NARRATIVA – INVESTIGACIÓN – DATOS

Lemus Cifuentes: El nacimiento de un cacique

Tras la caída de los grandes caciques de Quiché, Josué Edmundo Lemus Cifuentes se abrió pasó y ahora es quien controla este territorio político en el noroccidente de Guatemala. El factor fundamental que ayudó a Lemus Cifuentes a construir su poder es la cercanía que tiene con el presidente Alejandro Giammattei, que lo nombró ministro de Comunicaciones. Desde ese puesto coordina los proyectos de obra gris en Quiché y eso le ha ayudado a aumentar su poder en ese departamento.


Históricamente, Quiché ha sido un territorio codiciado por los partidos políticos que en Guatemala funcionan como franquicias comerciales. Es decir, para posicionarse en una región, los partidos necesitan de un líder local, un caudillo capaz de organizar a los votantes, que gestione los negocios y el financiamiento de las campañas. Un cacique. Y en Quiché, a lo largo de tres décadas, los caudillos territoriales han sido claves para mantener el control por parte de las organizaciones políticas.

Control, por ejemplo, para organizar las elecciones. En Quiché, en 2019, 437 mil personas acudieron a las urnas.

Control para mantener la influencia desde sus feudos hasta el Congreso de la República. Quiché, de 160 diputados dentro del Legislativo, cuenta con 8 representantes.

Control sobre los alcaldes. Sobre las adjudicaciones de la obra pública.

Durante más de 30 años, este control político sobre Quiché ha girado en torno a tres personas: el ex diputado Mario Rivera, que en 2015 no pudo reelegirse señalado por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) de haber recibido sobornos de Q12.4 millones por parte de varios contratistas del Estado entre 2004 y 2015. El ex diputado Carlos López, que se entregó luego de estar prófugo varios años tras ser señalado por la CICIG en el caso Plazas Fantasma dentro del Congreso de la República y por un caso de financiamiento electoral no reportado como parte del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) en las elecciones de 2015. Y el excandidato a la presidencia del partido FCN-Nación y empresario constructor, Estuardo Galdámez, capturado y ligado a proceso por los delitos de tráfico de influencias y asociación ilícita por el caso Asalto al Ministerio de Salud.

Estos tres personajes han sido la clave para que Quiché -la quinta fuerza electoral del país- haya adquirido importancia durante cada proceso electoral y sea del interés de los partidos políticos. Pero tras su caída, todos acusados de corrupción, un nuevo cacique ha emergido en este territorio. Su nombre es Josué Edmundo Lemus Cifuentes, y es el actual Ministro de Comunicaciones del gobierno de Alejandro Giammattei. Un heredero del sistema feudal con el que se manejan las organizaciones políticas de Guatemala y que, como cuentan fuentes consultadas para este reportaje, tiene la capacidad de articular redes de poder departamentales, con el añadido de tener el apoyo directo del Ejecutivo.

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Josué Lemus Cifuentes es uno de los nuevos caciques políticos de Guatemala. Su bastión electoral es el departemento de Quiché. FOTO: Congreso de la República.

El surgimiento de un cacique en Quiché

Josué Edmundo Lemus Cifuentes nació el 17 de mayo de 1976 en Chicamán, Quiché.  Sus cercanos le pusieron de apodo Chemundo, por un juego de palabras entre sus dos nombres. Su primer acercamiento con la política lo hizo a través de su padre, Josué Absalón Lemus Hidalgo, el alcalde de Chicamán entre 1991 y 1993 de la mano del partido Unión del Centro Nacional (UCN). Falleció de COVID-19 en 2020.

El padre de Josué Lemus Cifuentes era zapatero, a eso se dedicaba antes de entrar en la política y ser electo alcalde de su municipio. Con el paso del tiempo dejó ese negocio para convertirse en el administrador de un pequeño hotel al que llamó Carolita, bautizado así en honor de la hermana mayor del actual Ministro de Comunicaciones, Yecenia Carola Lemus Cifuentes. En 1996, el padre de los Lemus Cifuentes intentó reelegirse como alcalde de Chicamán por la UCN, pero no logró los votos suficientes. Fue el fin de su corta carrera política.

