El 24 de Octubre del año 2009 fue asesinado a tiros en el municipio de Malacatán, departamento de San Marcos, el líder sindical Víctor Miguel Gálvez Pérez, opositor a proyectos hidroeléctricos. Gálvez fue asesinado por miembros del cuerpo clandestino de seguridad reclutado por el narcotraficante extraditado a Estados Unidos, Juan Ortiz alias “Chamalé”. Chamalé, quien también tenía intereses en el negocio de la electricidad y cuya familia incursionó en ese mercado, pretendía vender la energía a la transnacional, por lo que protegía sus propios intereses al no permitir ese tipo de protestas dentro de su territorio, en un contexto donde la PNC y
el ejército tomaban acciones para reprimir las protestas sociales, y con la confianza que le generaba el temor infundido a jueces y fiscales de la zona, así como la impunidad lograda en hechos ocurridos en el pasado. Tres sicarios pertenecientes a dicha estructura criminal fueron condenados por el delito de asesinato.