¿Por qué el Plan de Ordenamiento Territorial de Quetzaltenango ha producido una de las crisis más grandes en la historia de la segunda ciudad más importante de Guatemala? ¿Qué incluye esta propuesta? ¿Por qué al menos 10 comunidades se oponen a su implementación? ¿Por qué la basura se desborda en las calles de este municipio? ¿Qué significa esta nueva lucha por el Territorio en el país?
El actual alcalde de Quetzaltenango, Juan Fernando López, hizo una promesa durante su campaña política en 2019, que consistía en derogar el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) para este municipio, un plan de desarrollo urbanístico que de hecho ha estado vigente desde 2017. López no cumplió con sus ofrecimientos políticos y los comunitarios del Valle de Palajunoj hoy suman más de 50 días de haber iniciado un bloqueo en el ingreso del basurero municipal como estrategia para ser escuchados.
El reclamo ha sido organizado por 10 comunidades indígenas y es consecuencia directa de la forma en la que el Estado y las autoridades impusieron una nueva forma de ordenar su territorio sin llevar a cabo una consulta previa. La protesta, luego de casi dos meses, ha logrado evitar que los camiones de basura ingresen al botadero municipal de la segunda ciudad más importante de Guatemala. Los desechos, desde entonces, se acumulan en las calles de Quetzaltenango. Un estimado de 10 mil toneladas de basura, con sus enfermedades y su pestilencia.
A lo largo de este tiempo, dos han sido las órdenes emitidas para desalojar a los comunitarios del Valle de Palajunoj utilizando a la Policía Nacional Civil. La primera sucedió el 26 de marzo y la otra el 6 de abril. Ninguna se llevó a cabo debido a la organización de las comunidades en resistencia, sostenida en su mayoría por mujeres de Palajunoj, además de la ayuda económica que sus familiares envían como remesas desde Estados Unidos que sirve para la compra de víveres para los que acampan sobre la carretera.
Y aunque el movimiento es “apolítico”, como aseguran los líderes indígenas, los comunitarios se aferran a muy pocas propuestas para solucionar el conflicto. Pero ¿Cómo es el POT que se propone para Quetzaltenango? ¿Qué cambiaría para el Valle de Palajunoj si se implementa? ¿Y qué le depara a este problema donde de nuevo el Estado recibe demandas de parte de comunidades indígenas no consultadas? Aquí respondemos a 7 preguntas que ayudan a entender las dificultades que atraviesa el municipio de Quetzaltenango.
1 ¿Qué es un Plan de Ordenamiento Territorial (POT)?
Para el urbanista, Marco Chávez, del equipo de Urban Lab, un colectivo de académicos con experiencia en dar soluciones a problemas territoriales, el POT es un instrumento de planificación para ordenar un territorio, además no solo es un instrumento de gestión territorial sino también de planificación. “El POT nos da pautas para saber cómo administramos el territorio desde lo físico”, como dice Chávez.
No obstante, como propone la División de Medio Ambiente y Asentamientos Humanos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) existen conceptos doctrinarios y legales sobre el ordenamiento territorial. Es el caso que en algunos países se tiene una ley específica para la materia, pero que básicamente se trata de una herramienta técnica que tiene como objetivo integrar la planificación física y socioeconómica. Así como, el respeto al medio ambiente, que incluye temas como población, etnias, nivel educativo, fenómenos meteorológicos y tectónicos, lluvias, sequías y derrumbes, que pasa a formar parte de las políticas de Estado para orientar la regulación de ubicación y desarrollo de los asentamientos humanos.
Para Chávez de Urban Lab ver el fondo o la raíz del problema sobre el POT de Quetzaltenango es importante y urgente, o como él dice: “El POT de Xela necesita un tratamiento de fondo y no de forma”. El urbanista hace énfasis en uno de los puntos principales que puede explicar la actual crisis en el municipio. “El problema fue que el POT no se consultó con la población, entonces existe mucho desconocimiento sobre el tema”, como indica Chávez.
Para Manuel Gutiérrez, desarrollador inmobiliario quetzalteco, el POT sirve para saber en qué zona se puede o no construir, en qué lugar se debe colocar drenajes, y concuerda con Chávez que Xela (como se conoce a Quetzaltenango) necesita un Plan de Ordenamiento Territorial, pero consensuado, sobre todo, en el Valle de Palajunoj donde se debe tomar en cuenta las dinámicas culturales, en su mayoría de la etnia quiché. “El plan se debe hacer de una manera que se entienda bien, del por qué se está haciendo y que se está queriendo evitar, eso se hace de barrio en barrio, consultando de cantón en cantón, de calle en calle, hablando con los vecinos para que la gente participé. Todo esto para que la gente entienda que no debe construir casas donde se inunda o hay deslaves, y se va ordenando”, dice.
