Una vez más, los datos del tablero de Situación de la COVID-19 en Guatemala no han sido tomados en cuenta para las decisiones presidenciales frente a la pandemia. Los servicios religiosos podrán prolongarse durante una hora, el transporte nacional e internacional se pone nuevamente en marcha. El Gobierno anuncia kits y centros para hacerse pruebas e incide en la necesidad de incrementar el presupuesto.
Los casos siguen sin descender de un promedio de mil nuevos positivos diarios. Mientras que los fallecidos continúan en un recuento no inferior a las 30 personas cada día a causa del SARS-CoV-2. En total, del 17 al 23 de agosto, se reportaron 5748 nuevos casos por coronavirus y 222 fallecidos.
Sin embargo, estos números no han traído consigo las acciones que debía determinar el semáforo implementado a tal fin. Es decir, el protocolo de aislamiento y apertura de comercios para la reapertura, según la proporción de contagios y pruebas positivas, no fueron acatadas en cada municipio.
Durante sus intervenciones ante la prensa, tanto La Comisión Presidencial de Atención al Coronavirus (COPRECOVID) como el Ejecutivo continúan afirmando que hay una baja en los contagios, aún sobre la base de pocas pruebas diarias realizadas.
Especialmente, las autoridades se refirieron al descenso en los casos de los departamentos de Guatemala y Escuintla, donde se reporta el mayor acumulado de contagios y registran un promedio de 400 nuevos por día y 30, respectivamente. En el departamento de Guatemala hay ya 40,180 casos reportados, mientras que en otros como Huehuetenango la cifra es de 712.
Ignorando dichos números y tendencias, el presidente del ejecutivo dijo: “vamos a superar la pandemia y van a venir turistas a Guatemala pero debemos prepararnos mientras tanto”, durante la inauguración del tramo de carretera Tajumulco-Tocaché en San Marcos, el viernes pasado.
Y, mientras Giammattei hablaba de menos casos el domingo, el Hospital General San Juan de Dios, en el departamento de Guatemala, reportó un aumento del 10 % de los pacientes de COVID-19 que atiende.
Número de pruebas no alcanza el mínimo prometido
El número de pruebas mínimas diarias, que incide directamente sobre el número de casos reportados, tampoco ha sido una promesa cumplida. Desde marzo se han realizado 221,235 pruebas, un número que en promedio no alcanza las 5,000 pruebas procesadas, el mínimo ofrecido por COPRECOVID. Además, cada día se quedan pruebas acumuladas que impiden saber el número real de positivos diarios.
Durante una conferencia de prensa el jueves, la viceministra Técnica Lucrecia Ramírez dijo que espera que para el martes 25 ya no haya más pruebas pendientes de procesar. También afirmó que aún existen 75 mil pruebas a nivel nacional por realizar. Aún así, esta información resulta insuficiente para cumplir con el mínimo de 7 u 8 mil pruebas diarias que el presidente prometió la semana pasada.
El viernes, la COPRECOVID anunció centros de atención para hacer pruebas las 24 horas, los 7 días de la semana. Al día siguiente, se publicó en el Diario Oficial el Acuerdo Ministerial 208-2020, que establece centros de aislamiento temporal en colaboración con municipalidades, llamados CAT-COVID-19. No obstante, las locaciones de estos siguen sin ser anunciados.
Reapertura de servicios religiosos y encarecimiento del transporte público
El transporte también parece caer en un verde de nueva normalidad. El jueves 20 de agosto las empresas de transporte público urbano emitieron un comunicado en el que exigen que los servicios se reabran en su totalidad. Además, informan que debido a los nuevos protocolos ante la COVID-19, incrementaron a Q. 10 la tarifa.
Los empresarios argumentaron que el aumento tan drástico se debía a que el gobierno no tomó las medidas para prevenir el impacto económico del sector transporte. Mencionaron haber solicitado el subsidio estatal pero que “las autoridades se habían negado por razones desconocidas”.
En cuanto al transporte aéreo, Francis Argueta, director aeronáutica civil, dijo que se espera la reapertura de vuelos nacionales e internacionales en septiembre, pero que la fecha exacta la comunicará el presidente Alejandro Giammattei.
En ese sentido, durante una coferencia de prensa que tuvo lugar al siguiente día, el viernes 21, la ministra de Salud, Amelia Flores, no descartó la reactivación del transporte urbano, pero recalcó que se deben cumplir los protocolos. Y también le recordó a los mercados y otros lugares en los que ocurren aglomeraciones que también deben cumplirlos.
En la misma dirección, durante su intervención en la cadena televisiva nacional del domingo, Giammattei siguió hablando de la tendencia a la baja. Y, aunque el semáforo decía que los servicios religiosos aún en alerta verde solo podrían ser de media hora, el presidente los amplió a una hora, a pesar de que en la mayoría del país el semáforo se ve en rojo.
¿Se han rendido las autoridades ante los contagios de coronavirus? ¿El Ministerio de Salud y Asistencia Social (MSPAS) y la Comisión Presidencial para la COVID (COPRECOVID) han relajado su actuar en cuanto a la pandemia? Al menos, en sus declaraciones, la percepción es que están tomando decisiones.
En cuanto a la ejecución del presupuesto asignado para la pandemia, la viceministra administrativa, Nancy Pezzarossi aseguró en conferencia de prensa que se ha ejecutado el 40 % del presupuesto.
La ministra Flores también mencionó que Q5 millones han sido usados en la elaboración de 100 mil kits de medicamentos, y que la meta es 1 millón de kits. Más tarde, el domingo, el presidente Giammattei confirmó que se están entregando estos kits.
No obstante, el martes, la diputada Andrea Villagrán, del partido Bienestar Nacional, denunció que solo se han ejecutado Q115.16 millones del presupuesto para hospitales temporales, es decir, el 19.31 %.
Aún así, el doctor Edwin Asturias, a cargo de COPRECOVID, estableció el miércoles que el presupuesto del MSPAS debería ser del 5 % del PIB (Producto Interno Bruto), y que “solo para abordar la pandemia deberían presupuestarse 3 mil millones, entre vacunas, atención primaria, hospitales y recursos humanos” para el próximo año. No solo se está ejecutando un bajo porcentaje del dinero prestado para la emergencia, sino que, encima, el gobierno podría solicitar más.