En la nueva aldea de Chiachial, luego de las inundaciones de 2020, el agua es escaza. Un pequeño nacimiento de agua, en una finca privada, es lo único que tienen para sobrevivir.
Las altas temperaturas registradas en 2024 han complicado el acceso de agua para Roderico y sus vecinos.
Sin el servicio de electricidad y con las cosechas perdidas, las personas de Nueva Chiachal dependen altamente de un pequeño nacimiento de agua al que se llega caminando durante 15 minutos entre senderos dentro de la montaña. El agua que utiliza la comunidad se encuentra dentro de una finca a la cual tienen permitida la entrada.
A partir de las dos de la madrugada se comienzan a escuchar los pasos entre las hojas secas alrededor de la casa de Roderico.
Familias completas se levantan temprano para apoyar en el acarreo de agua; niños, niñas, ancianos, hombres y mujeres, cada uno con un recipiente en las manos para aprovechar el viaje.
El flujo de agua en el nacimiento suele ser mínimo.
La poca cantidad de agua que recolecta cada familia en un día alcanza solamente para el aseo y la cocina. Si necesitan regar las siembras de cada hogar deben volver al brote de agua natural hasta en cinco ocasiones más durante el día. El agua es algo muy difícil de almacenar para la comunidad.
El sistema de distribución para regar los cultivos dejó de funcionar para la siembra debido a que el agua ya no brotaba de la llave.