Para las comunidades en resistencia, el POT parece no tener ningún concepto en sí mismo, al menos, no desde una perspectiva de cosmovisión indígena, que sería en términos de territorialidad, respeto a la naturaleza y “el buen vivir” centrado en el ser humano como parte de un entorno natural y social. Y si tiene sentido como algo que se condicionó y se impusó de manera forzada por el Estado. Porque la palabra “Territorio” tiene connotaciones más profundas desde la perspectiva de los pueblos originarios. “La identidad comunitaria siempre tiene un correlato territorial”, como explica el académico, Diego Vásquez, en su artículo Komon amaq’, heterarquía y tiempo largo: Los pueblos mayas como alternativa de organización social en Guatemala. “Aunque es uno de los elementos fundamentales de las comunidades mayas, el control territorial ha sido ejercido de muy diferentes maneras y depende de la comunidad y del momento histórico en el cual han estado”. Plan… Orden… Control… y sobre todo Territorio.
2 ¿Qué cambios propone el POT para el territorio de Quetzaltenango?
El POT de Quetzaltenango fue aprobado por el Concejo Municipal de Quetzaltenango el 2 de junio de 2017, se publicó en el Diario de Centroamérica el 27 de julio y entró en vigor con 160 artículos en agosto de ese mismo año. Estipulaba qué áreas eran residenciales, colonias, áreas verdes, condominios, edificios, estacionamientos, lotificaciones, obras, sótanos, terrenos baldíos, tipos de suelos, áreas de extracción minera, calles, avenidas, áreas de riesgos, autopistas, clasificación de suelos, formas de fraccionamiento, áreas rurales, suelo agrícola, suelo poblado, suelo forestal, cuánto debe medir un baño en una casa, cuánto una cocina, una sala… todo lo necesario para ordenar el territorio municipal en siete usos (las actividades que se pueden desarrollar en la superficie) de tipo urbano y cinco tipos rurales.
Sin embargo, el POT sufrió algunas modificaciones en julio de 2019 debido a protestas y reclamos de 24 comunidades aglutinadas en la Coordinadora de Alcaldes Comunitarios de Quetzaltenango (Coalco). Los comunitarios lograron que sus propiedades pudieran desmembrarse en terrenos más pequeños con un mínimo de 80 metros cuadrados. Pero no lograron que les concedieran el control de las licencias de construcción, como exigían en ese momento, ya que el POT creaba un departamento específico dentro de la Municipalidad para la gestión de estas operaciones. Tampoco lograron quitar las multas por diversos incumplimientos.
Las autoridades indígenas del Valle de Palajunoj indican que se debe hacer una revisión de cada uno de los artículos que contiene el POT, sobre todo, los que establecen el pago de sanciones municipales que ellos mismos juzgan de excesivos. “Somos agricultores y no podemos pagar los impuestos que establece el POT”, como indicó, Maximiliana Argentina Cotom, una mujer del Valle de Palajunoj de 47 años, durante una de las más recientes protestas de marzo de 2022. Por incumplir una licencia o realizar obras sin autorización, el POT establece multas que oscilan entre Q10 mil y Q50 mil. La máxima cantidad establecida en el POT es de medio millón de quetzales y corresponde a no acatar la suspensión temporal de obras, el cierre provisional de establecimientos o la demolición total o parcial de un inmueble.
Chávez, el urbanista, dice: “Aquí la Municipalidad de Xela hubiera construido una cartera de proyectos estratégicos rurales y urbanos antes de iniciar con el POT”.
3 ¿Qué hay en el territorio de Palajunoj?
La entrada al Valle de Palajunoj queda apenas a 10 minutos en carro del parque Central de Quetzaltenango. Su nombre se traduce como “entre las 10 sabidurías”. Palajunoj es la zona rural del municipio de Quetzaltenango; en ese lugar se producen sobre todo hortalizas.
