El término «ideología de género» fue acuñado por la Iglesia Católica como una forma de frenar los avances que tenía la reivindicación de los derechos de las mujeres. Tras la primera vuelta de las elecciones, el término ha cobrado relevancia en diversos espacios, relacionándolo principalmente con el partido Movimiento Semilla. Expertas aseguran que se trata de una práctica discursiva que puede trascender a políticas estatales. Esto resulta problemático por la carga de estigma con la que se acompañan estos discursos.
El término «ideología de género» se utiliza en todo el mundo. Se popularizó entre colectivos de ultraderecha, aunque ya se ha generalizado. Según la explicación de Silvia Trujillo, socióloga y catedrática universitaria, nació de la iglesia católica como un discurso despectivo para aplacar el avance de los derechos de las mujeres. No es una propuesta de colectivos de mujeres, feministas o LGTBIQ+.
Su descripción entre autoridades eclesiásticas quedó plasmada en la Carta a los Obispos de la Iglesia Católica sobre la colaboración del hombre y la mujer en la iglesia y el mundo, de mayo de 2004. En ésta, explican que «se refuerza la idea de que la liberación de la mujer exige una crítica a las Sagradas Escrituras, que transmitirían una concepción patriarcal de Dios, alimentada por una cultura esencialmente machista».
También manifiestan preocupación porque «tal tendencia consideraría sin importancia e irrelevante el hecho de que el Hijo Dios haya asumido la naturaleza humana en su forma masculina».
En Guatemala, se usó para estigmatizar sectores diversos en las elecciones de 2019. Sin embargo, cobró más relevancia desde que en 2022 el Congreso de la República discutió y aprobó el Decreto 18-2022 Ley para la Protección de la Vida y la Familia.
La iniciativa 5272, convertida en Decreto 18-2022, pretendía aumentar la pena de prisión a todas las mujeres que (espontáneamente o no) tuvieran un aborto. También estigmatizaba las identidades de la diversidad sexual y de género en el país.
Además, en su artículo 15, buscaba prohibir lo que los diputados describieron como «enseñanza de la ideología de género» enfocada a criminalizar los derechos de la comunidad LGTBIQ+.
La iniciativa se aprobó el 8 de marzo, con el voto de 101 congresistas. Pero tres días después el presidente Alejandro Giammattei la vetó, obligando al Legislativo a archivarla.
Este año, 2023, el término se ha utilizado recurrentemente en las elecciones. Principalmente en contenidos de desinformación y en discursos engañosos, que buscan desacreditar o confundir a la población.
Por eso La linterna trae algunos puntos clave para explicar las falsedades y verdades en torno al término.
1. ¿Qué es la ideología de género?
Para comprender este término, hay que remitirnos a la etimología de la palabra «género». Trujillo comenta que esa categoría surgió en estudios académicos que nacieron por la necesidad de nombrar la identidad de las personas más allá de lo biológico.
Laura Aguiar, estudiante universitaria y coordinadora de Articulación Política de la Red de Jóvenes para la Incidencia Política (IncideJoven), explica que «el género es una construcción acerca de cómo el cuerpo es visto dentro de la sociedad. Normalmente se nombra a través de identidades como hombre o mujer».
Ambas expertas consideran que el género está compuesto por «roles» o mandatos que se basan en las características físicas de las personas, de los cuales depende la manera en la que se relacionan con la sociedad.
Esa descripción es la que las autoridades religiosas dejaron plasmada en la Carta a los Obispos, de 2004, en la cual se lee: «En esta nivelación, la diferencia corpórea, llamada sexo, se minimiza, mientras la dimensión estrictamente cultural, llamada género, queda subrayada al máximo y considerada primaria».
En un artículo de la guatemalteca y conservadora Asociación la Familia Importa (AFI) se define a la ideología de género como una quimera de pensamientos entre los cuales se encuentra «el mal llamado matrimonio igualitario entre personas del mismo sexo, la adopción homoparental, el aborto y la identidad de género».
Para la coordinadora de IncideJoven, la «ideología de género» no es algo que se pueda demostrar, no es tangible, por lo que se pone en duda su existencia como término académico y analítico.
Por otra parte, para la coordinadora de IncideJoven, la «ideología de género» no es algo que se pueda demostrar, no es tangible, por lo que se pone en duda su existencia como término académico y analítico. Sin embargo, asegura que el discurso pretende que las enseñanzas y reglamentos de la iglesia trasciendan al ámbito jurídico, como sucedió con el Decreto 18-2022.
En este sentido, Trujillo añade que nombrarlo va más allá de una práctica discursiva y su fin es crear un «enemigo en común».
La idea de ese enemigo en común también fue nombrado en el comunicado presentado por el Comité Organizador del Desfile de la Diversidad Sexual e Identidad de Género LGTBIQ+ en el marco de la marcha del 22 de julio de 2023.
«La campaña electoral [en Guatemala] utilizó a la diversidad sexual y de género como una enemiga imaginaria, esto por parte de candidatos y candidatas de partidos de derecha-conservadora, promoviendo discursos de odio en la sociedad», denuncian a través del documento.
2. ¿Es la ideología de género una de las propuestas de Movimiento Semilla?
Dentro del plan de gobierno del partido Movimiento Semilla no se menciona nada sobre la ideología de género. De hecho, la palabra «género» solo se menciona una vez. De igual forma, el presidenciable Bernardo Arévalo ha mencionado en entrevistas que no conoce a que se refieren cuando le han preguntado sobre la terminología.
