NARRATIVA – INVESTIGACIÓN – DATOS

Por qué nunca hemos ido a un Mundial (en 4 puntos)

No es un secreto que Guatemala nunca ha sido una potencia futbolística. Sin embargo, el declive del nivel y desarrollo del deporte más popular del país vive un loop entre el estanco evidente que se ha intensificado en las últimas dos décadas, cuyos síntomas van desde un endeble desarrollo de fuerzas básicas, pérdida de partidos y una infraestructura deficiente, que deja una realidad futbolística consecuente con la realidad sociopolítica. 

Ante 13,642 aficionados, Óscar Santis, un delantero de 26 años que juega con el Antigua GFC, se convirtió en el salvador que mantiene vivo un sueño mundialista para Guatemala. Anotó tres goles en la victoria por 4-2 ante una República Dominicana, que puso a sudar a los guatemaltecos que asistieron al estadio Cementos Progreso el viernes 6 de junio. 

El nivel intermitente de la selección guatemalteca fue exhibido en el primer tiempo cuando los dominicanos supieron ponerse al frente y se encontraban ganando 1-2. Cuando finalizó la primera mitad, el técnico mexicano Luis Fernando Tena, quien dirige a los guatemaltecos y cobra US$40 mil al mes, mostró un rostro de pena y preocupación. Entonces, en la segunda mitad, Guatemala retomó el control del juego y supo aprovechar las debilidades del rival. 

Guatemala es un país con una historia futbolística de más de 80 años, aunque nunca se ha clasificado a un mundial. Este deporte figura como el más popular del país, aun si otros deportes que pasan desapercibidos como el tiro deportivo y la marcha han alcanzado las únicas medallas olímpicas para el país. En su último triunfo, la selección nacional tenía de frente a República Dominicana, donde el béisbol es el pan diario, un símbolo de identidad y con una liga de fútbol profesional que fue fundada hace solo 11 años.  

Hace una década, enfrentar a los dominicanos no era una complicación para Guatemala pero los isleños han recortado distancia a paso acelerado, impulsado por una mayor inversión en academias de fútbol, pero sobre todo con el reclutamiento de hijos de dominicanos nacidos en Alemania, Holanda, España e Italia que han sido formados en la élite del fútbol y militan en equipos europeos. 

Aunque la victoria ante República Dominicana fue un respiro para el proyecto guatemalteco que dirige el mexicano Tena desde 2022, rumbo al mundial de Norteamérica 2026, Guatemala se encuentra en un estanco. Mientras países del caribe que antes nadie tomaba en serio han ido forjando proyectos futbolísticos a largo plazo, los guatemaltecos parecen tener cada vez más dificultad para derrotar a rivales que antes estaban a años luz de distancia. 

Guatemala ha intentado clasificar a un mundial de fútbol desde las eliminatorias de Suecia 1958, sumando un total de 17 intentos fallidos. En la mayoría de eliminatorias Guatemala supera la primera ronda y cae en la segunda cuando enfrenta a rivales como Costa Rica, México o Jamaica que forman parte de su región. 

En 2006, hace 20 años, fue la última vez que el país avanzó a una fase final de eliminatorias rumbo a la copa del mundo que se disputó en Alemania. Guatemala tenía un equipo dirigido por el hondureño Ramón “el primitivo” Maradiaga y un estilo de juego definido con una mezcla de futbolistas en su mejor momento: Carlos Humberto “El Pescado Ruiz” como líder y goleador del equipo o el veterano Gonzalo Romero en la mitad de la cancha. 

Aquella selección eliminó a Honduras en la segunda ronda, llegó a un hexagonal final donde quedó a dos puntos de optar por el repechaje y pelear un boleto al mundial con una selección asiática, pero México apagó el sueño mundialista en la última jornada cuando sorpresivamente perdieron ante Trinidad y Tobago, dándole el anhelado repechaje que era de Guatemala a los caribeños. 

En Guatemala el 3% del presupuesto general de la nación, unos Q.1,305 millones, son asignados al deporte por mandato constitucional. Es el único país del mundo en el que su carta magna prevee un monto para el deporte. El fútbol recibe un porcentaje de lo que se le designa a la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG). Pero en realidad el fútbol guatemalteco depende de los fondos que recibe de programas como el FIFA Forward y One Concacaf, que en teoría son para el desarrollo de talentos y construcción de infraestructura. 