Según la organización Ovop para el fomento de la industria local: “En el valle de Palajunoj el minifundio es lo general y son los dueños los que trabajan su propia tierra, pero debido al aumento de la población estas cada vez son más pequeñas. Las familias tienen cerca de 1 a 5 cuerdas (una cuerda equivale a 393 metros cuadrados) que son la mayoría, de 5 a 10 cuerdas un grupo menor y los que más tienen es de 10 cuerdas en adelante. La zona militar 17-15 tiene una propiedad extensa donde se encuentra un polígono o campo de tiro. Otros particulares tienen entre 100 a 200 cuerdas que incluyen bosques y donde han deforestado para pastura de ganado. En la parte llana denominada el polígono entre el Siete Orejas y el volcán Santa María, la municipalidad la ha utilizado como basurero para depositar ahí los desechos de la ciudad de Quetzaltenango”.
Alrededor del POT se ha generado el rechazo de parte de diez comunidades del Valle de Palajunoj: Bella Vista, Tierra Colorada Alta, Tierra Colorada Baja, Xepache, Chuicavioc, Chuicaracoj, Xecaracoj, Llanos del Pinal, Las Majadas, Cantón Candelaria, y la comunidad Chuicaracoj donde ha estado durante 30 años el botadero municipal. Para estas 10 comunidades derogar el POT es la única solución y no dan marcha atrás a esa petición.
Marco Chávez de Urban Lab dice “el Valle de Palajunoj es una zona marginal. Esa es una condicionante para el poco acceso a servicios básicos. En las comunidades del Valle de Palajunoj se debió empezar con proyectos estratégicos como drenajes y agua potable”.
El desarrollador, Manuel Gutiérrez, al ser consultado, ve con inquietud que en varias comunidades del Valle de Palajunoj algunos servicios como el agua potable apenas llegó hace poco tiempo. Las calles, los drenajes, el alumbrado público no han sido prioridad para los gobiernos municipales de turno.
En 2019 el ex diputado, Amílcar Pop, del Movimiento Winaq, presentó una denuncia ante el Ministerio Público por extracción ilegal de recursos naturales, contaminación industrial, incumplimiento de manejo forestal, cambio del uso de tierra sin autorización en el Valle de Palajunoj.
Además, en la denuncia, el ex diputado señaló a las empresas que operan en ese lugar: Piedra Azul, Planta Trituradora Xecaracoj, Agregados de Guatemala, Consura, Rocas de Xela Azul, Adexa, La Esmeralda, Planta Trituradora de Materiales de Construcción Real Madrid Uno, Canteras y Minerales de América S.A.
Los comunitarios señalan que en ese lugar operan tres grandes empresas mineras “AGRECA, PRECON, LA ROCA”.
El pasado 11 de abril se socializó la resolución emitida por la Corte de Constitucionalidad (CC) la cual confirmó la suspensión de la licencia de explotación minera para la empresa Fábrica de Artículos de Cemento “Block de Rosa” que operaba en Xepache y la cual extraía piedra pómez.
Basurero, empresas mineras, comunidades indígenas, áreas marginales, desigualdad, son los grandes componentes de este Valle en el que se ha gestado la resistencia al POT de Quetzaltenango.
4 ¿Por qué es importante ordenar el territorio de Xela?
“Xela sí o sí necesita un POT”, dice el urbanista, Chávez, quien da ejemplo de lo que está colapsando en el municipio de Quetzaltenango: “desorden vial, y habitacional”. Además, explica el especialista que de no empezar con el ordenamiento ahora, dentro de diez años vamos a ver más asentamientos precarios en lugares como barrancos.
“El POT es parte de una Planificación Nacional, las ciudades intermedias como Xela, Escuintla Petén son territorios que van a recibir migración interna de lo rural a lo urbano, es por eso que es prioridad empezar con el ordenamiento”, explica Chávez quien además comenta que el corazón del POT es el Plan de Uso de Suelos (PLUS) y que a eso hay que ponerle atención. En específico siete usos urbanos y cinco usos rurales como detalla el POT que se pretende implementar en este municipio.
5 ¿Cómo queda el basurero del Valle de Palajunoj en el POT que se propone para Quetzaltenango?
En la parte llana del Valle de Palajunoj, conocido por los comunitarios como el polígono entre el cerro Siete Orejas y el volcán Santa María, la municipalidad instaló el basurero en el que se depositan los desechos de la ciudad de Quetzaltenango desde hace más de 30 años.
“Mover el botadero municipal no aparece dentro del POT”, dice Chávez y eso “es porque no existe la implementación de proyectos estratégicos”. El experto añade que otras iniciativas importantes para implementar con urgencia en Xela son: un vertedero municipal, solucionar el tema de energía, terminal de buses, mercados y central de abastos.