Su hijo, desde entonces, heredó parte de los intereses políticos familiares. Cuando se graduó de ingeniero civil por la Universidad de San Carlos de Guatemala, a inicios del 2000, su Ejercicio Práctico Supervisado (EPS) lo realizó en la Municipalidad de Chicamán. “Josué viene de una familia humilde. Cuando pasó por la alcaldía era un muchacho que colaboraba. Ahora es todo lo contrario, una persona que no se relaciona con la gente de Chicamán”, dijo una de las vecinas del municipio.

Antes de fundar la empresa Incol, Ingeniería y Construcción Lemus, con apenas 27 años, trabajó para varias constructoras en el departamento de Quiché. La experiencia lo llevó a lograr sus primeros contratos con el Estado. De 2006 al 2014 recibió Q58.4 millones al realizar trabajos para instituciones públicas y municipalidades del departamento. Eran los años en que la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y luego el Partido Patriota (PP), gobernaron Guatemala. Eran también los años en que, según el registro del Tribunal Supremo Electoral, Lemus Cifuentes figuró como financista de campaña para ambos partidos en 2011.

A cambio del financiamiento, en 2015, Lemus Cifuentes fue postulado como diputado distrital de Quiché, con la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), para ocupar la segunda casilla del departamento. En las urnas consiguió los votos suficientes para ganar el espacio en el Congreso de la República, pero no pudo asumir. A criterio de los cinco magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) encargado de las elecciones de ese año, Lemus Cifuentes aún era considerado contratista del Estado porque tenía contratos pendientes de pago por parte del Fondo para la Paz (Fonapaz). Ese mismo año su empresa dejó de recibir contratos con el Estado. Pero no desapareció, su estrategia de operador político, como caudillo, continuaría dentro del departamento de Quiché.

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En 2015, Josué Lemus estuvo a punto de ser diputado. Pero no lo logró. Regresó a la política y hoy es el Ministro de Comunicaciones de Giammattei. FOTO: Presidencia.

La traición de un cacique

El año en que Lemus Cifuentes fue apartado de su cargo como diputado, la UNE había conseguido otras dos diputaciones por Quiché: la de Ferdy Ramón Elías Velásquez y la del cacique político e histórico del departamento: Carlos Enrique López Girón.

Para el sociólogo Luis Mack, el crecimiento de un cacique depende de una estructura fuerte que se compone de dos elementos: familia y amigos, que pueden conocerse como lealtad de primer nivel. Este grupo de personas le ayudan a generar poder dentro del sector, en este caso: un departamento, donde buscan mantener su feudo al servicio de los partidos políticos.

Sin embargo, entre los caudillos políticos y sus estructuras también hay batallas por los territorios electorales. Los caciques más experimentados detectan las amenazas y las neutralizan de inmediato. Y como dice un refrán: En la política no hay amigos y tampoco hay enemigos. Durante esas elecciones de 2015, fuentes del TSE señalan que fue Carlos López, padre, quien llevó los contratos con pagos pendientes como evidencia en contra de Lemus Cifuentes ante los magistrados electorales con el objetivo de que le prohibieran asumir su curul y en su lugar lo hiciera su hijo, Carlos López Maldonado.  Aún hay fotos de aquel año, cuando Carlos López, padre, posaba alegre junto Josué Lemus Cifuentes durante los mítines de campaña de la UNE antes de traicionarlo. Así funciona la lógica de los cacicazgos.

Para el politólogo, Renzo Rosal, la figura del cacique no ocurre de la noche a la mañana y se da porque así lo permite la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP) que no pone un alto a la reelección de diputados o alcaldes. Añade que los caudillos electorales a lo largo de los años acuden a prácticas clientelares para crear una base sólida de votantes que les permite reelegirse.

En el caso de Carlos Enrique López Girón, como un antecesor del nuevo liderazgo local que ejerce Josué Lemus Cifuentes en Quiché, su proceso como cacique inició en la política cuando ejerció como gobernador de Quiché durante el gobierno de la Democracia Cristiana Guatemalteca (DCG) en 1990. Mientras ocupó ese cargo, en el departamento se dio el asesinato del fundador de la UCN, Jorge Carpio Nicolle. Carlos López fue investigado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la muerte de Carpio Nicolle, pero no fue encontrado culpable.

