Las medidas de restricción dictaminadas por Guatemala para contener el COVID19 fueron exitosas, a la vista de los contagios. Sin embargo, un mes después, la curva ha comenzado a agudizarse superando los temidos veinte casos diarios. ¿Qué viene ahora?
Lo que ha enseñado la experiencia de otros países, es que 40 casos nuevos de covid-19 hoy, pueden aumentar hasta superar los 1000 nuevos contagios en dos semanas. Guatemala se encuentra entre los países más control ha logrado ejercer para reducir la propagación del SARS-CoV-2, pero está aproximándose a ese punto en el que muchos países han perdido el control sobre la expansión del coronavirus causante de la actual crisis mundial.
Si el presidente Alejandro Giammattei conservaba la intención de reducir las medias de prevención por la expansión del virus SARS-CoV-2 y reactivar la economía, los resultados después de seis semanas de contagios Tendrían que haber sido un fuerte disuasivo en la dirección opuesta.
El mandatario contemplaba la posibilidad de abrir centros comerciales, empresas e instituciones si lograba mantener el ritmo de contagios por debajo de 20 al día. Así lo explicó durante las cadenas de televisión que ofrece a diario. Esa cantidad meta del Ejecutivo se superó por primera vez el 9 de abril, cuando se reportó un primer pico con 39 casos nuevos. El promedio de esa semana −la cuarta desde el primer caso positivo− se mantuvo en 12 contagiados por día.
En esa ocasión, el Presidente decidió mantener las medidas de distanciamiento social y el toque de queda de 12 horas. Sin embargo, las opiniones de los expertos, y las experiencias vistas en otros países, sugieren que las restricciones deben mantenerse para evitar saltos cuantitativos tan grandes que den pie al colapso de los servicios de salud.
Hasta el pasado 24 de abril, más de un mes después del inicio de las medidas, se cerró por primera vez una semana con un promedio diario de más de 20 casos de contagio (24.4), y además se marcó un nuevo récord de infecciones confirmadas, con 42 nuevos infectados anunciados el 25 de abril y 27 casos el día 27 de abril. Los fallecidos en estas semanas también aumentaron, subiendo a 15 la cifra de fallecidos.
Pese a esto, Guatemala se encuentra entre los países hispanoamericanos que no han visto desbordado el número de contagios. Para Rodolfo Mendoza, director de Diestra, consultora enfocada en el análisis de las políticas públicas, la causa se encuentra en las acciones emprendidas en los primeros días.
“Los primeros doce días son cruciales”, indica el consultor y explica que en países donde las medidas no se tomaron en ese plazo, es en los que más daño ha provocado la expansión del virus SARS-CoV-2 y ejemplifica su teoría en un análisis que publicó donde aparecen países como Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Uruguay, Paraguay y Honduras.
En ninguno de estos países el número de contagios diarios ha superado la centena hasta el 24 de abril. El análisis de Mendoza incluye también a Cuba y Puerto Rico, que para el 24 de abril reportaban rangos entre los 1,200 y 1,500 casos. No obstante, Puerto Rico muestra uno de los índices más altos de contagios a nivel latinoamericano: 44,33 contagiados por cada 100 mil habitantes.
Aunque fuera de este análisis, el caso de Bolivia también sustenta la teoría, ya que ese país, con menos de los 1,000 casos hasta la misma fecha, tomó medidas como el cierre de sus fronteras desde 5 días después de que se detectara el primer caso.
La excepción le corresponde a Nicaragua, con únicamente 13 contagiados reportados oficialmente y sólo 3 de ellos activos en un país en el que no se han adoptado normas de distanciamiento social. Sin embargo, el caso nicaragüense ha sido señalado incluso por la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh) por falta de información sobre mecanismos de control y realización de pruebas.
En otra situación se encuentran países como Panamá, Ecuador, Perú, México, República Dominicana y Colombia, que reportan cifras por encima de los 4,000 casos hasta más de 22,000. Mendoza atribuye este fenómeno a la falta de medidas de mitigación en los momentos indicados.