A raíz de los bloqueos por parte de las 10 comunidades del Valle de Palajunoj, el 21 de marzo la Municipalidad de Quetzaltenango declaró en desastre ambiental a todo el municipio. En promedio, se han contabilizado a diario más de 20 camiones paralizados en los últimos meses, que se traduce a 110 toneladas de basura acumulada en las calles del municipio por día. Las autoridades han decidido trasladar la basura de Quetzaltenango hacia el departamento de Retalhuleu, a más de 50 kilómetros fuera del municipio, duplicando y triplicando los costos de extracción de basura para los vecinos.
La municipalidad de Quetzaltenango ha empezado a trasladar la basura del municipio a otros departamentos. FOTO: Gilberto Escobar.
6 ¿Por qué la basura se ha utilizado como estrategia de la resistencia?
Las 10 comunidades del Valle de Palajunoj que se oponen al POT encontraron un elemento geográfico a su favor para que sus demandas fueran escuchadas, al contar dentro de su territorio con el basurero municipal al que diariamente llegan las toneladas de basura que se produce en todo el municipio de Quetzaltenango. Este vertedero recibe un promedio de 17 camiones diarios cargados con todo tipo de desechos. La única entrada y salida está ubicada en la comunidad de Chuicaracoj, que fue aprovechada por los comunitarios para establecer un campamento y ejercer presión sobre las autoridades municipales con el fin de que sus demandas fueran escuchadas. El basurero originalmente sería un relleno sanitario, pero la falta de financiamiento lo convirtió en un proyecto abandonado. Las autoridades indígenas del lugar también han solicitado el traslado de este basurero en múltiples ocasiones, debido a que es un foco de enfermedades y está mal ubicado dentro de un área poblada por comunidades. Y ahora, de alguna forma para los comunitarios, el enemigo en casa como perciben al basurero, se ha convertido en una especie de aliado –con el bloqueo de su entrada– para difundir su mensaje de oposición al POT. Usar el basurero en contra de las autoridades es la estrategia a gran escala.
7 ¿Un POT puede excluir un área específica?
A inicios de abril de 2022, las autoridades indígenas del Valle de Palajunoj sostenían tres propuestas para darle salida al conflicto de Quetzaltenango: 1) Suspender el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), 2) crear un POT exclusivo para 10 comunidades del Valle de Palajunoj, y 3) conformar una mesa técnica para discutir el POT.
Ninguna de estas propuestas parecía viable.
El urbanista, Chávez, dice: “en el POT todo el territorio se vincula, se gestiona. Para ordenar el territorio no se necesita necesariamente un POT, a Xela le vendieron un instrumento complejo. Todo se debe analizar; el capital humano, el técnico y el financiero, y eso no se hizo. La imprudencia fue creer que el POT funcionaría y solucionaría todo”.
Lorenzo Nimatuj es parte de la alcaldía indígena del Valle de Palajunoj y explica que la propuesta ya no tiene opciones en la actualidad. Las alternativas que se cotejaban a inicios de abril anteriormente mencionadas ya no son posibles. Hubo consensos, Se platicó con todos los líderes comunitarios. Se intentó el diálogo. La municipalidad propuso un POT que no incluyera a las 10 comunidades disconformes. Y los comunitarios, tras no ser consultados respecto a su territorio, han decidido dar una única opción: Suspender el Plan de Ordenamiento Territorial y crear uno a partir del consenso con las comunidades. Tampoco, con esta única propuesta, las autoridades indígenas han tenido respuestas o una nueva invitación al diálogo.
Uno de los últimos actos que ha realizado la municipalidad consistió en imprimir 500 ejemplares del POT para socializar con distintas dependencias municipales, Consejos Comunitarios de Desarrollo (Cocode) y alcaldías comunitarias a lo largo y ancho de Quetzaltenango.
Tanto el urbanista Chávez y desarrollador inmobiliario Gutiérrez sostienen que “el mejor POT va ser siempre el que se construya de manera consensuada y desde la visión de los pueblos indígenas”.
Sin embargo, mientras no se ha dado seguimiento a las demandas y el diálogo continúa sin rendir avances, el Concejo Municipal de Quetzaltenango mantiene el ambiente tenso, a tal punto de llegar a solicitar al Gobierno Central en diversas oportunidades la implementación de un Estado de Prevención que prohibiría las reuniones al aire libre y las manifestaciones públicas, con el objetivo de recuperar el ingreso al basurero y desalojar a los comunitarios que se mantienen acampando en la entrada hacia el Valle de Palajunoj.