Su cacicazgo, no obstante, se hizo más evidente entre 2003 y 2007, cuando fue electo como diputado del Congreso por el Frente Republicano Guatemalteco (FRG). En 2011 se cambió a la UNE y después se pasó, por algunos años, a la bancada del partido TODOS. En 2015 regresó a la UNE y logró su reelección.

“El cacique se caracteriza por prácticas clientelares. El caudillo ejerce dominación en un territorio a lo largo de un tiempo. Para esto buscan tener una base social bastante fuerte y lo logran con prácticas clientelares con dinero lícito o ilícito y en ocasiones ese dinero ilícito se consigue con grupos de crimen organizado”, señala Rosal.

En 2017, Carlos López fue señalado por la FECI y la CICIG en el caso Plazas Fantasma, como parte de la Junta Directiva del Congreso de la República que aprobó puestos de trabajo a cambio de comisiones. Ese mismo año se fugó, pero el 9 de abril de 2021 se entregó a las autoridades. En tanto era perseguido, su bastión, el territorio de Quiché, quedaría disponible para el surgimiento de un nuevo cacique.

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Carlos López, el cacique de Quiché, traicionó a Lemus Cifuentes al presentar la evidencia que no dejó asumir como diputado de Quiché ante el TSE. FOTO: UNE

A la sombra de los antiguos caudillos

Durante y después de la caída de los viejos cacicazgos de Quiché, Josué Edmundo Lemus Cifuentes, incluso luego de haber perdido esa batalla en contra del cacique local Carlos López, al impedir que se convirtiera en diputado distrital, no abandonó sus intenciones políticas.

Lemus Cifuentes llegó al partido UNE por una relación de amistad con el ex diputado Ferdy Ramón Elías Velásquez, como explicó para este reportaje el diputado Carlos Barreda, que fungió como secretario adjunto de la UNE en ese entonces.

Fuentes políticas consultadas señalan que Lemus Cifuentes fue creciendo a lo interno de la UNE, hasta obtener su postulación como candidato a diputado por Quiché, porque era cercano a Sandra Torres. Conoció a la ex candidata presidencial de este partido durante las elecciones de 2007, cuando ella era la primera dama de la Nación, antes de divorciarse del ex presidente Álvaro Colom.

En febrero de 2015, mientras intentaba asumir como diputado por el partido UNE, Lemus Cifuentes cedió su empresa Incol, Ingeniería y Construcción Lemus a Baenco, Sociedad Anónima a cambió de acciones por Q870 mil, según una nota de elPeriódico.

Sin embargo, Baenco, Sociedad Anónima fue creada por Josué Edmundo Lemus Cifuentes, Douglas Isaí Estrada Cifuentes (su primo) y Marco Antonio Baten. Dicha empresa solo vendió Q34 mil al Estado en 2016 y 2017.

En septiembre de 2016, el primo del ahora ministro de comunicaciones creó la empresa mercantil Terra Construcciones. Desde el 2017 a marzo de 2021 la empresa vinculada a Josué Edmundo Lemus Cifuentes recibió Q9.2 millones del Estado. En el primer año (2020) del actual gobierno, la empresa Terra Construcciones ganó contratos en municipalidades del departamento de Quiché por Q1.9 millones.

Edie Cux, abogado de Acción Ciudadana, rama de Transparencia Internacional en Guatemala, señaló que esto se le conoce como testaferrato. Explicó que es una práctica usada por políticos que tienen empresas y quieren seguir ganando contratos con el Estado mientras ocupan sus cargos públicos.

Existen dos formas de testaferrato: una, es cuando el político pasa a nombre de un familiar o cercano sus sociedades y la otra es cuando cierra las empresas y con ese dinero un familiar o allegado funda una nueva empresa mercantil o sociedad. Esto lo hacen para evitar alguna vinculación directa.

“Es una práctica conocida como testaferro. Lamentablemente el Tribunal Supremo Electoral y la Contraloría no investigan estos casos. Es un mecanismo en donde los funcionarios públicos dejan a una persona a cargo de sus empresas. Esto es bien común en diputados y alcaldes”, dijo Cux.

Estas empresas continuaron trabajando en Quiché alrededor de la figura de Lemus Cifuentes y su familia. Incluso obtuvieron contratos cuando el actual Ministro de Comunicaciones no pudo asumir como diputado por la UNE. 

