Tras las inundaciones y el abandono del Estado, los comunitarios de Chiachal se desplazaron en búsqueda de un nuevo lugar para vivir. En este segundo episodio, contamos cómo se organizan para sobrevivir.
Roderico nació y creció en la aldea Seocob, ubicada en la misma región de la aldea Chiachal. A temprana edad su padre le enseñó a sus hermanos y a él a trabajar la tierra, desde sembrar, llevar la semilla, hasta la forma de cómo cultivarla. Con los años conoció a su segunda esposa, con quien se fue vivir a Chiachal, procreando tres hijos de diez, ocho y un año de edad.
Los fines de semana aprovecha a trabajar parte de su terreno y arreglar algunos detalles de su hogar, una casa de block y lámina que fue construida gracias a Techo Guatemala, una organización con presencia en 19 países de Latinoamérica que donó gran parte de la construcción de las casas en ese lugar.
Paneles solares también fueron parte de la donación, sin embargo, con el tiempo varios se han averiado y decenas de familias viven a oscuras pues el dinero es escazo para la reparación. Muchos en la comunidad Nueva Chiachal se apoyan con candelas y veladoras. Roderico, cada noche debe pedir el favor de un vecino para cargar de energía los teléfonos de él y su esposa, porque no quieren perder contacto mientras se encuentra trabajando lejos.
Actualmente cada familia de la aldea tiene diez cuerdas de terreno, la misma extensión que poseían en la antigua comunidad que perdieron por las lluvias. La municipalidad de San Pedro Carchá apoyó con la contratación de un topógrafo para distribuir los terrenos.
Debido al clima del lugar, Roderico comenta que solo pueden sembrar maíz y frijol, plátano y piña, todas cosechas de corto tiempo.
Las altas temperaturas de este año, sin embargo, hicieron que los cultivos se secaran hasta perderse por completo.
Nueva Chiachal es una comunidad con pocos habitantes. Roderico comenta que en cuatro años ha visto partir alrededor de cuarenta amigos y vecinos de la aldea. Migraron hacia Estados Unidos ante la falta de servicios básicos que la comunidad no ha podido proveerles.