En quince días, aunque las cifras de contagios por COVID19 continúan subiendo, el Ministerio de Salud ya no se ha comunicado por la pandemia ni nadie más del Organismo Ejecutivo, a excepción del presidente Giammattei que comunicó dos veces que la pandemia ha sido controlada.

Al terminar esta quincena, hay 104,894 contagios acumulados de COVID-19 en el país; 3,665 fallecidos y 95,206 recuperados aproximados. El Ministerio de Salud Pública (MSPAS) actualizó el semáforo de alertas, y ahora hay 122 municipios en rojo, 121 en naranja y 97 en amarillo. Es decir, 35.88 % del país está en alerta roja y otro 35.59 % en naranja. 

El departamento de Guatemala ha alcanzado 52,749 contagios, Quetzaltenango, 6,538, Sacatepéquez, 4,510, Escuintla, 4,177 y San Marcos 4,139.

En las últimas dos semanas hubo dos días especialmente tráficos en cuanto al número de muertes por COVID19, el 16 de octubre, con 37 fallecidos y el 24 de octubre, con 35 fallecidos.

Pero a pesar de esos números, el presidente Alejandro Giammattei y su gabinete parecen haber dejado la pandemia atrás. La única comunicación del MSPAS en quince días fue para reafirmar que las únicas pruebas autorizadas para diagnóstico de COVID son las de PCR y antígeno, no las sanguíneas, de anticuerpos.

Luego, el presidente mencionó la crisis de salud el 21, el 22 y el 23 de octubre, en distintas actividades. La primera,  en la que presentaron de un acuerdo que permite la conformación de la Mesa Nacional de Ganadería Bovina, junto al ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación, José Ángel López.

Allí, Giammattei celebró que estén “recuperando el terreno que perdieron con cosas que se tenían planificadas para los meses de abril y mayo, pero que, debido a la pandemia, les tocó trabajar en lo que era primordial, la salud y la contención de la epidemia”. Luego de eso, remarcó que la Organización Mundial de la Salud, OMS, dijo que Guatemala fue ejemplar en el tratamiento de la pandemia.

Al día siguiente, en una inauguración de un centro de distribución de una industria transnacional del sector privado, el presidente Alejandro Giammattei destacó su relación con los empresarios, porque, a pesar de que la pandemia le había exigido tomar decisiones difíciles, nunca se había sentido solo. Narró que no les consultó las decisiones restrictivas, como el toque de queda, pero a pesar de su asombro, él ha notado “a los empresarios preocupados de sus trabajadores, que no se contagien, tomando las medidas que son necesarias para asegurar que las empresas se mantengan con ese capital humano que es tan importante (…), yo la verdad, tengo mucho que agradecerle al sector privado de este país”.

«Hemos enterrado a nuestros muertos y hemos seguido trabajando», Alejandro Giammattei, presidente de Guatemala. 

Giammattei estableció que la pandemia está bastante controlada, ya que los casos y los decesos bajan, porque los empresarios tomaron medidas de precaución, sin dejar de producir y ese es un logro empresarial, no del gobierno. Dijo que “hemos enterrado a nuestros muertos y hemos seguido trabajando”, y también se han recuperado de COVID, él, el presidente de la Cámara de Industria y muchos más, mientras siguen trabajando para que el país no se detenga.

Esto lo decía mientras el personal del Hospital temporal en el Parque de la Industria, que aún continúa atendiendo a enfermos, denunciaba que desde julio el MSPAS no les pagaba a 647 personas. Más tarde en el día, según el procurador de los Derechos Humanos, el Ministerio de Finanzas desembolsó la cantidad requerida a la cartera de salud, lo que no se había hecho antes por un error de dicha cartera. El Ministerio de Salud comunicó luego que pagarían los sueldos la próxima semana.

Por último, la única medida que demostró el mandatario durante la quince fue inaugurar, junto a la ministra Amelia Flores, un Centro de Atención Permanente en un inmueble de la Municipalidad de San Martín Zapotitlán, Retalhuleu, que funcionará para detectar casos de COVID-19.

Y en cuanto a la reactivación del transporte público en el país, aún no hay fecha para que los buses rojos vuelvan a circular, porque ni siquiera se ha presentado la iniciativa de subvención de 170 millones para reacondicionar unidades disfuncionales en el Congreso y los empresarios dicen no poder costearlo sin perjudicar al usuario.