NARRATIVA – INVESTIGACIÓN – DATOS

Ilustración etiquetado. Por Diego Orellana

Ley de etiquetado: 5 apuntes esenciales

¿Qué comemos los guatemaltecos? La propuesta legislativa 5504, Ley de Promoción de Alimentación Saludable, busca que los ciudadanos sepan, con solo ver el empaque, si un producto es alto en azúcar, sodio o grasas saturadas. El etiquetado de advertencia podría detener la pandemia de varias enfermedades en Guatemala.

La mesa de una familia humilde guatemalteca cada día logra tener tortillas, frijol o arroz, que a menudo se acompaña de gaseosas o productos procesados que parecen “salvar” la comida después de una larga jornada laboral. 

Son muy pocas las familias que leen las letras pequeñas que traen las etiquetas en la parte posterior de los empaques, como las del consomé o las salsitas para los fideos, o el de las bebidas carbonatadas. ¿Cuánto sodio? ¿Cuánta grasas saturadas? ¿Porcentajes de calorías? 

En realidad, descifrar la información nutricional de lo que se come en Guatemala resulta complicado. Las cifras de nutrición en las etiquetas actuales no dan mucha información para que un ciudadano común pueda comprenderlas o analizarlas. Alimentarse de forma saludable, no obstante, ha abierto el debate nacional para la posibilidad de que pueda ser aprobada una Ley de Etiquetado Frontal de Advertencia Nutricional (EFAN) con el propósito de que los guatemaltecos tengan información sobre el contenido de sus alimentos.

En los supermercados de Guatemala los estantes ofrecen productos cuya información no es clara sobre su contenido. Foto: Oliver de Ros
En los supermercados de Guatemala los estantes ofrecen productos cuya información no es clara sobre su contenido. Foto: Oliver de Ros

Epidemia de enfermedades por mala alimentación

En la última década, los datos del Ministerio de Salud Pública han puesto de relieve que en Guatemala existe una epidemia de enfermedades como la diabetes, la hipertensión, padecimientos cerebrovasculares, afecciones del corazón y daños de los riñones. 

Estas enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT) ocupan los primeros lugares de mortalidad en el país y están colapsando los servicios de salud. 

Desde 2015, la diabetes mató al menos a 80 mil personas, y durante el pico de la pandemia, entre 2020 y 2022, más guatemaltecos fallecieron por la cantidad de azúcar en su sangre que por Covid-19.

Un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que el consumo de alimentos ultraprocesados es un factor clave para describir la crisis actual de salud pública regional. La falta de información clara en los empaques de productos alimenticios podría ser una de las razones para la epidemia de estas enfermedades. 

La OPS insiste en que un etiquetado transparente es fundamental para que los consumidores cuenten con información sobre lo que llevan a la mesa de sus familias. “El propósito de las advertencias nutricionales en el etiquetado frontal del envase es informar a los consumidores de una manera rápida, correcta y sencilla si el producto tiene una cantidad excesiva de azúcares, grasas o sodio. No prohíbe a los consumidores comprar los productos; sólo los ayuda a tomar una decisión fundamentada”, enfatiza la OPS.

“La gente tiene derecho a saber qué está comiendo”, afirmó el Dr. Guillermo Paraje, durante un foro organizado por la coalición Guatemala Saludable. Durante su ponencia Narrativas y realidades: mitos del etiquetado nutricional de los alimentos desde la perspectiva económica, Paraje indicó: “No se trata de prohibir, sino de informar de manera sencilla y directa”.

Un etiquetado transparente es fundamental para que los consumidores cuenten con información sobre lo que llevan a la mesa de sus familias. FOTO Mides
Un etiquetado transparente es fundamental para que los consumidores cuenten con información sobre lo que llevan a la mesa de sus familias. FOTO Mides

Resistencias para aprobar la Ley de Alimentación Saludable

Sin embargo, la propuesta de ley 5504, también conocida como la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable, ha encontrado resistencia en importantes sectores de la industria alimentaria. 

La Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas de Guatemala (CGAB) publicó un comunicado señalando que: “La Iniciativa requiere de análisis, ya que encarecerá los alimentos porque crea nuevos impuestos, hará quebrar pequeñas empresas y nos quitará competencia en las exportaciones, los diputados serán los responsables”. 

En este contexto de debate entre la buena y la mala alimentación para los guatemaltecos, desglosamos cinco puntos esenciales para entender la Ley de Etiquetado en Guatemala.

1. ¿Por qué es importante etiquetar los productos alimenticios?

