglés. Nuestro rol cambió nuevamente y yo tuve que interpretar muchas veces a mi madre en diferentes ámbitos, inclusive en la escuela”, contó Ingrid Sub Cuc, hablante del idioma Kaqchikel.

A pesar de que para el último censo poblacional de Estados Unidos se registró que  el idioma más hablado es el inglés, sus habitantes provenientes de todas partes del mundo aún continúan hablando en sus idiomas maternos dentro del núcleo familiar. Esto lleva a este país a tener un registro de al menos 350 idiomas. Entre los idiomas más hablados se encuentran el español, el mandarín y el árabe.

Una mujer maya ixil sale del consulado a las 4:00 pm hora en la que cierra la sede, después de seis horas de cola para tramitar el pasaporte. (Foto: David Toro)
Una mujer maya ixil sale del consulado a las 4:00 pm hora en la que cierra la sede, después de seis horas de cola para tramitar el pasaporte. (Foto: David Toro)

Esto mismo le sucedió a Ingrid, quien no dejó de hablar kaqchikel con su madre. Y es que, al hablarlo, aún recuerda esa cercanía y conexión que estableció con su abuela o lo que de alguna manera la amarra a su territorio kaqchikel.

Organizada en EE.UU. para defender los derechos de los migrantes 

Actualmente Ingrid Sub Cuc tiene 34 años, es bióloga, y cuenta con dos maestrías, una en salud pública y la segunda en estudios nativos americanos.  Es  catedrática de Literatura Indígena en la universidad California Davis y se encuentra cursando un doctorado en “Estudios indígenas con enfoque en salud pública”

Reconoce que sus condiciones migratorias fueron muy distintas a la de miles de guatemaltecos que llegan a este país norteamericano cada año. Eso la motivó, en cierta parte, a organizarse junto a otros migrantes de distintas ciudades para defender derechos humanos y derechos de los migrantes, en un territorio tan adverso y tan complejo como Estados Unidos. Y es que, en los últimos años, las políticas migratorias han pasado de redadas y deportaciones masivas  a la creación de un discurso anti migratorio por parte del propio gobierno

Niños jugando en el Hospitalidad y Solidaridad en la ciudad de Tapachula. FOTO: UNHCR/Jeoffrey Guillemard
Niños jugando en el Hospitalidad y Solidaridad en la ciudad de Tapachula. FOTO: UNHCR/Jeoffrey Guillemard

La crisis de menores no acompañados incrementó la necesidad de intérpretes

En 2019, con el auge migratorio de niñez no acompañada y la muerte de al menos cinco menores guatemaltecos bajo la custodia de autoridades estadounidenses, también hubo un auge en la convocatoria de intérpretes en idiomas indígenas. No solo de Guatemala, sino de otros países de América del Sur y Centroamérica que demandan acompañamiento en los procesos. Esto debido a que muchos de los niños y niñas no acompañados provenían de poblaciones indígenas monolingües. 

“Las investigaciones demostraron que estos niños murieron por falta de atención médica. No había un reconocimiento que todos estos niños eran indígenas y, específicamente, muchos mayas de Guatemala. Entonces el idioma también tenía un rol muy importante que jugar en toda esa situación” dijo Ingrid Sub Cuc

Estos hechos llevaron a Ingrid a cruzar caminos y esfuerzos junto a otros connacionales para acompañar procesos judiciales. 

Y es que,  a pesar de no contar con datos oficiales y precisos sobre el número de migrantes mayas de Guatemala en EE. UU., si existen colectivos y organizaciones dedicadas a la defensa de derechos humanos de esta población. 

Colectivos que luchan por los derechos lingüísticos en EE.UU.

La Liga Maya Internacional en Washington, Pueblo Unido en Portland y Cielo en los Ángeles, son colectivos conformados por migrantes indígenas que habitan en distintas ciudades de EE.UU. Su enfoque es la defensa de los derechos lingüísticos y para ello realizan un servicio comunitario a través de la interpretación. 

Los voluntarios de esos colectivos son intérpretes que acompañan a personas en distintos aspectos, desde acceso a la salud hasta la educación, trámites legales o procesos judiciales. Esto debido a que un gran número de personas indígenas migra a los EE.UU en condición de monolingüismo y sin dominar el idioma inglés. 

Ingrid conoció a Ernesto Ajanel, otro migrante indígena, en un intercambio de intérpretes mayas. Ernesto Ajanel, tiene 27 años, es K’iche-Ixil de Quiché, Guatemala. Él emigró hacia Ohio, Estados Unidos, hace 9 años y actualmente trabaja a tiempo parcial en la Liga Maya Internacional como coordinador de derechos lingüísticos. Ernesto además, trabaja a tiempo parcial en Immigrant Worker Project (Proyecto para Trabajadores Migrantes) como coordinador del programa de educación.

Ingrid Sub Cuc y Ernesto Ajanel llegaron  a distintas ciudades de Estados Unidos procedentes de Guatemala, en distintos contextos y temporalidades totalmente diferentes.  Pero comparten algo en común, ninguno de los dos sabía hablar inglés cuando llegaron, pero dominaban a la perfección su idioma maya y el español, algo que dificultaba su comunicación. Con el paso de los años aprendieron a hablar inglés y hoy se desempeñan como traductores. 

Ernesto Ajanel durante una sesión virtual de trabajo sobre intérpretes (Foto: Ernesto Ajanel)
Ernesto Ajanel durante una sesión virtual de trabajo sobre intérpretes (Foto: Ernesto Ajanel)

La historia de Ernesto Ajanel

“Nueve años atrás sentí una mezcla de emoción y temor porque no sabía qué  iba a pasar al vivir acá, en los Estados Unidos. La cultura y el idioma  eran y son muy diferentes”, explica Ernesto Ajanel.