Lemus Cifuentes, terminaría abandonando la UNE al no poder llegar al Congreso de la República. Pero desde finales de 2015, buscó crear un nuevo proyecto político, uno en el que formaría parte desde el inicio. Esa agrupación política se llamó VAMOS, el partido que llevó a Alejandro Giammattei a la presidencia en 2019.

El departamento de Quiché, para Lemus Cifuentes, significó el baluarte electoral para validarse dentro del nuevo partido político. Y en las elecciones de 2019, fue postulado como candidato a diputado de Quiché por VAMOS. El 13.48% de votos le fueron favorables y el 14 de enero de 2020 asumió como uno de los ocho representantes de Quiché en el Congreso de la República.

Sin embargo, el presidente Giammattei lo llamó para que ocupara el cargo de Ministro de Comunicaciones. El nuevo caudillo de Quiché lo había logrado, su ascenso desde entonces ha significado expandir su territorio a otros departamentos. Josué Edmundo Lemus Cifuentes es un cacique único o moderno porque ejerce poder desde el Congreso, pero también tiene influencia en el Ejecutivo al ser parte del Gabinete de Gobierno.

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Lemus Cifuentes es un cacique moderno, con poder departamental y desde la presidencia. FOTO: Presidencia.

Lemus Cifuentes y su cercanía con Giammattei

El Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda es uno de los más deseados por los funcionarios públicos debido a la cantidad de recursos que administra. Para el 2021, esta cartera tiene asignados Q6 mil 053 millones. Los casos de corrupción revelados por el Ministerio Público en meses recientes evidencian que este ministerio es usado como un botín para pagar favores políticos.

Y Lemus Cifuentes ya ha destacado en este juego de impunidad que también articula un cacique: el pago de favores políticos a cambio de control territorial. El presidente Alejandro Giammattei lo defendió cuando el 29 de octubre de 2020, el vicepresidente Guillermo Castillo pidió la destitución del Ministro de Comunicaciones tras revelarse una transferencia irregular de Q135 millones en esta cartera. El Ejecutivo ignoró la solicitud de la Vicepresidencia y responsabilizó únicamente al entonces titular de la Dirección General de Caminos, Freddy Chojolán.

Lemus Cifuentes, sin embargo, admitió días más tarde, que los Q135 millones fueron transferencias autorizadas por su persona a diferentes unidades ejecutoras del Ministerio de Comunicaciones. “En este proceso de la modificación presupuestaria intervienen varios actores, yo mismo”, explicó. A pesar de admitir su responsabilidad no fue removido del cargo.

El poder de Lemus Cifuentes, también se refleja en el Congreso de la República. Diputados que prefirieron no ser citados, explicaron que en 2020 el ministro negoció con algunas bancadas para no citar y cuestionar en el pleno al entonces jefe del Centro de Gobierno, Miguel Martínez.

“El trato era el siguiente: no se citaba a Martínez al Congreso y se adjudicaban proyectos a constructoras con vínculos a diputados. ¿por qué cree que Miguel Martínez nunca fue citado por las bancadas más grandes o poderosas del Congreso? Las pocas citaciones que tuvo Martínez fueron coyunturales y no fueron por los fuertes”, dijo un diputado consultado.

Durante el 2020, Miguel Martínez fue citado únicamente en dos ocasiones. Una fue por las bancadas Winaq y URNG, y la otra por la bancada Semilla. El diputado Aldo Dávila se reunió con Martínez en calidad de invitación. Solo tres veces llegó al Congreso de la República, a pesar de que muchos diputados lo criticaban constantemente.

Tras intentarlo por más de un mes, No-Ficción entrevistó brevemente a Josué Edmundo Lemus Cifuentes para cuestionarlo sobre su llegada al partido VAMOS. Tras la salida de una citación en el Congreso se le plantearon las siguientes preguntas:

Periodista: ¿Cómo llegó al partido VAMOS? ¿Lemus Cifuentes buscó a Giammattei o Giammattei buscó a Lemus Cifuentes?

Lemus Cifuentes: “Uno como político empieza a ver las opciones. Fue así como me dieron la oportunidad de participar en este partido (VAMOS). Recuerde que yo había sido electo diputado por la UNE. Yo estaba viendo las opciones, me acerqué a varios partidos que fueran de mi interés”.

Periodista: ¿En qué año llega usted al partido VAMOS?