El etiquetado de los productos alimenticios es el principal medio de comunicación entre el fabricante y el consumidor, ya que brinda información vital sobre lo que contiene el producto.

Sin embargo, la forma en que se publica actualmente en los empaques de productos alimenticios resulta críptico y enrevesado, y es un obstáculo para la salud pública en Guatemala ya que repercute en el aumento de pacientes de enfermedades no transmisibles. 

La dificultad para que la población se informe sobre productos saludables radica en que las etiquetas actuales, regidas principalmente por el Reglamento Técnico Centroamericano (RTCA) 67.01.60:10, presentan la información nutricional en tablas con datos numéricos y porcentajes que resultan poco comprensibles para la mayoría de guatemaltecos.

“Para una persona con bajo nivel de alfabetización o que simplemente no tiene tiempo, descifrar una tabla nutricional es casi imposible”, explicó el Dr. Paraje.

El etiquetado es el principal medio de comunicación entre fabricantes y el consumidores. FOTO Mides
El etiquetado es el principal medio de comunicación entre fabricantes y el consumidores. FOTO Mides

Sin embargo, en los estantes de los supermercados y tiendas de barrio, proliferan alimentos ultraprocesados y bebidas gaseosas con atractivas campañas publicitarias donde destacan lo “energético” o “divertido” que resulta consumirlas. 

La ausencia de advertencias claras en la parte frontal de los empaques deja al guatemalteco sin la información necesaria para distinguir entre un producto saludable y uno perjudicial. Como resultado, existe un aumento de enfermedades como la diabetes y la hipertensión.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) enfatiza que “la información nutricional en las etiquetas debe ser clara, concisa y comprensible para todos los consumidores, sin importar su nivel de educación o capacidad cognitiva”. 

Guillermo Paraje, durante su ponencia con Guatemala Saludable, fue más enfático al indicar que: “La actual dinámica del mercado, donde la decisión de compra se toma en segundos, hace que un etiquetado complejo sea ineficaz como herramienta de salud”.

Guatemala tiene un acceso a la educación nutricional limitado. Para gran parte de la población, el empaque del producto con personajes animados, letras brillantes y colores atractivos, se convierte en la única fuente de información disponible. 

Una advertencia en el empaque podría convertirse en un disuasivo para una mala alimentación.

2. El significado claro de las etiquetas

El veneno se asocia con una calavera. Los desechos peligrosos vienen con una señal de alerta. Los inflamables o explosivos tienen un símbolo de fuego. Para los alimentos, las claves de etiquetado pueden ser una herramienta efectiva para la salud. Pero la población debe comprender el significado de cada uno de los sellos para distinguir entre los productos que son saludables y cómo funcionan. 

El consumidor recibe un mensaje directo. Foto: Congreso de Guatemala.
El consumidor recibe un mensaje directo. Foto: Congreso de Guatemala.

El sistema propuesto para Guatemala, el Etiquetado Frontal de Advertencia Nutricional (EFAN) o “sellos de advertencia”, busca la claridad a golpe de vista. Cualquier guatemalteco/a, niño/a o anciano/a, sepa leer o no, con tan solo ver el empaque podría tener información sobre los alimentos. 

“El EFAN simplifica drásticamente la información”, explica un reciente informe del Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP). “Al utilizar sellos octogonales negros con leyendas como ‘alto en azúcares’, ‘alto en grasas saturadas’ o ‘alto en sodio’, el consumidor recibe un mensaje directo y sin ambigüedades sobre el contenido excesivo de nutrientes críticos.” 

Los sellos octogonales no solo buscan informar, sino también alertar sobre el riesgo asociado al consumo excesivo de estos nutrientes. 

Por ejemplo, un sello de “alto en azúcares” indica un potencial riesgo de desarrollar diabetes u obesidad, mientras que “alto en sodio” se asocia con hipertensión y problemas renales. 

La propuesta de ley 5504 también incluye un sello “con edulcorantes, no recomendable en niños”, que busca advertir sobre el uso de sustitutos de azúcar en productos para la infancia, cuya salud a largo plazo aún está en desarrollo. 

El Dr. Guillermo Paraje recordó que cuando los sellos se implementaron en su natal Chile, las empresas que vendían juguetes y comida, como la cajita feliz de Mcdonald’s, se tuvieron que adaptar e incluir frutas como manzanas, o vegetales como tomates cherry, sin publicidad alusiva a personajes.