Por ejemplo, en una entrevista que se le realizó en el programa Hijos de la Gran Patria, Arévalo aludía a que no tienen contemplado implementar un plan con esa denominación. «No vamos a poner eso que se llama “ideología de género”, que aún nos cuesta ver dónde está», aseguró el presidenciable.
3. ¿Es lo mismo «ideología de género» que «perspectiva de género»?
«La perspectiva de género no tiene ninguna relación con la ideología de género», enfatiza Aguiar. Para ella, la perspectiva de género está relacionada con la búsqueda de que los espacios sociales tengan la participación de mujeres, hombres y de quienes no se autoidentifican como tales (personas no binaries).
Para Trujillo, la perspectiva de género quita la mirada androcéntrica (desde la perspectiva del hombre) de las problemáticas sociales para que los problemas de las mujeres sean nombrados.
Al respecto, en Guatemala ya se han registrado casos desde el ámbito de la justicia transicional y de derecho, en los que el género aporta análisis para comprender lo ocurrido durante el conflicto armado interno, por ejemplo.
«Sin contemplar el género no existiría la sentencia de los casos Sepur Zarco o el de las Mujeres Achi», aclara Trujillo.
Dentro de la sentencia de estos procesos judiciales, se establece que las mujeres q’eqchi’ de Sepur Zarco, en El Estor, Izabal, y las mujeres achi de Rabinal, Baja Verapaz, son sobrevivientes de violencia y servidumbre sexual durante los años del conflicto armado.
En cuanto a la administración pública, Trujillo comparte que el Estado tiene la obligación de destinar un rubro específico para los problemas de las mujeres, lo cual no hubiera ocurrido sin tomar en cuenta el género.
«Son compromisos que el Estado de Guatemala ha adquirido», apunta. Compromisos que han sido impulsados desde los colectivos de derechos humanos, organizaciones sociales, académicas y desde la investigación.
4. Ideología de género entre la religión, la familia y la población LGBTIQA+
Otro aspecto surgido durante la campaña electoral, es la alusión a la relación de la ideología de género con la población LGTBIQ+. Principalmente desde espacios religiosos y conservadores.
Para Pablo Herrarte, tesista de grado en teología por parte de la Universidad Rafael Landívar, asegura que en grupos conservadores de la iglesia persiste el discurso de condena hacia la diversidad sexual.
El rechazo a esta idea quedó descrito en la ley 18-2022, al afirmar en el artículo 15 que «se prohíbe a las entidades educativas públicas y privadas […] enseñar como normales las conductas sexuales distintas a la heterosexualidad».
De igual forma, una carta de la Coordinadora Evangélica Nacional (CEN), acompañaba el contenido del decreto 18-2022. «… En espera que esta sea aprobada de urgencia nacional como Ley de la República», detalla el comunicado.
Herrarte hace énfasis en que los discursos relacionados con la «ideología de género», mencionan que «vendrá a destruir a las familias guatemaltecas». «Mucho de eso lo fundamentan en textos bíblicos».
«Cuando alguien ataca a otra persona o daña su dignidad como ser humano desde un texto bíblico. No se puede decir que es palabra de Dios, sino que es palabra de un hombre», afirma.
5. ¿Es la «ideología de género» fomentada por la Agenda 2030?
La Linterna ya verificó qué es la Agenda 2030 y estableció que dentro de ella no se menciona nada de «ideología de género».
Se ha explicado que Guatemala es uno de los 193 países que impulsan los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (conocidos como Agenda 2030) En Guatemala se ejecuta a través del plan nacional Katun 2032, para lograr los proyectos que permitan el desarrollo del país.
Lo que sí contempla es el apoyo igualitario para niños, niñas, hombres y mujeres, a través de la igualdad de género.
«Promover la igualdad de género es esencial en todos los ámbitos de una sociedad sana: desde la reducción de la pobreza hasta la promoción de la salud, la educación, la protección y el bienestar de las niñas y los niños», describe la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en uno de los 17 ODS.
6. Derechos sexuales y reproductivos, el aborto y la ideología de género.
Según el monitoreo de La linterna y fuentes consultadas, otra idea que la población relaciona con ideología de género es que promueve la implementación de los derechos y las relaciones sexuales desde la infancia.
La Red Interuniversitaria Seguras y Educadas (RISE), una organización que reúne a estudiantes de diversas universidades del país, y que buscan promover los derechos de las mujeres jóvenes, plantea que con divulgar el concepto buscan invalidar los derechos de las mujeres y de la diversidad sexual a través de la controversia, la estigmatización, el machismo y la homofobia.
«Las discusiones de estos derechos deben ser gestionadas desde la salud pública, el respeto a la integridad y el bienestar humano, a nivel universal», detalla una publicación sobre la postura de quienes conforman RISE, acerca de los derechos sexuales.
En cuanto al aborto, quienes conforman la Red publican que es una herramienta para que las mujeres y personas gestantes puedan decidir ejercer una maternidad responsable.
Hacen énfasis en la decisión de ejercer un rol activo dentro de la familia debido a que «obligar a quienes tienen capacidad de ejercer la maternidad es una violación a su libertad».
Finalmente, esta Red de jóvenes asegura que continuar viendo la defensa de los derechos humanos sexuales y reproductivos como parte de una ideología seguirá afectando la salud pública del país.
«Se agravarán las estadísticas de embarazos en niñas y adolescentes, las de los abortos clandestinos, la impunidad y el aumento de los delitos sexuales, la lgtbifobia; las enfermedades de transmisión sexual, etcétera», auguran.
La Linterna reconoce que abordar estos temas es complejo, pero necesario. Por lo que es impostergable continuar analizando toda la información y la desinformación que gira en torno a estos más allá del proceso electoral.