Atletas de distintas disciplinas cantan el Himno Nacional durante una convivencia en el estadio Doroteo Guamuch el 18 de agosto de 2018. Foto/Edwin Bercián.
Atletas de distintas disciplinas cantan el Himno Nacional durante una convivencia en el estadio Doroteo Guamuch el 18 de agosto de 2018. Foto/Edwin Bercián.

La maquinaria del fútbol guatemalteco no sobrevive exclusivamente de fondos públicos porque en 2024, según el plan estratégico de la Fedefut, los fondos estatales ascendieron a Q6.7 millones, mientras que de FIFA recibió Q38.7 millones y los ocho principales patrocinadores de la selección aportaron Q24.5 millones. 

Entre los patrocinadores principales de la Fedefut en 2025 destacan: frijoles Ducal, que se unió en 2024, Tortrix que apenas en marzo de 2025 inició su relación, y Bantrab que ha sido el patrocinador principal durante el proceso eliminatorio hacia la copa mundial de 2026. También las casas de apuestas deportivas Gana777 y DoraboBet. En la lista pública de la página de la Fedefut también se encuentra Camas Olimpia, SportLine y Forza Delivery Express, como patrocinadores de la selección mayor. 

El caso a destacar es Bantrab, que desde 2022 fue presentado como el patrocinador central de la selección con miras al proyecto mundialista 2026 y que está llegando a su final. El banco y la Fedefut no han hecho públicos los montos de esta asociación en informes pero la relación entre ambas incluye tarjetas de crédito para comprar mercadería del equipo nacional, con descuentos y financiamiento de algunos programas deportivos juveniles. 

El estanco y la desilusión por la selección nacional no es una cuestión que se defina únicamente por dinero o falta de apoyo, es un mal estructural, un sistema con quistes y reumas que frenan el desarrollo deportivo. Es una historia de corrupción e intereses que incluso llevó al fútbol del país a una suspensión entre octubre de 2016 y mayo de 2018, dejando la participación en competencias internacionales congeladas, así como los fondos para el desarrollo de juveniles detenidos. 

1. El fútbol y el impacto de la desigualdad y la corrupción 

Este deporte, es una industria multimillonaria que atrae prácticas ilegales y así lo demostró el polémico FIFA Gate desvelado en 2015 por el Buró Federal de Investigación (FBI), que implicó a más de 50 directivos de distintos países principalmente América Latina. El caso detalla un esquema de corrupción masivo que movió más de US$200 millones en sobornos y comisiones ilícitas, donde Guatemala se vió involucrada. 

En 2016, Bryan Jiménez y Hector Trujillo, presidente y secretario general de Fedefut, cayeron tras ser acusados de recibir sobornos para asignar los derechos televisivos de partidos de la selección nacional y por asegurar contratos de marketing. Los dos fueron condenados por diversos delitos en Estados Unidos, país al que fueron extraditados. 

El fútbol guatemalteco cayó en una suspensión de 18 meses entre 2016 y 2018 que paralizó la competición a nivel internacional y el grifo de ayuda para el desarrollo deportivo fue cerrado dañando la estructura y progreso del deporte. 

Publicidad de la selección guatemalteca se observa en los alrededores del estadio Cementos Progreso, previo a un encuentro contra Guyana el 25 de marzo. Foto/Edwin Bercián
Publicidad de la selección guatemalteca se observa en los alrededores del estadio Cementos Progreso, previo a un encuentro contra Guyana el 25 de marzo. Foto/Edwin Bercián

Actualmente, Guatemala ocupa el puesto 106 del ranking de selecciones nacionales de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), casi en la mitad de 210 naciones. El país tiene como vecinos en el ranking a Guinea Bissau, un territorio del occidente africano, y a Kazajistán, un país del centro asiático y del este europeo. 

El ranking FIFA es un sistema de puntos que otorga o resta unidades a cada país cuando juegan encuentros avalados por esta asociación y los coloca en una posición relativa a su nivel en un momento determinado. En 2006, Guatemala alcanzó el puesto 50, el mejor de su historia y fue cuando el país se quedó cerca de clasificar a la copa mundial que se jugó en Alemania. Mientras que la peor posición histórica fue en 2018 durante la suspensión y fueron colocados en el 150. 