En la actualidad las etiquetas nutricionales de Guatemala se basan en el Reglamento RTCA con fines comerciales. FOTO: Mides
En la actualidad las etiquetas nutricionales de Guatemala se basan en el Reglamento RTCA con fines comerciales. FOTO: Mides

El sistema de sellos y advertencias propuesto difiere con el modelo actual de Guatemala, regido por el RTCA. “El porcentaje de valor diario no es intuitivo para la mayoría. ¿Qué significa que algo tenga el 30% del valor diario de sodio? Para un nutricionista es claro, pero para la madre de familia promedio, no”, como señaló Paraje.

Un modelo, como la propuesta del EFAN en Guatemala, busca construir un consumidor informado. Su objetivo es que las personas puedan entrar a cualquier tienda y, con una simple mirada, saber si lo que están comprando es bueno o malo para su salud o la de sus hijos.

Esta es parte de la diferencia que la Ley 5504 intenta establecer en el etiquetado guatemalteco.

3. El antes y el ahora del etiquetado: Una evolución necesaria

La historia del etiquetado en Centroamérica y Guatemala antes de 2012 era fragmentada y menos exigente, con normativas en cada país dispares basadas en el Código Alimentario (Codex Alimentarius). 

Este conjunto de normas globales, basadas en la calidad de los alimentos aptos para consumo humano, no siempre priorizó la claridad de la información nutricional para el consumidor común. 

La implementación del Codex Alimentario en Centroamérica tenía un enfoque comercial, pensado en la simplificación de importación y exportación de alimentos y bebidas, más que la prevención de enfermedades crónicas.

El Reglamento Técnico Centroamericano (RTCA) 67.01.60:10 sobre Etiquetado Nutricional, aprobado por el Consejo de Ministros de Integración Económica (COMIECO) el 2 de diciembre de 2011 y vigente desde el 2 de julio de 2012, permitía que un producto fabricado en cualquier país de la región pudiera ser comercializado en los demás sin necesidad de modificar su etiqueta.

La preocupación por la salud del consumidor es secundaria en el RTCA. “Se asumía que la información en la tabla era suficiente, pero la realidad epidemiológica de la región ha demostrado lo contrario”, explica un estudio del INCAP.

El Reglamento representó un avance en la estandarización de productos, pero su perspectiva principal era, sin duda, el mercado. Las tasas actuales de obesidad y diabetes, de enfermedades del corazón y cerebrovasculares en Guatemala, y el colapso en el sistema de salud pública, cuestionan directamente el modelo de etiquetado basado únicamente en tablas detalladas.

4. Una propuesta de ley saludable: La Iniciativa 5504

En medio de una pandemia de diabetes en Guatemala, con miles de personas con los riñones dañados y el aumento de personas que sufren un derrame cerebral, surge la Iniciativa de Ley 5504, Ley de Promoción de Alimentación Saludable. 

La iniciativa de ley 5504 está pendiente de aprobación en última lectura desde inicios de 2024. FOTO: Edwin Bercián.
La iniciativa de ley 5504 está pendiente de aprobación en última lectura desde inicios de 2024. FOTO: Edwin Bercián.

Esta fue presentada en 2018 y el año pasado, en febrero de 2024, tuvo una segunda lectura en el Congreso para luego estancarse en su aprobación, debido a la discusión de enmiendas planteadas, sobre todo, por diputados afines al sector empresarial, como Juan Rivas, de VAMOS, que preside la Comisión de Integración Regional.

El contenido de la Iniciativa 5504, según uno de sus diputados ponentes, Jairo Flores, del partido VOS, que asistió es integral. Por un lado, implementa los sellos de advertencia para productos “Altos en azúcares”, “Altos en grasas saturadas”, “Altos en sodio”, “Altos en grasas trans” y la advertencia “con edulcorantes, no recomendable en niños”, dice Flores. 

Pero, además, la propuesta contempla la regulación de la publicidad dirigida a menores de edad, prohibiendo el uso de personajes infantiles o promociones en productos con múltiples sellos. 

Los puntos clave que propone la Iniciativa 5504 incluyen:

  • Implementación de sellos de advertencia nutricional: Los productos preenvasados con alto contenido de azúcares, grasas saturadas, grasas totales, sodio, grasas trans y/o edulcorantes tendrían que incluir sellos con advertencias como “Alto en azúcares”, “Alto en grasas saturadas”, etc.
  • Regulación de la publicidad y promoción: Se prohibiría la publicidad y promoción de alimentos con cuatro o más sellos de advertencia nutricional dirigidas a menores de dieciocho años. Además, estos productos no podrían publicar tablas de propiedades saludables o nutricionales.
  • Promoción de la educación alimentaria nutricional: La ley busca incluir campañas educativas sobre alimentación saludable, incluyendo la venta de frutas en centros educativos.
  • Sanciones: La iniciativa contempla sanciones por incumplimiento, que podrían llegar hasta la prohibición de comercializar los productos afectados en el país.
  • Impuestos asociados a los sellos: Se ha debatido la posibilidad de impuestos asociados a la cantidad de sellos que lleve un producto, con el fin de destinar esos fondos al Ministerio de Salud para atender enfermedades no transmisibles.

