Desde septiembre, en esta municipal de Sacatepéquez aprovechan los desechos orgánicos. En siete meses generaron 600 sacos de abono.
Santa Catarina Barahona, en Sacatepéquez, decidió, desde septiembre 2024, aprovechar los desechos orgánicos que genera y convertirlos en recursos. Este municipio, que genera todos los años 180 mil libras de basura, produjo ya más de 600 sacos de abono de abono (equivalentes a 45 mil libras).
El proceso de compostaje -que aprovecha tanto restos vegetales como animales-, toma entre cuatro y seis semanas, y el fertilizante que se produce tiene dos destinos: o se dona a la comunidad o se vende cada saco de 75 libras, a Q50.00
El municipio construyó una planta específica para este fin, la cual tiene la capacidad para procesar de dos a tres toneladas de abono al mes. Por medio de termómetros, se verifica que la temperatura se mantenga a una temperatura de 60°C para garantizar la descomposición adecuada, y, una vez se finalice con el proceso, se realizan análisis de laboratorio para determinar si el abono es de calidad.
“Este cambio comienza desde casa, con educación. En este municipio, la gente ya separa los residuos sin que se los pidamos” comparte el alcalde, Elmer Neftalí Ordóñez.
Una práctica de años
En Santa Catarina Barahona viven alrededor de cinco mil personas, quienes clasifican la basura desde hace años. “Lo orgánico se separa lunes y jueves, y lo inorgánico los viernes” amplía el alcalde. Es una práctica ya tan común que “hace falta que se les recuerde a los habitantes que día se saca qué”.
Esta práctica se enmarca en el concepto de economía circular que se basa en reutilizar desechos para generar recursos. El ingeniero ambiental César Barrientos señala que, en Guatemala, “es urgente aprovechar la biodegradación del material orgánico por medio del compostaje.
Esta práctica recupera suelos, mejora la seguridad alimentaria, restaura los bosques y genera empleos verdes, especialmente en áreas agrícolas.
Según datos de la Dirección para el Manejo de Residuos y Desechos Sólidos, Guatemala genera más de 9 mil trescientas toneladas diarias de desechos domiciliarios. De éstos, el 56% es materia orgánica (que podría convertirse en abono), pero el 47% de hogares los quema, tira, o entierra.
El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales reconoce que el Reglamento 164-2021 que obliga a separar los desechos, será clave para transitar hacia una economía circular. “A través de la Estrategia Nacional ENECG se impulsan 153 acciones concretas que incluyen alianzas, innovación y compostaje como eje prioritario para reducir residuos orgánicos”, señala la entidad
Menos metano, más salud
El ingeniero Barrientos señala que la economía circular también “abarata el manejo de residuos, reduce el metano y disminuye el tamaño de los vertederos”. Al modelo actual es importante complementarlo con soluciones más limpias. Cita casos como San Pedro La Laguna, la mancomunidad Mancuernaen San Marcos, y Rabinal, que también han apostado por modelos circulares exitosos.
“La economía circular permite el máximo aprovechamiento de lo que antes se perdía en la economía lineal de producción-consumo-desecho. Esta es clave para transformar residuos en recursos útiles”, asegura.
Por otra parte, el compostaje también genera empleos verdes y sostenibles: “Procesar residuos orgánicos crea trabajo no solo en el manejo y recuperación, sino también en la aplicación de abono en suelos degradados. Esto refuerza la producción agroalimentaria del país”, indica.

En contextos rurales, Barrientos recomienda el uso de Cámaras Autoventiladas, que aprovechan el calor natural del proceso para reducir el trabajo de volteo. “Son ideales para pueblos de entre 5 mil y 25 mil habitantes. En cambio, tecnologías como la pirólisis o incineración requieren más de 500 toneladas diarias, lo cual es inviable en la mayoría del país”, advierte.
Los beneficios del compostaje
- Disminuye el volumen de residuos enterrados
- Elimina lixiviados contaminantes
- Reduce el metano y fija carbono en el suelo
- Mejora la salud ambiental y alimentaria
- Genera empleo y oportunidades
Esta nota es producto del Diplomado Fundamentos de la Conservación de la Naturaleza, apoyado por la Fundación Luis von Ahn y Defensores de la Naturaleza, coordinado por Laboratorio de Medios. Los autores son responsables del contenido.