Hoy Guatemala tiene en común algo más que un paupérrimo nivel futbolístico con Kazajistán y Guinea Bissau. De acuerdo con  Amnistía Internacional y su informe publicado en abril último, las tres naciones son países donde la criminalización de defensores de derechos humanos, detenciones arbitrarias y la represión a la libertad de expresión tienen un fuerte arraigo

En los últimos 5 años Amnistía Internacional ha reportado en Guatemala y Kazajistán detenciones de periodistas, activistas, como de otros actores sociales en contexto de protestas. Son dos países diferentes pero con similitudes en altos niveles de corrupción que también han tocado las fibras del fútbol. 

En términos de corrupción, el Índice de Percepción de la Corrupción de la organización Transparencia internacional, ubica a Kazajistán en el puesto 80 y a Guatemala en el 146 de 180 países. Guatemala tiene niveles más altos registrados pero ambos países son percibidos como territorios donde estos rasgos antidemocráticos son un problema estructural. 

Así como Guatemala fue suspendida por corrupción por la FIFA en 2016, Kazajistán, el país usado por la comparativa, vive bajo la lupa actualmente, pues se ha visto envuelto en escándalos de corrupción en su fútbol en 2025, por uso anómalo de fondos en construcción de infraestructura y pago de salarios. 

Jóvenes con pancartas con publicidad de la selección de Guatemala  acuden al estadio Cementos Progresó previo a un encuentro contra Guyana el pasado 25 de marzo. Foto/Edwin Bercián
Jóvenes con pancartas con publicidad de la selección de Guatemala acuden al estadio Cementos Progresó previo a un encuentro contra Guyana el pasado 25 de marzo. Foto/Edwin Bercián

Aunque existen excepciones. Hay países donde los índices de corrupción y los regímenes autoritarios no existen pero el fútbol presenta un nivel bajo, como Nueva Zelanda, que pese a tener menores índices de pobreza en el mundo y estar entre los 5 menos corruptos, está en el puesto 108 de la FIFA, pero el fútbol apenas es el tercer deporte más popular entre sus habitantes.

O el caso contrario en países como Senegal o Colombia donde las problemáticas sociales son graves. En el país sudamericano, donde incluso el narcotráfico se mezcló en el deporte a gran escala en las dos últimas décadas del siglo XX, su nivel futbolístico es de la élite mundial, entre los mejores 20 del mundo. Colombia tiene una inversión constante en fuerzas básicas y desarrollo de jóvenes talentos respaldada por FIFA con fondos de unos US$ 8 millones al año, según datos del ente internacional.

2. Jóvenes: Fuerzas básicas y una liga deficiente

Guatemala en la actualidad tiene pocas figuras jóvenes destacadas en el fútbol. Los talentosos en los que sobrecae la presión de dar alegría al país en este deporte, la mayoría, no nacieron ni se formaron bajo nuestro sistema. Son hijos de migrantes, cuya formación corrió por cuenta de otras naciones y luego fueron captados por la selección. 

El primero de estos casos es Olger Escobar, un delantero de 17 años que nació en Massachusetts, Estados Unidos, en 2006 y que fue formado en la academia del New England Revolution. En 2025, Escobar firmó contrato con el Impact Montreal de la liga Major League Soccer (MLS) y es un habitual en las convocatorias de Luis Fernando Tena. 

En 2023, Guatemala clasificó a su segundo mundial de la categoría para menores de 20 años y el logró fue posible gracias a que Arquímedes Ordoñez, un delantero nacido en Ohio, anotó 5 de los 10 goles de la eliminatoria. 

Ordoñez, ahora con 21 años, juega en la liga de Moldavia y se proyecta junto a Escobar como los dos jugadores más jóvenes que Guatemala utilizará en la Copa Oro que se jugará en Canadá del 14 de junio al 16 julio de este año. 

Sin embargo, la Fedefut en su Plan Estratégico Institucional (PEI) 2025-2029 pone como su meta central el desarrollo de juveniles dentro de Guatemala e identifica como su objetivo a 28,656 niños y jóvenes de entre 6 a 20 años como aquellos que deben ser federados y recibir algún tipo de atención formativa. 

En 2011, Guatemala clasificó a su primer mundial sub-20 luego de lograr una actuación destacada en un premundial que se jugó en el país. Guatemala y sus jugadores más jóvenes asistieron a la cita mundialista en Colombia, donde logró una victoria ante Croacia por 1-0 para luego ser goleada dramáticamente por Nigeria y Arabia Saudita.