Ernesto recuerda con nostalgia el momento de su llegada a Estados Unidos. Explica que las razones que lo llevaron a ejercer el rol de intérprete en ese país fueron las  experiencias propias y que no quería que nadie más atravesara por ellas.

En 2015, cuando Ernesto llegó a Ohio, se dio cuenta de todas las barreras lingüísticas que enfrentaba la comunidad migrante indígena en el sistema de salud, educación y trabajo.  

Empezó apoyando a amigos que tenían limitaciones en realizar trámites, como licencias de conducir y documentos de identificación. Situaciones cotidianas como: asistir a una cita médica, reuniones escolares e incluso detenciones policiacas.  Ajanel dice que tener el rol de intérprete puede salvar vidas y tender puentes entre culturas.

guatemaltecos haciendo fila para realizar trámites de documentos de identificación en el consulado de Los Ángeles. (Foto: David Toro)
guatemaltecos haciendo fila para realizar trámites de documentos de identificación en el consulado de Los Ángeles. (Foto: David Toro)

“Mi involucramiento en los temas de interpretación comenzó de manera natural, me di cuenta de la necesidad de ayudar  a mi comunidad.  Yo sentía que era mi responsabilidad. Si no apoyaba a alguien en el sentido de interpretación me sentía mal, empezaba una lucha constante y me preguntaba ¿Qué habrá pasado?”, expresó Ernesto.

Tanto Ingrid como Ernesto relatan que ser intérprete es una responsabilidad enorme, porque de no comprender el contexto y lo profundo del idioma, una mala interpretación puede tener un costo alto para las personas en materia judicial.

Gran parte del trabajo de esta red de intérpretes tiene que ver con el acceso a la justicia. Y, en un país como Estados Unidos, en el que la mayoría de habitantes habla el idioma inglés, se convierte en una labor realmente necesaria..

Por ejemplo: La interpretación de términos legales hacía el español se hace compleja y se dificulta aún más pensando en la lógica de los idiomas indígenas. No solo se trata de pasar palabras de un idioma a otro, sino de interpretar todo un sistema. En la actualidad, cada vez surgen más palabras nuevas, y es muy difícil tratar de traducirlas a idiomas indígenas o viceversa. En los idiomas originarios existen  palabras que no tienen traducción: no existe un equivalente. 

Ante estas dificultades, los integrantes de esta red han buscado alternativas para acompañar estos procesos. “Ha ayudado mucho crear un banco de palabras. Como un diccionario que ya tenemos, específicamente para procesos judiciales. Y lo que hemos visto es que ha sido de mucha ayuda. Porque muchas veces nuestros hermanos y hermanas que están en estos procesos, están atascados en el sistema, porque simplemente no pueden contar sus historias. Les cuesta poder darse a entender en este sistema”, agrega Sub Cuc.

En contextos judiciales los intérpretes juegan un rol crucial en facilitar la comunicación. Esto lleva a garantizar que cada persona pueda acceder a sus derechos de manera efectiva.

Esta red de intérpretes se encuentra a nivel nacional en Estados Unidos y, en los últimos años han fortalecido su comunicación a través del uso de las nuevas tecnologías, visibilizando su presencia como pueblos indígenas de Guatemala en Estados Unidos y como maya hablantes en territorio norteamericano.

Ernesto Ajanel

Traductor kiché-inglés

Muchas veces nuestros hermanos y hermanas que están en estos procesos, están atascados en el sistema, porque simplemente no pueden contar sus historias. Les cuesta poder darse a entender en este sistema”

El riesgo de las deportaciones masivas, un reto para los intérpretes

Según el reportaje “Dónde están, cuántos y quiénes son los guatemaltecos en EE.UU.” actualmente en este país norteamericano habitan alrededor de 1.7 millones de connacionales, sin embargo esta cifra no es del todo certera, debido a la subrepresentación al momento de ser contados en el censo nacional de 2020.  Por el contrario la cancillería guatemalteca presenta datos de 2.9 millones de guatemaltecos.

(Te puede interesar: “Dónde están, cuántos y quiénes son los guatemaltecos en EE.UU)

En la última década la migración de guatemaltecos hacía EE.UU. ha incrementado, debido a la pobreza, el desempleo, y la violencia, entre otras son algunas de las razones que motivan a las personas a desplazarse de sus territorios.  

Durante estos 21 años que Ingrid lleva viviendo en EE.UU. nos habla de lo complejo que se ha vuelto para los migrantes mantener su estadía en este país. Comenta que en las últimas tres administraciones, a partir de Barack Obama, se incrementó la asignación de recursos para realizar deportaciones masivas de migrantes. Mientras que en la administración de Donald Trump las deportaciones fueron más visibles en cuanto a la separación de niños migrantes de sus padres. 

En los últimos cuatro años Joe Biden no revirtió ninguna de las políticas que ambos gobiernos heredaron. Y, en la actualidad, con la nueva llegada de Donald Trump, se espera un nuevo retroceso en los derechos de los migrantes, con promesas de campaña de deportaciones masivas.

En este panorama, la labor de Ingrid y de Ernesto se torna crucial.  Ejercer esta labor puede salvar vidas, como lo ha dicho Ernesto Ajanel en nuestra conversación, la falta de un intérprete en los tribunales de justicia Estadounidense puede determinar en gran manera el destino de un migrante por falta de entendimiento. 

“Los intérpretes ayudamos no solo a compartir palabra,  a transmitir el mensaje, sino también con el contexto cultural.  Entender realmente  ¿por qué la persona  viene? ¿por qué sale de su país? ¿por qué huye?” Finalizó diciendo Ernesto Ajanel.

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