La iniciativa cuenta con el respaldo de la sociedad civil y organismos internacionales. “Esta ley es una necesidad urgente para proteger a nuestros niños y a toda la población de la avalancha de productos que nos están enfermando sin que lo sepamos”, declaró el diputado Flores.

Sin embargo, la propuesta enfrenta una fuerte oposición de gremiales empresariales. La Gremial de Alimentos y Bebidas (CGAB/GREMAB) ha sido una de las principales críticas de la iniciativa de Ley. En una citación en el Congreso, Enrique Lacs, mandatario de CGAB, explicó que la nueva propuesta no cuenta con un enfoque regional y que muchos de los productos guatemaltecos serían vetados de mercados como Costa Rica o Panamá. 

Para este gremio, las tablas nutricionales actuales son suficiente información para el consumidor, a pesar de los altos índices de enfermedades no transmisibles en Guatemala.  

Los empresarios argumentan que el enfoque debería ser la educación y no la “estigmatización” de productos. 

El diputado Flores indicó que la oposición de varios grandes empresarios (que no quiso señalar) es un simple no, carente de argumentos. 

Y la iniciativa no ha sido incluída en la agenda parlamentaria desde febrero de 2024 para su discusión.

5. Mitos y Realidades sobre el Etiquetado Frontal

Los mitos y la desinformación han sido parte de la narrativa que ha detenido la aprobación de la iniciativa 5504 en el Congreso.

Uno de los principales mitos es que el Etiquetado Frontal de Advertencia Nutricional (EFAN) “dañará la imagen de los productos y causará pérdidas económicas”. 

Las críticas contra la Iniciativa 5504  se centra en los daños a la imagen de los productos y las pérdidas económicas para las empresas. FOTO: Mides
Las críticas contra la Iniciativa 5504 se centra en los daños a la imagen de los productos y las pérdidas económicas para las empresas. FOTO: Mides

Sin embargo, cómo señaló el Dr. Parajes, la experiencia en países como Chile, México y Perú, donde se ha implementado este etiquetado, demuestra que las empresas se adaptan, e incluso reformulan sus productos para evitar los sellos. 

Un estudio de la Universidad de Chile, tras la implementación del EFAN, encontró que “la industria no solo se mantuvo, sino que respondió con innovaciones para ofrecer productos más saludables”. 

Otro argumento recurrente es la “falta de evidencia científica sobre la eficacia del etiquetado en temas de salud”. Esto es falso. 

Múltiples estudios internacionales, citados por la OPS y la OMS, demuestran que el etiquetado frontal de advertencia mejora significativamente la capacidad de los consumidores para identificar productos no saludables y se asocia con una reducción en la compra de estos. 

“Los sellos octogonales son intuitivos y universales, y no requieren conocimientos previos”, destacó el INCAP en una publicación.

También se ha dicho que el EFAN “promoverá el contrabando o aumentará los costos de los productos”. La realidad es que el costo de implementar los sellos es mínimo en comparación con los beneficios a la salud, y la experiencia regional no ha mostrado un aumento significativo del contrabando atribuible al etiquetado. 

“Las empresas cambian su etiqueta para promocionar eventos cada cierto tiempo. Si es la Champions o el Mundial cambian sus empaques. ¿Cómo no puede ser sencillo imprimir una advertencia?”, cuestionó el Dr. Parajes. 

Los impuestos asociados, en discusión en algunos países, buscan financiar precisamente los sistemas de salud impactados por las enfermedades relacionadas con la dieta.

Finalmente, el mito de la “estigmatización de productos y el efecto negativo en la economía y el empleo” es un argumento un tanto extremista. El EFAN busca informar, no estigmatizar. 

El objetivo de los sellos es lograr que el consumidor tome decisiones conscientes, lo que puede llevar a la industria a mejorar la calidad nutricional de sus productos, generando incluso nuevas oportunidades de mercado para opciones más saludables. 

“No es un ataque a la economía, sino una inversión en la salud pública”, enfatizó el Dr. Parajes. La intención de las etiquetas de advertencia radica en modificar las conductas alimenticias, promover una sociedad más sana y detener una pandemia de enfermedades que se pueden prevenir.

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