La Universidad de San Carlos de Guatemala se convirtió en el espacio para que las estudiantes hablaran del acoso que viven a diario dentro del campus. Realizaron conversatorios, análisis, discusiones. La convivencia tuvo como resultado la denuncia de una serie de problemáticas y abusos que afectan a las mujeres de forma frecuente dentro del ámbito académico.

El acoso sexual, la violencia sexual o discriminación no son excepciones entre las mujeres que estudian y trabajan en la Universidad San Carlos. Tampoco es algo que se restrinja a un grupo específico. Durante el encuentro de mujeres celebrado el pasado 23 de mayo en el Centro superior de estudios, mujeres provenientes de grupos diversos, estudiantes, empleadas de la USAC, mujeres trans, cisgénero, o mujeres que trabajan haciendo tortillas en el campus, expresaron diferentes tipos de violencia ejercida por los hombres. Se mencionó el acoso sexual por parte de catedráticos a alumnas, de superiores a subalternas y  por parte de los encapuchados. Además se habló de racismo como un agravante en la opresión, ya que las mujeres indígenas sufren mayor acoso y más violencia dentro del campus universitario.