Niños y jóvenes acuden al encuentro entre la selección de Guatemala contra Guayana el pasado 25 de marzo en el estadio Cementos Progreso en zona 6. Foto/Edwin Bercián
Niños y jóvenes acuden al encuentro entre la selección de Guatemala contra Guayana el pasado 25 de marzo en el estadio Cementos Progreso en zona 6. Foto/Edwin Bercián

De los 28,656 jóvenes futbolistas identificados a nivel nacional, el 33.14% (9,500) están centralizados en el departamento de Guatemala. Es el departamento más poblado del país con 3,599 millones de habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística, al que le sigue Huehuetenango, el segundo más poblado, pero uno de los más pobres y con más población indígena e índices de migración. Este departamento apenas reúne 496 hombres y 32 mujeres elegibles para ser considerados/as futbolistas federados/as, ósea el 1.84% de la meta. 

Además, la Federación desglosa esta cantidad de jóvenes en tres grandes grupos: aquellos entre 6 a 13 años que están en proceso de iniciación, los de 14 a 17 años donde se debe perfeccionar técnicamente el fútbol y finalmente aquellos que ya alcanzaron el deporte de alto rendimiento. 

De acuerdo con datos de la Fedefut, entre 2024 y 2025, Guatemala cuenta con US$ 800,000 del programa FIFA Forward para la formación de futbolistas en edades de 6 a 13 años por medio de torneos nacionales. Con los fondos institucionales de Fedefut, que ascienden a Q14 millones, se gestiona la formación de los jóvenes de 14 a 20 años que representan las selecciones juveniles. 

Pero el problema no es solo una formación de talentos deficiente o centralizada en la ciudad. El mal se extiende a una liga nacional donde los equipos tienen plantillas con promedios de edad altos y con prioridad de llenar espacios con extranjeros en sus filas. 

La liga guatemalteca tiene 12 equipos y de acuerdo con datos tomados del portal especializado Transfermarkt, el actual campeón nacional Antigua GFC, tiene el plantel más joven con 25.8 años promedio. Los equipos de Guastatoya y Xelajú tienen los planteles más veteranos con un promedio de 29.5 años. 

Otra situación es la dependencia de futbolistas extranjeros. La liga intenta con un reglamento establecer un límite de  8 extranjeros por plantel y solo 4 de ellos pueden estar en la cancha de forma simultánea. 

En Guatemala hay 70 jugadores extranjeros en la liga nacional: el 24,3% de ellos, ósea 17, son argentinos; México aporta 10 futbolistas; Costa Rica y Colombia 9; Uruguay 6; Brasil y Panamá 4; Cuba y Paraguay 3; y hay un jugador de Trinidad y Tobago, uno de Venezuela, otro de Perú y uno más de El Salvador, según los datos actualizados de Transfermarkt

La liga nacional obliga a los equipos a darle minutos de partido a jugadores nacionales menores de 20 años. En cada torneo los jugadores juveniles deben acumular 950 minutos, es decir que deben darles espacio en 10.5 partidos de los 22 que tiene cada torneo regular. 

La mayoría de equipos como Achuapa, Comunicaciones, Marquense, Guastatoya apenas y superaron el mínimo de 950 minutos en 2024 y solo Municipal sumó el doble de la norma mínima con 1966 minutos otorgados a juveniles, según estadísticas publicadas por la liga en sus redes oficiales en diciembre pasado.

Afición del equipo de Comunicaciones, durante un partido contra Municipal el 30 de mayo de 2022 en el estadio Doroteo Guamuch. Foto/Edwin Bercián
Afición del equipo de Comunicaciones, durante un partido contra Municipal el 30 de mayo de 2022 en el estadio Doroteo Guamuch. Foto/Edwin Bercián

En noviembre de 2023, Luis Fernando Tena, el entrenador de la selección que en 2012 fue campeón olímpico con México, dijo en una entrevista con Televisa Deportes que en el país centroamericano hay “buena materia prima pero no le invierten a las fuerzas básicas”. El seleccionador puso la mano en la llaga y criticó que no existen profesores capacitados o con buenos sueldos formando futbolistas. 

Una investigación de la FIFA, publicada en 2022, respalda el argumento y crítica del entrenador de la selección de Guatemala, al asegurar que los países que lideran la élite del fútbol tienen programas exhaustivos de partidos estructurados para los juveniles menores de 14 años, mientras que los países con menor competitividad se ven afectados por la carencia de academias, estadios y largas zonas rurales donde los programas deportivos no tienen incidencia. 

