La inundación de 2020 dejó a Chiachal sin nada. Hoy buscan que su nueva escuela funcione, intentando un mejor futuro para los niños de la comunidad.
Como parte de su influencia como líder comunitario, Roderico busca dejar un lugar digno para que sus hijos puedan crecer en un ambiente donde nada les haga falta, incluyendo la educación a la que él mismo reconoce que no tuvo acceso.
La comunidad de Chiachal, por iniciativa de Roderico, se ha organizado para construir una galera de lámina y madera, dividida en tres espacios, con la que lograron improvisar una escuela para las niñas y niños de la comunidad. Aunque consideran que aún no es suficiente.
Las clases en la escuela de Chiachal empiezan a las 7:30 de la mañana.
Desde Cobán, dos maestros viajan a la aldea los martes y jueves para impartir las asignaturas.
Cada uno tiene a su cargo tres grados, y aprovechan a dejar tarea a un pequeño grupo mientras repasan las lecciones con el otro.
Del 2021 a la fecha instituciones del Estado se han acercado a la comunidad prometiendo la construcción de una escuela pero esto nunca ha sucedido.
Sin embargo, rendirse no es una opción y junto a los demás integrantes del Cocode, iniciaron la construcción de una escuela con apoyo de la organización Plan Internacional.
”Estos cuatro años para mi han pasado muy lento, hemos sufrido mucho como comunidad pero tenemos la esperanza de salir adelante por nuestras familias, cada vez que recuerdo lo que vivimos por las tormentas me dan ganas de llorar”, puntualiza Roderico.
Actualmente en Chiachal las lluvias han regresado de manera moderada. Roderico dice que esto les ayuda a empezar de nuevo el proceso de la siembra, continuar con los trabajos de retiro de piedras para la construcción de la escuela y avanzar con la gestión para que la energía eléctrica llegue pronto. Mientras tanto, el líder comunitario asegura que no se rendirá hasta lograr que los servicios básicos funcionen en su comunidad.
