De elección en elección, los partidos políticos han ido gastando inmensas fortunas en artículos para promocionar a sus candidatos. Relojes, pulseras, delantales, playeras, carteritas de fósforos suman cuantiosos montos que los partidos se cobrarán una vez lleguen al poder. El Museo Itinerante del Objeto Político Electoral (MIOPE) nos acerca a esos obsequios y su relación con alguna de las campañas más caras en la historia del país.
Un candidato a la presidencia en esta contienda electoral cuenta la siguiente anécdota. En un remoto pueblo de montaña acompañaba al presidenciable de su partido en la campaña 2011. Se acercan al poblado en una pequeña comitiva, carro de los candidatos, carro de los organizadores del mitin y una camioneta con algunas pelotas y material promocional del partido en el asiento trasero y baúl. En las últimas curvas antes de entrar al pueblo una valla de gente cerca el camino, hombres, mujeres, niños, todos expectantes, todos tratando de divisar si quien entra en el pueblo es el candidato.
Presidenciable: Ya ves, el pueblo está con nosotros. Mirá toda esta gente, mirá sus caras, cómo nos reciben. Hoy sí, hoy sí tenemos a la gente.
Vicepresidenciable: Sí, usted, no me lo imaginaba, si aquí casi ni tenemos organización…
En la plaza del pueblo en una pequeña tarima empieza el mitin. Comienza el discurso del candidato a la alcaldía, la gente se remueve inquieta, murmura, se miran unos a otros; comienzan a gritarle al aspirante a alcalde antes de que termine, el presidenciable trata de calmarlos, pero no lo escuchan, la gente salta las barreras, de alguna forma encuentra la camioneta con los souvenirs del partido y se llevan hasta la última pelota, sticker, banderín, bolsa…
El binomio presidencial huye como puede. En el camino de regreso uno de los organizadores del mitin les ofrece una disculpa, una explicación.
El fin de semana pasado había llegado al pueblo Manuel Baldizón, el presidenciable de Líder había descendido de los cielos en su helicóptero rojo y regalado bicicletas, licuadoras, estufas de dos hornillas incluso había rifado una motocicleta. Eso si era un mitin, la barra estaba muy alta para los próximos candidatos.
M.I.O.P.E. el Museo Itinerante del Objeto Político Electoral es una muestra de objetos de campaña regalados por los partidos políticos desde finales de los 90 hasta el presente. Al souvenir electoral le acompaña una reflexión sobre la mercantilización de la democracia en Guatemala. Playeras, camisas, gorras, delantales, relojes, lapiceros, empaques de fósforos, adornos para la entena del carro, mochilas… son algunas de los objetos recuperados de la vorágine electoral que acompaña al país cada cuatro años.
Unos zapatos de estilo noventero lucen en un escaparate de la muestra y cuentan una historia: se trata de tenis de la campaña de 1999, es uno de los artículos premium de la exhibición, los tenis llevan el logo del Frente Republicano Guatemalteco, FRG, y eran parte de los regalos que hacía el partido a la dirigencia departamental. Unos tenis que invitan a pensar en la influencia de Roberto López Villatoro, conocido como el Rey del Tenis, por su imperio de importación de zapatos deportivos, cuyo mayor crecimiento se dio bajo el gobierno del FRG.
Villatoro, entonces esposo de Zury Ríos, en aquel entonces diputada del partido azul y ahora candidata presidencial por el partido Valor, aparece como un pie de página a la historia política de los objetos electorales de campaña.
Delantales, pósteres, calendarios nos recuerdan a los candidatos de usar y tirar que han poblado la política guatemalteca de las últimas décadas. La muestra itinerante, luego de un par de semanas en Ciudad de Guatemala se dirige ahora a Quetzaltenango, la acompañan también souvenirs del Transurbano y de la carretera sin concluir adjudicada a Odebrecht, porque desde la carterita de fósforos hasta los tenis con el logo del partido tienen un precio, y en la memoria política de Guatemala vale la pena recalcar: el regalo que recibes hoy te lo van a cobrar mañana a precio de oro.