Esta semana en nuestra instantánea semanal enfocamos la atención en entender la batalla actual entre el sindicato de maestros a cargo de Joviel Acevedo y el gobierno de Bernardo Arévalo junto a su ministra de Educación Anabella Giracca.
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Ayer se celebró en Guatemala el día del maestro. Este día coincidió con lo que quizá sea la primera estocada del gobierno al maestro más conocido de los últimos años en Guatemala. Un maestro cuyo nivel de influencia llegó en 2023 a la lista Engel de los Estados Unidos. El maestro, sindicalista, o paraministro, Joviel Acevedo.
Y es que el pasado martes, el gobierno hizo efectiva la subida de un cinco por ciento del sueldo más un bono a los maestros del sector público de Guatemala. Un incremento de sueldo dictaminado desde el gobierno que aplicará a 135,000 docentes.
Pero, ¿Tiene algo que ver -se preguntarán ustedes-, este incremento con la huelga y los campamentos en el parque central de la capital? ¿Qué tiene que ver el cierre de más de un 10 por ciento de las escuelas de Guatemala? ¿Qué tiene que ver que ver con que los 300,000 niños y niñas lleven más de un mes sin ir a la escuelas públicas?
Este incremento lo que busca es dejar en evidencia que las peticiones Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG), no tienen tanto que ver con mejorar las condiciones de las y los docentes sino con aumentar el poder del sindicato y encumbrar como para-ministro a Joviel Acevedo. Un “cuasi ministro en paralelo”, como lo definió Bernardo Arévalo el pasado 30 de abril.
Para entenderlo tenemos que retrotraernos a febrero de 2024, cuando el Sindicato (STEG), representado por Joviel Acevedo, inició las mesas de diálogo para renovar el Pacto Colectivo de Condiciones de Trabajo, aprobado en 2022, durante el gobierno de Alejandro Giammattei.
Sin embargo, el nuevo gobierno se dio cuenta de que varios de los artículos del pacto colectivo lo que buscan es básicamente que sea el sindicato quien decida aspectos básicos de la educación que corresponden a la función pública.
Estos artículos suponen, por ejemplo, que el sindicato tenga la potestad de discutir y aprobar los programas de formación y evaluación del personal del ministerio de Educación o que la dotación de materiales, mobiliario, equipo y programas educativos (como el seguro médico escolar) sigan una hoja de ruta elaborada y supervisada conjuntamente por Mineduc y STEG. Suponen asimismo que los maestros no estén obligados a asistir a cursos que no haya decidido el sindicato.
En total, son siete artículos denunciados por la PGN ante la Corte de Constitucionalidad. Estos supone, además, que los sindicatos que se adhieran al pacto colectivo tengan las mismas atribuciones que el STEG (es decir, más maestros debiendo un favor a Joviel).

De momento, esta batalla no ha sido fácil, ni Joviel se lo ha puesto fácil al ministerio de Educación ni el ministerio se lo ha puesto fácil a Joviel.
Algo que llama mucho la atención es que la población no pueda acceder al contenido del borrador del pacto colectivo, ya que el sindicato acordó con el gobierno de Alejandro Giammattei que las negociaciones del Pacto Colectivo se mantuvieran en reserva.
Llama la atención también que la exigencia del sindicato esté por encima de la solicitud del presidente Arévalo de hacerlo público. Y algo que llama aún más la atención es que la Corte de Constitucionalidad le diera la razón en diciembre de 2024 al sindicato para que el pacto colectivo se mantenga en confidencialidad. Y que a día de hoy, todavía no han fallado en definitiva.
Joviel Acevedo, recordemos, está incluido en la lista Engel de Estados Unidos señalado por gran corrupción desde julio de 2023, ya que “incurrió en una importante corrupción al brindar apoyo político del STEG a cambio de sobornos de funcionarios públicos”. Algo que da muestras del gran poder del sindicalista y de la dura batalla que enfrenta el gobierno.
Con un borrador confidencial, es muy fácil para el STEG afirmar básicamente lo que quiera a la opinión pública y a los maestros para presionar, como por ejemplo, decir que el ministerio de Educación estaba en contra del incremento salarial de los maestros.
Pero parece que Anabella Giracca no va a ser de las que ceden. Y parece que Bernardo Arévalo hasta el momento la va a seguir secundando. “No vamos a permitir que, por medio de chantajes, presiones o beneficios personales, se distraigan los objetivos de una educación de calidad para todos los niños, adolescentes y jóvenes del país”, dijo el presidente Arévalo.
Y lo que hizo el Gobierno el 30 de abril, fue dictaminar un incremento de sueldo a los maestros, y lo que hizo fue denunciar al pacto colectivo. Ayer, además, una nueva denuncia de la PGN ante una sala de apelaciones derivó en una orden para que los maestros desalojen la Plaza Central y que las escuelas reinicien actividades. Además, se indicó que quienes no se encuentren dando clases, dejarán de percibir el aumento salarial.
Hace dos días un juzgado amparó a la PGN y dio 48 horas para que el STEG levante la suspensión de clases a escala nacional en el sector público y, además, el Mineduc anunció medidas disciplinarias.
Este no es el primer amparo y tampoco parece que Joviel Acevedo esté dispuesto a levantar la huelga. Sin embargo, el número de maestros que se encuentra actualmente en paro ha disminuido significativamente desde que las medidas de hecho iniciaron hace un mes. ¿Será este el primer gran golpe a Acevedo?