Periódicamente la Concacaf realiza un ranking de las ligas del área, calificando la competitividad, los resultados de los clubes en torneos internacionales y la relación de la liga con su selección. Al 2 de junio de este año, Guatemala se ubica en el quinto puesto por detrás de México, Estados Unidos, Honduras y Costa Rica, de un total de 15 países. 

La liga guatemalteca es superada en puntos con claridad por Honduras y Costa Rica, países cuyos clubes han obtenido resultados más relevantes en las competiciones regionales en los últimos años. 

Históricamente, los clubes de Costa Rica han ganado nueve torneos de la Concacaf, mientras que de Guatemala solo Municipal, Comunicaciones y Aurora tienen uno cada uno en sus vitrinas. 

Finalmente, la falta de tecnificación es un problema que arrastra la liga nacional, que es el reflejo del fútbol guatemalteco. En 2024 la Fedefut anunció que el sistema de video arbitraje (VAR), que en el deporte moderno es utilizado para afinar las decisiones arbitrarias por medio de un complejo sistema de cámaras, comenzaría a funcionar este año. Sin embargo, el contrato para su implementación no fue firmado y se aplazó de forma indefinida. 

3. La mala infraestructura del fútbol 

Durante la eliminatoria rumbo al mundial 2026, Guatemala, entre varias carencias, no cuenta con su principal estadio. El Doroteo Guamuch Flores, el coloso ubicado en la zona 5 capitalina, está fuera de funcionamiento porque desde febrero de este año inició una remodelación que consiste en el cambio completo de la gramilla y los trabajos terminarán el próximo año. 

En 2024, jugadores de la selección nacional como el portero Nicholas Hagen o el delantero costarricense Joel Campbell criticaron el estado de la gramilla del estadio nacional por tener parches enteros de tierra, baches e irregularidades a lo largo de toda su estructura, así como tramos blandos que ponían en riesgo a los atletas. 

El estadio, fundado en 1950, está bajo la administración de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG). La remodelación de la gramilla del estadio inició con un proyecto que costó Q32,444 millones de quetzales y la licitación la ganó la Constructora y Distribuidora Bremar, cuya representante legal es Brenda Archila del Cid

En noviembre de 2024, la diputada Karina Paz, electa por el partido VOS, había pedido a la CDAG detener el proyecto para la instalación de la gramilla híbrida del Doroteo Guamuch y la remodelación de las demás instalaciones. Paz argumentó que la empresa Bremar, certificó tener 10 años de experiencia pero en construcción de drenajes y carreteras pero no en instalaciones deportivas. 

Además, la nueva gramilla, con un 95% de césped natural y el otro 5% sintético, fue criticada por el experto Carlos Galindo durante una citación en el Congreso. Como el estadio será utilizado también para eventos de atletismo como lanzamiento de jabalina, la gramilla será dañada por no estar adecuada para estas actividades, dijo. 

Esa es la realidad actual de la máxima y única instalación deportiva del sector público de Guatemala. Estando fuera de servicio, la selección acude al estadio Cementos Progreso en la zona 6. La cementera con el mismo nombre alquila la instalación a la Fedefut para los juegos eliminatorios que deben disputarse este año. El monto de alquiler no ha sido público, pero podría oscilar entre Q50 mil y Q100 mil.

Decenas de personas acuden al estadio Cementos Progreso el 25 de marzo de 2025, previo al encuentro entre la selección de Guatemala y Guyana. Foto /Edwin Bercián
Decenas de personas acuden al estadio Cementos Progreso el 25 de marzo de 2025, previo al encuentro entre la selección de Guatemala y Guyana. Foto /Edwin Bercián

Pero el problema es estructural y se expande a nivel nacional. En 2016, luego de la suspensión de FIFA, la Fedefut publicó un informe donde detalló que solo 3 de los 12 estadios que eran parte de la liga nacional cumplían con la mayoría de requerimientos para ser homologados por el ente rector del fútbol. Siendo drenajes colapsados y el estado de la gramilla en malas condiciones los aspectos destacados. 

Ese mismo año, la FIFA investigó la posible malversación de un millón de dólares que había sido otorgado a la Fedefut para la construcción de infraestructura. 

En noviembre de 2024, Sebastián Siero, alcalde de Santa Catarina Pinula y presidente de la Asociación Nacional de Alcaldes (ANAM), destacó que se destinarían Q34 millones para la remodelación de estadios municipales e instalaciones deportivas a nivel nacional. 

