Las personas regresaron a trabajar. Los centros comerciales abrieron. Todos los autos pueden circular. Muchos se fueron a la playa.
En redes sociales se viralizan fotos subidas por los usuarios desde adentro de los restaurantes de comida rápida. También lo confirman sus parqueos: vuelven a tener carros después de varias semanas de verse desiertos. Como la restricción de placas fue suspendida, regresó lo que se creía resuelto: el caótico tráfico. Y para empeorar las cosas, como si el propósito del Gobierno fuese que todos los departamentos registren más de 30,000 contagios, como lo hace Guatemala, se permite el tránsito interdepartamental… y de nuevo, son los rumores de los twitts y las fotos, disimuladas, quizá, las que confirman viajes a la playa, reuniones familiares y paseos a centros comerciales.
Al terminar esta semana, el país registró 51542 contagios desde que la pandemia arribó; lamenta 2013 fallecimientos, reporta 39346 recuperados y 162167 pruebas realizadas… si los datos que el tablero del Ministerio de Salud (MSPAS) son reales. Sigue siendo extraño que haya alrededor de 1000 recuperados cada día, porque casi siempre son más que los nuevos casos, haciendo que el número de casos activos no suba, sino descienda consistentemente.
El lunes 3 se levantan las suspensiones de contrato que el Gobierno pagaría y, en muchos casos, el dinero no ha llegado a los empleados. De hecho, parece que de tres pagos, solo se dio uno y lo mismo sucedió con el bono familia.
Así que, las personas regresan a trabajar y, aunque la Comisión Presidencial de Atención a la Emergencia de la COVID-19 (COPRECOVID) distribuyó las indicaciones para que el comercio, las oficinas y la industria manufacturera retomara labores, las instrucciones pertenecen a una realidad alterna. ¿Pueden los empleadores garantizar 4 metros de distancia entre cada trabajador? ¿Ofrecen horarios diferenciados para la población en riesgo? ¿Tienen acceso a ventilación natural? ¿Pueden prescindir del aire acondicionado?
El viernes 31 de julio la ministra de salud, Amelia Flores, anunció kits de tratamiento ambulatorio para pacientes con síntomas leves de SARS-CoV-2 y nuevas pruebas de antígeno con una duración de 3 minutos y cuyos resultados se conocen 15 minutos después. Pero fue inaudito: lo hizo a través de una demostración en vivo, en la que un médico que ya tenía síntomas se hizo la prueba, y luego de que resultó positiva, se le dio un kit de medicinas. Por otro lado, los familiares de pacientes del hospital en el Parque de la Industria dicen que deben llevarle medicamentos a los enfermos porque el Estado no los provee.
No obstante, lo que le falta a la “nueva normalidad”, es el transporte público. El Presidente Giammattei lo incluyó en su plan de reapertura, pero ni el Transmetro en la Ciudad de Guatemala ni el Transurbano funcionaban al terminar la semana, si bien se sabía que iniciarían el viernes. Todo es incierto en cuanto a este tema, porque aunque se requieren medidas de higiene y únicamente el uso del 50 % de la capacidad, los transportistas aún no tienen claro cómo retomarán sus operaciones.