Guatemala enfrenta una grave crisis de salud pública. En 2024, reporta un acumulado de 16,384 niñas y niños con desnutrición aguda y 14 fallecidos. La cifra más alta de los últimos tres años.
La población infantil de Guatemala está sufriendo una desnutrición aguda alarmante. Hasta la semana epidemiológica 26, la tercera de junio, se han reportaban 16,384 casos de niños con desnutrición aguda en varias regiones del país.
En comparación con el mismo período de los dos últimos años, los casos de desnutrición aguda han aumentado significativamente. En 2023, se reportaron 14,180 casos acumulados, y en 2022, 11,437. Esto supone un incremento del 22.6%.
La desnutrición aguda en Guatemala se presenta en dos formas: moderada y severa. De los casos reportados 12,927 corresponden a desnutrición aguda moderada, mientras que 3,457 son de desnutrición aguda severa. Estos números no solo son cifras, representan a miles de niños que luchan por sobrevivir y desarrollarse en condiciones adversas.
La desnutrición aguda es un problema evitable
Aída Barrera Pérez, investigadora del Centro de Investigaciones de las Ciencias de la Salud, Facultad de Ciencias Médicas, USAC y Dorian Ramírez, coordinador del Centro de Investigaciones de las Ciencias de la Salud, Facultad de Ciencias Médicas, USAC, indicaron en una entrevista a No Ficción que la desnutrición infantil aguda es un problema evitable; sin embargo, continúa siendo una preocupación significativa de salud pública en el país.
Los investigadores del Centro de Investigaciones de la Ciencias de la Salud de la USAC señalaron que la desnutrición aguda infantil no se distribuye de manera uniforme en todo el territorio. Los grupos más afectados se encuentran en áreas rurales, poblaciones indígenas y entre familias que viven en pobreza y tienen baja escolaridad.
También destacaron la debilidad en las leyes, políticas y programas nacionales que se dirigen a la prevención y control de la desnutrición infantil aguda. Además, enfatizaron la necesidad urgente de abordar las causas estructurales de la desnutrición infantil para mejorar la situación a largo plazo.
Este diagnóstico subraya la importancia de implementar medidas efectivas y sostenibles que aborden tanto los síntomas como las raíces del problema, con el objetivo de erradicar la desnutrición infantil aguda en Guatemala.
7 de cada 1000 niños padecen desnutrición aguda
La Dirección de Comunicación e información de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SESAN), proporciona un panorama detallado indicando que, “La desnutrición aguda si bien refleja una dolorosa realidad, tiene una prevalencia en el país del 0.7 por ciento aproximadamente, es decir, 7 de cada mil niños la padecen.
Cada vez que un niño es diagnosticado en el sistema de servicios de salud, se inicia de inmediato su tratamiento de recuperación. En realidad, el gran problema por atender es la desnutrición crónica, la cual afecta al 46.5 por ciento de los niños y niñas menores de 5 años a nivel nacional (ENSMI 2014-2015)”. https://portal.siinsan.gob.gt/ensmi/
“Los datos del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), indican que hasta el 15 de junio del 2024 (semana epidemiológica 24), se registraron 14 mil 743 casos de desnutrición aguda. Es importante aclarar que esta cifra refleja casos atendidos y registrados en el sistema de información y no personas. Suele ocurrir que una misma persona es atendida y registrada en más de uno de los servicios, aunque también puede ocurrir que un mismo niño sufra más de un episodio de desnutrición aguda”, añadió.
Los niños: más afectados por la desnutrición aguda
Además, la distribución de casos por sexo muestra que los niños son más afectados que las niñas, con 9,743 casos en niños (59%) y 6,644 en niñas (41%). Según datos de SIGSA-18
El grupo de edad más afectado es de 6 a 24 meses, con una prevalencia de 65%.
Causas
Según Aída Barrera y Dorian Ramírez las causas estructurales más prominentes incluyen la falta de acceso a alimentos variados en cantidad y calidad suficiente, así como la baja escolaridad de los padres, principalmente materna. Otras causas biológicas y conductuales observadas son las prácticas inadecuadas de lactancia materna y alimentación complementaria en el primer año de vida, así como la presencia de enfermedades subyacentes.
Impacto en el desarrollo y la salud a largo plazo de los niños
Ambas expertas señalaron que la desnutrición aguda tiene consecuencias tanto a corto como a largo plazo en la salud y el desarrollo de los niños. A corto plazo, debilita el sistema inmune, aumentando la vulnerabilidad a infecciones, eleva el riesgo de muerte por enfermedades como diarrea y neumonía, y afecta el crecimiento y desarrollo, impidiendo que los niños alcancen su talla potencial.
A largo plazo, Aída y Dorian explicaron que cuando se pasa o desarrolla en desnutrición crónica afecta el desarrollo del cerebro, limita el desarrollo cognitivo y el aprendizaje.
Los niños que sufren de desnutrición a una edad temprana tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.