Lemus Cifuentes: “Eso es en el 2016 (cuando inicia el partido VAMOS)”.

Periodista: ¿Usted tuvo acercamientos con Giammattei?

Lemus Cifuentes: “Sí, ellos andaban haciendo sus giras y estaban buscando personas”.

Periodista: Usted fue financista del partido VAMOS ¿Cuánto fue lo que aportó?

Lemus Cifuentes: “No me recuerdo, no me recuerdo. Tendría que ver el dato para decirle”.

Periodista: ¿Cuál es su relación con el presidente Giammattei, tomando en cuenta que lo nombra como ministro?

Lemus Cifuentes: “Pues mire, mi relación es como la de cualquier otro ministro. La relación que tiene el presidente con los ministros es estrecha para poder darle seguimiento a su plan de gobierno”.

Periodista: ¿Cómo catalogaría su relación con el presidente Giammattei, buena o excelente?

Lemus Cifuentes: “Pues es normal, como la de todos los ministros”.

Según los registros del Tribunal Supremo Electoral, Josué Edmudno Lemus Cifuentes aportó a la agrupación política entre 2018 y 2019 un total de Q27 mil 383. Durante el proceso electoral, el ahora ministro de Comunicaciones fungió como secretario del Comité Ejecutivo Departamental de VAMOS en Quiché.

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Lemus Cifuentes ha logrado un nivel de ascenso impresionante. Es raro que en el gabinete de gobierno exista un caudillo. FOTO: Ministerio de Comunicaciones

La consolidación del nuevo cacique

Desde su posición de poder, Josué Edmundo Lemus Cifuentes se ha dedicado a beneficiar a familiares y amigos en varios puestos en instituciones en Quiché, Ministerio de Comunicaciones y otras dependencias del Ejecutivo. Ha ayudado a las personas más cercanas a él para mantener el control del departamento.

Por ejemplo, su hermana, Delsia Karina Lemus Cifuentes es la actual delegada del Consejo Nacional de la Juventud (Conjuve) para el departamento de Alta Verapaz con un sueldo de Q7 mil.

Guayner Alfonso Vásquez Lemus, primo del ministro, fue colocado como director departamental de Educación de Quiché en abril de 2020. Vásquez Lemus fue candidato a diputado en Quiché por la casilla cinco de la planilla de VAMOS. Otra prima del ministro, Dinora Elizabeth Santiago Cifuentes, fue designada como encargada financiera del Consejo Departamental de Desarrollo de Quiché.

El socio de Lemus Cifuentes en la empresa Baenco, Sociedad Anónima, Marco Antonio Baten Urízar fue contratado como asesor en la Dirección General de Transporte (DGT) del Ministerio de Comunicaciones con un sueldo de Q22 mil.

Durante el primer año como ministro de Comunicaciones, Josué Edmundo Lemus Cifuentes incrementó su poder y logró convertirse en el nuevo cacique de Quiché. Es una de las personas más cercanas al presidente Alejandro Giammattei y en la actualidad, como cacique territorial y como ministro, está construyendo la infraestructura política que le permita reelegirse en 2023 como diputado. Los cambios de favores que podrá cobrar a los partidos políticos desde Quiché, y la forma en que ha ido colocando a familiares y amigos en puestos clave en el departamento.

El politólogo Renzo Rosal señala: “Lemus Cifuentes ha logrado un nivel de ascenso impresionante. Es raro que en el gabinete de gobierno exista un caudillo. Lemus es un caudillo en construcción y su llegada al ministerio le permitirá lograr ese propósito y conseguir más cosas como control en más departamentos, un caudillo interdepartamental”.

El poder de Josué Edmundo Lemus Cifuentes ha crecido y sigue creciendo. Cuando asumió como ministro de Comunicaciones, los vecinos cuentan que llegaba a visitar a su familia en Chicamán en carros, pero ahora lo hace en helicóptero. “Me sorprende como cambian las personas. Varias veces le he llamado y escrito para saludarlo y ya no se recuerda de uno. El poder cambia a las personas”, dijo un vecino de Chicamán, quien ha visto la evolución de Chemundo, su poder como cacique departamental de todo Quiché y su nueva fase de caudillo moderno capaz de controlar nuevos territorios desde su puesto dentro del Ejecutivo.

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