La importancia de una política agresiva, de prevención y confinamiento, en la etapa inicial ya había sido señalada por el epidemiólogo guatemalteco y Profesor de Enfermedades Infecciosas y Epidemiología de la Universidad de Colorado , EEUU. Edwin Asturias.
En una entrevista del 24 de marzo a diario elPeriódico explicó que la capacidad del Estado Guatemalteco, con la inversión más baja en salud de América Latina y con menos de un médico por cada 1 mil habitantes, puede verse superada fácilmente.
Según sus cálculos, se podrían necesitar cerca de 90 mil camas sólo para atender a adultos mayores que requieran una atención hospitalaria, pero que en Guatemala sólo hay 10 mil camas. Actualmente el Gobierno se encuentra en el proceso de habilitar 5 hospitales provisionales para la emergencia de Covid-19. Con una capacidad para atender a un poco más de mil pacientes.
El momento de abrir
Las acciones emprendidas durante las primeras seis semanas colocan a Guatemala entre los 5 países de Hispanoamérica con menos contagios. La mortalidad en Guatemala tampoco ha manifestado ser tan alta como lo demostró ser en la mayoría de países Europeos. O al menos no lo ha sido en estas primeras 6 semanas, en las que la capacidad del Ministerio de Salud no se ha visto sobrepasada.
Pero esto no significa que ya puedan eliminarse. Por el contrario: liberarlas podría poner en riesgo los resultados de contención alcanzados hasta ahora. Así lo manifiesta el epidemiólogo Joaquín Barnoya.
Barnoya explica que ese período entre la quinta y la séptima semana resultó ser crucial para varios países en los que el número de contagios llegó a desbordarse, ya que fue en este período en que el crecimiento que tenían desde el inicio aceleró su ritmo hasta hacer muy difícil o imposible para los sistemas de salud atender a tanto paciente.
Este repunte es algo que también Giammattei ha estado esperando, como lo ha señalado en sus mensajes presidenciales. “Se viene la semana de mayor contagio”, dijo el 20 de abril. Y: “Estamos entrando en la etapa más difícil donde estimamos mayor número de contagios”, como dijo el 23 del mismo mes, durante la sexta semana desde el primer brote en Guatemala.
No obstante, los ritmos de crecimiento dependen de otros factores como densidad y población, entre otros. Al evaluar los saltos más significativos de los países europeos más afectados y Estados Unidos, se puede apreciar que el país americano, con una extensión territorial 32 veces más grande que la de Italia y con una población 5.5 veces mayor, empezó su salto cuantitativo tres semanas más tarde, con relación al primer contagio, que el país europeo. Pero con números más elevados de casos positivos.
Mendoza, por su parte, sostiene que así como fue acertado tomar medidas de aislamiento en el momento acertado, es decir, los doce primeros días, también será importante reiniciar la actividad económica cuando sea prudente, para evitar daños más graves a la economía.
Y ¿Cuándo será ese momento? El analista sostiene que tiene que ser después del pico de contagios, cuando el número de nuevos casos sea menor que el de recuperados por día. Es decir, cuando la curva de casos activos por día empiece a descender.
Ese día aún no parece estar muy cerca. Pues el índice de personas recuperadas por día muestra un movimiento irregular, mientras que el número de contagios por día se sigue manteniendo al alza. Esto se traduce en que el número de casos activos por día ha mantenido un crecimiento constante, desde el primer día. Es decir que la curva lejos de aplanarse aumenta su pendiente.
Entre los primeros países en retomar las actividades se encuentra Japón. Tras una reducción a uno o dos casos nuevos al día, la región septentrional de Hokkaido, reabrió su actividad normal el 20 de marzo, 65 días después del primer contagio en el país. Esta decisión provocó también una recaída de su salud pública. En la segunda semana de abril se reportaron 135 casos nuevos.
En la cadena del 26 de abril, Giammattei amenazó con liberar algunas restricciones para la próxima semana, aunque esta decisión dependería de la evolución en el número de casos. Hasta el momento no hay indicios para suponer que la curva de casos cambie de dirección en los próximos días.