Además, limita el rendimiento escolar, la productividad económica y las oportunidades de un trabajo bien remunerado. También aumenta el riesgo de complicaciones durante el embarazo y parto en mujeres que padecieron desnutrición en la niñez y adolescencia, con la probabilidad de tener hijos con bajo peso al nacer y perpetúa el ciclo de la pobreza a través de una transmisión transgeneracional.
Escuintla reporta la mayor tasa de desnutricióna aguda
La situación es especialmente preocupante en ciertas regiones del país. Escuintla, Retalhuleu y Petén Sur Oriental son las áreas más afectadas, con tasas de incidencia superiores a 100 casos por 10,000 habitantes. Escuintla, en particular, tiene la mayor tasa de incidencia con 220.5, lo que resalta la necesidad de intervenciones específicas y localizadas. Según, Direcciones Departamentales de Redes Integradas de Servicios de Salud (DDRISS).
Según los casos reportados por la Dirección de Epidemiología y Gestión de Riesgo del MSPAS, para la semana epidemiológica 26 (23-29 de junio del 2024) los departamentos con mayores riesgos de desnutrición aguda semanales fueron: Retalhuleu, Petén, Baja Verapaz, Chimaltenango, Suchitepéquez, Quetzaltenango, Solola e Izabal.
Aída y Dorian, añadieron “De acuerdo con información de la SESAN, para abril de 2024 los departamentos con mayor incidencia de inseguridad alimentaria fueron: Alta Verapaz, El Quiché, Huehuetenango, San Marcos, Retalhuleu, Sololá, Chiquimula, Sacatepéquez, Suchitepéquez y Totonicapán”.
Ambas recalcan las causas de la desnutrición aguda son esencialmente estructurales y socioeconómicas, como la pobreza, poco acceso a la educación, discriminación y exclusión social, pocas oportunidades de empleo bien remunerado.
La forma de contar los menores con desnutrición
La Dirección de Comunicación e Información de SESAN. “Antes del 2020, el MSPAS trasladaba a la SESAN la base de datos de los niños y niñas diagnosticados con desnutrición aguda, cuya fuente de información es el formulario conocido como SIGSA-3 (formulario del Sistema Gerencial de Salud, para el registro de la Consulta Externa).
A partir de 2020, el MSPAS cambió la metodología para reportar los casos de desnutrición aguda en niños y niñas menores de cinco años, es decir, integró los reportes de desnutrición aguda del SIGSA-3 con los reportes de control de crecimiento del SIGSA 5-A, por lo que, al unir dos bases de datos, la cantidad de casos de desnutrición aguda, aumentó.
Esa es la razón por la que no se puede ni debe comparar la cantidad de casos de desnutrición aguda del período 2010 a 2019 con los casos de desnutrición aguda del período 2020 a 2024 (en adelante), porque provienen de dos metodologías de reporte diferentes.
El MSPAS genera reportes de desnutrición aguda en menores de cinco años a partir de la base de datos del SIGSA 5-A (control de crecimiento), sin embargo, los datos no corresponden a la totalidad de país, porque el MSPAS no atiende a todos los niños y niñas menores de cinco años del país. Es decir, la cantidad de casos reportados, representa exclusivamente al universo de niños y niñas que asisten a los servicios de salud del MSPAS (sin considerar quienes acuden a servicios privados o al Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, por ejemplo). En todo caso, de manera general, las cifras son similares cada año”.
Un 67 por ciento de las niñas y niños desnutridos son recuperados
En la SESAN hemos realizado un procesamiento de los datos trasladados por el MSPAS y se ha observado que el promedio nacional de recuperación de niños y niñas con desnutrición aguda entre enero y mayo del 2024 es del 67.5 por ciento. De las 29 Direcciones Departamentales de Redes Integradas de Servicios de Salud, 16 han alcanzado un porcentaje de recuperación superior a la media nacional.
Por otro lado, si bien la desnutrición aguda hay que tratarla, la desnutrición crónica merece un abordaje desde su estructura y eso es lo que plantea la iniciativa Mano a Mano.
La desnutrición crónica compromete el futuro de Guatemala. Un niño con desnutrición crónica no alcanzará su máximo potencial, rendirá menos académicamente, laboralmente y en todos los ámbitos de su vida, porque su cerebro no crecerá ni se desarrollará por completo.
Las DDRISS están ordenadas según la cantidad de niños en seguimiento (eje de la izquierda). El porcentaje de recuperación se muestra con puntos rojos (eje de la derecha). El promedio nacional de recuperación es del 67.5% (línea roja horizontal).
De las 29 DDRISS, 16 superan la media nacional. La DDRISS con mejor desempeño tiene un 79.7% de recuperación, mientras que la de menor desempeño tiene un 48.4%.
Según SESAN “En el marco de la desnutrición crónica, el gobierno lanzó la iniciativa intersectorial Mano a Mano. En esta se involucran alrededor de 10 instituciones de gobierno para llevar acciones focalizadas a donde más se necesita. Con esto esperamos reducir la desnutrición crónica en 4 puntos porcentuales al final del período de gobierno”. https://www.mides.gob.gt/iniciativa-intersectorial-mano-a-mano-inicia-acciones/