4. Una Oportunidad única pero escenario adverso 

La eliminatoria hacia el mundial de 2026, ofrece a Guatemala una ventaja inminente con la ausencia de las potencias del área como México, Estados Unidos y Canadá, por ser los países sede y por ende estar clasificadas de forma automática. Sin estos tres países se abre la posibilidad de clasificar a otras naciones que regularmente no tienen oportunidad alguna. 

La Concacaf dará tres boletos directos para clasificar al mundial y otros dos puestos de repechaje para pelear por una plaza contra naciones de otro continente como África o Asia. Guatemala no figura entre las favoritas para las plazas directas, tomando en cuenta que Costa Rica, que ha clasificado a 6 mundiales; Panamá, con un nivel competitivo en crecimiento; Honduras; con una selección competitiva y Jamaica, con un equipo plagado de futbolistas formados en Gran Bretaña, tienen más posibilidades de desempeñar un nivel competitivo en la fase final de la eliminatoria. 

De los 30 países de la Concacaf que están en la eliminatoria mundialista, la mayoría son islas del caribe con pocas posibilidades de trascender y en el ranking FIFA más actualizado, Costa Rica, Panamá, Jamaica y Haití están por encima de Guatemala.

Un aficionado con la bandera de Guatemala previo a un partido de la selección nacional en el estadio Cementos Progreso. Foto: Edwin Bercián.
Un aficionado con la bandera de Guatemala previo a un partido de la selección nacional en el estadio Cementos Progreso. Foto: Edwin Bercián.

Sin embargo, las circunstancias han puesto al país en una alta probabilidad  de llegar a la fase final de la eliminatoria, como no se había conseguido desde hace 20 años. En el camino a Alemania 2006, una selección guatemalteca encabezada por futbolistas como Carlos “El Pescado” Ruiz o Juan Carlos Plata, se quedaron fuera de pelear por un boleto para el mundial en la última jornada eliminatoria, cuando contra todo pronóstico Trinidad y Tobago venció a México 2-1 y desplazó a Guatemala de la posibilidad de pelear un repechaje. 

Pero aunque las posibilidades en esta eliminatoria parecen ser bastantes, en realidad, si se revisan las estadísticas, hay razones para ser cautelosos con las esperanzas. Guatemala durante la era de Luis Fernando Tena no ha logrado victorias significativas contra los rivales directos y superiores que figuran como favoritos para llevarse la clasificación. 

Desde su llegada en 2022, la selección de Tena ha ganado 12 partidos, ha tenido 6 empates y 10 derrotas, para un 42,86% de victorias en sus años al mando. Pero la mayoría de victorias ha sido contra islas del caribe como: Cuba, Guadalupe, Dominica, Haití y países de Centroamérica como El Salvador, Honduras y Nicaragua. 

Un aficionado pinta su cabello antes de entrar al estadio Cementos Progreso el pasado 25 de marzo. Foto/Edwin Bercián. Un aficionado pinta su cabello antes de entrar al estadio Cementos Progreso el pasado 25 de marzo. Foto/Edwin Bercián.
Un aficionado pinta su cabello antes de entrar al estadio Cementos Progreso el pasado 25 de marzo. Foto/Edwin Bercián. Un aficionado pinta su cabello antes de entrar al estadio Cementos Progreso el pasado 25 de marzo. Foto/Edwin Bercián.

Pero con Tena, se registran derrotas en juegos oficiales ante Costa Rica por 3-0, ante Panamá por 3-0 también y también ha perdido contra rivales como Trinidad y Tobago o Jamaica. 

Ante selecciones de mayor nivel como Argentina, la Guatemala de Tena fue goleada por 4-1 en 2024 y su único duelo ante un rival europeo fue la derrota por 1-0 ante Islandia, también el año pasado. 

La selección actual de Guatemala tiene un promedio de edad de 27, su jugador más Joven Olger Escobar, que nació en Estados Unidos hace 18 años y el más experimentado es Natanael Méndez Laing, un corpulento delantero británico de 33 años que decidió defender los colores de Guatemala por ser el país de origen de su abuela materna.

Luego de la victoria ante República Dominicana, Guatemala aseguró su pase a la fase final donde seis países del área pelearán por un boleto al mundial. Los guatemaltecos, aunque tienen un escenario favorable, donde solo deben evitar quedar en último lugar para al menos asegurar un repechaje, también deben considerar que enfrente tendrán a cinco naciones que tienen mejor posición en el ranking y que son los países a los que no han podido vencer en duelos oficiales durante los últimos años. 

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